Buenos Aires

El Papa llama por tercera vez al convento de Carmelitas de Lucena (Córdoba)

La llamada se produjo en la tarde del pasado sábado, 2 de agosto.

El papa Francisco ha llamado por teléfono, por tercera vez, al convento de las Carmelitas de Lucena (Córdoba), ha confirmado hoy a Efe la superiora de la congregación, la argentina sor Adriana de Jesús Crucificado, que precisó que habló con el Pontífice durante 40 minutos.

La llamada se produjo en la tarde del pasado sábado, 2 de agosto.

Sor Adriana de Jesús Crucificado recordó que la primera vez que llamó el Papa fue el 31 de diciembre del pasado año y que dejó un mensaje en el contestador, ese mismo día llamó de nuevo y apenas pudo mantener una conversación breve, pero que está vez habló con el Sucesor de Pedro durante casi tres cuartos de hora.

La religiosa destacó que en esta tercera ocasión también sonó el contestador, como en la primera, pero que llegó a tiempo para atender al Papa Bergoglio, argentino como ella, y del que dice que son "amigos, pero amigos religiosos", según declaró hoy a Efe.

La religiosa ha explicado que el pontífice llamó al convento a las 16.10 horas de la tarde del 2 de agosto para interesarse por la congregación y mandar un mensaje de cariño al pueblo de Lucena a través de la comunidad de clausura de las Madres Carmelitas Descalzas.

"Estaba dejando el mismo mensaje en el contestador cuando descolgué el teléfono", señala la priora, que recuerda aquel famoso "¿qué estarán haciendo las monjas, que no pueden atender?", que dio la vuelta al mundo.

En la conversación del sábado, le trasmitió al Papa anécdotas de habitantes de Lucena, como la de un vecino que llama al pontífice "Papa Curro", mientras que Francisco le contó que estaba "bien de salud", y que estaba preparando su próximo viaje a Corea del Sur.

También les pidió a las religiosas que transmitieran su cariño al pueblo de Lucena, algo que éstas hicieron de inmediato a través de su capellán, Iván Martín Tejada Hidalgo, que hizo partícipe del diálogo a David Aguilera Malagón, párroco de San Mateo Apóstol y vicario episcopal de la Campiña cordobesa.

"Siempre nos sorprende", ha señalado Sor Adriana, que, al igual que dos de sus compañeras, son argentinas y mantienen una relación con el Papa desde hace 15 años, cuando Jorge Mario Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires.