¿Qué santo se celebra hoy, 6 de octubre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

El santoral católico es una lista de santos y beatos que la Iglesia católica conmemora oficialmente en diferentes fechas a lo largo del año. Cada día del calendario litúrgico está vinculado a uno o varios santos, que son recordados en las misas y en las oraciones de los fieles. La tradición de celebrar la vida de los santos se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando se comenzaron a venerar a los mártires y otros personajes considerados ejemplares por su vida y su testimonio de fe.

En el santoral de hoy, viernes 6 de agosto, se conmemoran a varios santos y santas que han dejado una huella en la historia de la cristiandad, entre los que podemos destacar a San Adalberón de Würzburg, San Artaldo de Arvières, Santa Fe de Agen, San Francisco Tran Van Trung, San Juan Xenos, San Magno de Venecia, Santa María Francisca de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, San Pardulfo de Guéret, San Renato de Sorrento, San Román de Auxerre, San Ságar de Laodicea, San Ywio, Beato Francisco Hunot, Beato Isidoro de San José de Loor y Beata María Rosa Durocher.

Todos ellos demostraron que siempre podemos encontrar la fuerza para mantenernos fieles a nuestros principios, aun frente a la persecución y la adversidad, como hicieron ellos. Desde el periódico LA RAZÓN destacamos a San Bruno de Colonia, fundador de la Orden de los Cartujos.

¿Quién fue San Bruno de Colonia?

San Bruno nació en Colonia en el seno de una familia prominente. Cursó sus estudios en Reims y fue ordenado en Colonia, donde se convirtió en un destacado Canónigo en San Cuniberto. Más tarde, regresó a Reims y asumió el cargo de director de la escuela de Teología, además de ser nombrado Canciller de Reims.

La vida de San Bruno dio un giro inesperado en 1706, cuando tuvo que huir de Reims. Esto sucedió después de que denunciara al nuevo arzobispo, llamado Manasés, quien había logrado tomar posesión de la Sede de Reims mediante intrigas. Aunque Bruno regresó a Colonia durante un tiempo, decidió regresar a Reims en 1080, cuando Manasés fue depuesto. La gente de Reims, en reconocimiento a su valía, deseaba nombrar a Bruno como arzobispo, pero él declinó esta oferta, optando por seguir un camino diferente.

Finalmente, Bruno se convirtió en ermitaño y se estableció en Grenoble, una ciudad del sureste de Francia, junto con sus compañeros en 1084. El obispo San Hugo de Grenoble les asignó un lugar para establecer sus ermitas en una zona apartada conocida como La Grande Chartreuse. Allí, construyeron un Oratorio y celdas individuales, siguiendo la regla de San Benito. De esta manera, su grupo dio origen a la Orden Cartuja, adoptando un estilo de vida basado en la pobreza, el trabajo manual, la oración y la transcripción de manuscritos.

La fama y reputación del grupo se extendió rápidamente. En 1090, San Bruno fue llevado a Roma en contra de sus deseos por el Papa Urbano II, a quien él mismo había enseñado en Reims. En Roma, fue nombrado Consejero Papal en la reforma del clero. Aunque Bruno convenció al Papa Urbano de permitirle retomar su vida de ermitaño, por lo que fue enviado de vuelta a Grenoble. Permaneció allí hasta su fallecimiento el 6 de octubre.