Birmania

El Papa, en el avispero rohingya

Francisco comienza su visita a Birmania y Bangladesh, que se prolongará hasta el 2 de diciembre. Pretende promover la «reconciliación, el perdón y la paz» en el conflicto con las etnias islámicas.

Un cartel anuncia la visita del Papa en Myanmar
Un cartel anuncia la visita del Papa en Myanmarlarazon

Francisco comienza su visita a Birmania y Bangladesh, que se prolongará hasta el 2 de diciembre. Pretende promover la «reconciliación, el perdón y la paz» en el conflicto con las etnias islámicas.

El Papa puso rumbo ayer a Myanmar y a Bangladesh, donde permanecerá hasta el 2 de diciembre. Es su viaje internacional número 21 y su esperado regreso a Asia. Sin embargo, no será una visita fácil: en Birmania tendrá que hacer frente al conflicto de los musulmanes de la etnia rohingya y, en ambos países –donde los católicos apenas existen–, lanzará un mensaje de ecumenismo e interconfesionalidad.

«No veo la hora de poder encontraros. Iré a proclamar el Evangelio de Jesucristo, un mensaje de reconciliación, de perdón y de paz», dijo, hace unos días, en un mensaje por vídeo que envió al pueblo de Myanmar. También hizo lo propio con el de Bangladesh, a quienes manifestó la importancia de «promover la comprensión y el respeto recíproco, y apoyarse los unos a los otros como miembros de una única familia humana».

En total, Francisco pronunciará 11 discursos, cinco en Myanmar y seis en Bangladesh. Además, se desplazará en un coche cerrado pero no blindado, y en algunas ocasiones utilizará un coche de golf para desplazarse por los lugares donde celebrará misa.

Hoy llegará a Rangún, anterior capital birmana y la ciudad más grande del país, pero no será hasta este martes cuando comenzarán a celebrarse los actos. Después de la tradicional ceremonia de bienvenida, realizará una visita al presidente y celebrará una entrevista con el consejero de Estado y el ministro de Asuntos Exteriores. Esta reunión dará paso a un encuentro con las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático, ante los que pronunciará el primer discurso.

El miércoles celebrará misa en Kyaikkasan Ground, a lo que le seguirá un encuentro con el Consejo Supremo de monjes budistas, religión mayoritaria en el país. Tras una hora, se reunirá con los obispos de Myanmar en la catedral de Santa María. Este día, además, bendecirá las primeras piedras de seis nuevas iglesias.

El día 30 tendrá la agenda repleta: celebrará una misa con los jóvenes y se despedirá del país en el aeropuerto de Yangon. La visita a Bangladesh comenzará en Daca, la capital. El país cuenta con un 98% de población musulmana y el Islam es la religión del Estado. Allí, visitará el Memorial Nacional de Mártires de Savar, donde tendrá lugar un homenaje al padre de la nación. Por la tarde realizará la visita al presidente y, poco después, celebrará el tradicional encuentro con las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático.

El día 1 celebrará misa y ordenará a varios sacerdotes en el Parque Suhrawardy Udyan. Luego visitará al primer ministro en la Nunciatura. Poco después, los obispos del país se reunirán con el Papa en la Casa de los Sacerdotes ancianos. El último evento del día será un encuentro interreligioso y ecuménico por la paz en el jardín del Arzobispado.

El último día, el sábado 2 de diciembre, realizará una visita privada a la Casa Madre Teresa de Tejgaon y se encontrará con sacerdotes, seminaristas y novicios en la iglesia del Santo Rosario. También visitará la antigua iglesia del Santo Rosario. Le seguirá un encuentro con los jóvenes en el colegio Notre Dame de Daca. Como es habitual en sus viajes, el Papa se encontrará con los jesuitas.

En diferentes ocasiones, el Pontífice se ha referido a los rohingya, una de las etnias existentes en Birmania no reconocidas por el gobierno. En los últimos meses, más de 600.000 de ellos han abandonado su hogar para refugiarse en la vecina Bangladesh y huir de la represión por parte de las autoridades birmanas como respuesta al ataque de un grupo terrorista. Sin embargo, el Cardenal de Myanmar, Charles Maung Bo, ha recomendado al Papa no utilizar el término «rohingya», puesto que es un «término controvertido». En su lugar, propone «musulmanes del Estado de Rakhine».