La matanza de Josu Ternera en la casa cuartel de Zaragoza

Josu Ternera, un nombre que se ha vuelto sinónimo de terror y violencia, ha vuelto a la atención pública después de reconocer su participación en el asesinato del alcalde de Galdácano, un crimen que ya ha prescrito según la ley de Amnistía de 1977. Sin embargo, este acto es solo "la punta del iceberg" en la vida de un hombre que ha dedicado gran parte de su existencia al crimen. Su cruel participación en la matanza de la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987 es un recordatorio impactante de la brutalidad de ETA.

El ataque en la Casa Cuartel de Zaragoza fue un evento sin precedentes en la historia de ETA. Llevado a cabo el 11 de diciembre de 1987, se convirtió en el acto más sangriento jamás perpetrado en Aragón y en el primer ataque en España en el que el objetivo era segar la vida de decenas de familias. El acto terrorista se llevó a cabo mediante la detonación de un coche bomba cargado con 250 kg de amonal. La explosión ocurrió a las 6:10 a.m. en la Avenida Cataluña de Zaragoza, reduciendo a escombros un edificio de viviendas que albergaba a numerosas familias de guardias civiles.

Las terribles consecuencias de este acto se hicieron evidentes de inmediato: seis niños pequeños, un adolescente de 17 años, dos mujeres embarazadas y tres adultos más perdieron la vida en ese infierno de destrucción. A su vez, 88 personas resultaron gravemente heridas, víctimas de una explosión que dejó una cicatriz imborrable en la sociedad española.

Josu Ternera, junto con su banda de criminales, arrancó vidas y sueños de cuajo, dinamitando la existencia de inocentes, muchos de los cuales ni siquiera eran conscientes de lo que significaba "morir por la patria", como afirmó el asesino en el documental "No me llame Ternera". La matanza de la Casa Cuartel de Zaragoza es un triste recordatorio de la crueldad inhumana que ETA infligió a lo largo de décadas.

La Audiencia Nacional ha solicitado la extradición de Josu Ternera para enfrentar cargos que suman un total de 2354 años de prisión por su participación en este horrendo acto. Aunque el juicio estaba programado para enero, fue suspendido en agosto debido a la negativa de Francia a conceder la extradición mientras continúan otros procedimientos legales en su contra.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, expresó su firme condena hacia Josu Ternera, calificándolo de "ser despreciable". Además, destacó la importancia de que la justicia prevalezca y que Ternera pague por sus crímenes atroces.

La matanza de la Casa Cuartel de Zaragoza sigue siendo un recuerdo doloroso en la memoria colectiva de España. El juicio de Josu Ternera es un paso crucial hacia la justicia y la reparación para las víctimas y sus familias, y un recordatorio de que los crímenes de terrorismo nunca deben quedar impunes.