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Una cirugía sencilla, con 84 años como factor de riesgo

El ingreso del Santo Padre no debería prolongarse más allá de diez días

El papa Francisco recita la oración del Angelus desde la ventana de su estudio, este domingo, en la plaza de San Pedro del Vaticano. EFE/FABIO FRUSTACI
El papa Francisco recita la oración del Angelus desde la ventana de su estudio, este domingo, en la plaza de San Pedro del Vaticano. EFE/FABIO FRUSTACIFABIO FRUSTACIEFE

Estenosis diverticular del colon. Esta es la denominación técnica utilizada por la Santa Sede para referirse a la operación a la que ayer fue sometido el Papa a los 84 años en el Gemelli. Para el presidente saliente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, Edgardo Smecuol, una intervención programada como la de Francisco, en principio se trataría de una cirugía «sencilla» con índice bajo de mortalidad. Sin embargo, el médico sí advierte de que «en un paciente de la edad del Pontífice la complejidad puede incrementarse».

Para hacerse una idea, los divertículos son algo así como unas pequeñas bolsas que crecen y afectan a la mucosa y submucosa de la pared intestinal. De hecho, es habitual que se localicen con mayor frecuencia en el colon izquierdo. Si estas bolsitas se reproducen de forma masiva revistiendo el sistema digestivo se produce la llamada diverticulosis. Es relativamente común que se genere en personas a partir de los 40 años y normalmente no suelen generar problema significativo alguno que requiera de un tratamiento específico.

Sin embargo, puede suceder que los divertículos se inflamen y, en algunos casos, se lleguen a infectar. En este caso, la afección pasa de una diverticulosis a una diverticulitis. Tal y como expone Smecuol, los divertículos en el colon «pueden variar en tamaño desde una lenteja a mucho más grandes, se forman por el aumento de la presión del gas, contenido sólido o líquido en lugares debilitados de la pared del intestino».

La mitad de las personas de 60 años sufren diverticulitis. Entre sus síntomas se encuentran los cólicos, la fiebre, los vómitos, el estreñimiento… Un primer tratamiento con antibióticos, analgésicos y dieta líquida puede ser suficiente para superar la enfermedad. En el caso de Estados Unidos se trata de la tercera enfermedad gastrointestinal más común que requiere hospitalización.

Si se complicara algo más el cuadro clínico del paciente, la diverticulitis evoluciona a estenosis, que se daría cuando las bolsas inflamadas llegan a provocar una obstrucción y una estrechez significativa en la luz del colon. En principio, tal y como ha informado el Vaticano, este sería el diagnóstico genérico que correspondería al Papa. Se calcula que alrededor de un 25 por ciento de las personas que se ven afectadas por una diverticulitis aguda acaban desarrollando una patología como la de Francisco o similar.

Con todo esto, la operación para solventar este problema consistiría en extirpar esa parte de colon afectada con los divertículos para reconstruir el transito normal. Esta intervención puede hacerse generalmente por vía laparoscópica, bajo anestesia general. Se trata de una técnica poco invasiva con incisiones de menos de un milímetro. Necesitaría, en principio, de cinco a diez días de ingreso hospitalario.