Nutrición

Harina de trigo, de almendra, de arroz, de garbanzo… ¿cuál es mejor?

La harina de garbanzo se caracteriza por ser una fuente significativa de proteínas de alta calidad, mientras que la de almendra destaca por su bajo índice glucémico

La harinas refinadas son la principal fuente de fibra de las sociedades occidentales
La harinas refinadas son la principal fuente de fibra de las sociedades occidentalesLa RazónArchivo

Es cierto. Muchos de los alimentos que tomamos en nuestra dieta diaria están elaborados con harina. El caso más evidente: el pan. Se trata de un producto que no falta en las mesas españolas, pero respecto al que hay que puntualizar que existen muchas diferencias según la forma en la que se elabore. Lo normal es que esté preparado con harina refinada. Ésta es blanca y fina, pero no tiene casi nada de fibra, vitaminas y minerales. Con el proceso industrializado se consigue un ingrediente que es fácil de digerir y de usar en la cocina, pero no es especialmente la más recomendada para tener una alimentación saludable.

Su consumo no para de aumentar. Y, a pesar de que no tener un perfil nutricional óptimo, algunos no pueden resistirse a ella. El gran problema es que, a largo plazo, su ingesta está relacionada con la aparición de enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes. También, con el desarrollo de inflamaciones inflamatorias. La buena noticia es que existen variedades mucho más beneficiosas para la salud: la de trigo, la de almendra, la de arroz o la de garbanzo. Pero, ¿cual es la mejor? A esta pregunta respondieron Beatriz Robles, nutricionista, tecnóloga de alimentos; Pablo Ojeda, dietista; y Gemma del Caño, farmacéutica, en la 'Guía de los Bulos en Alimentación, elaborada por el Instituto #SaludSinBulos.

¿Qué diferencias hay en su perfil nutricional?

  • Harina de trigo. Por cada 100 gramos contiene 364 kilocalorías. Grasas totales: 1g. Proteínas: 10g. Sodio: 2mg. Potasio: 107mg. Hidratos de carbono: 76g. Fibra alimentaria: 2,7g.
  • Harina de maíz. Por cada 100 gramos contiene 370 kilocalorías. Grasas totales: 1,8g. Proteínas: 7g. Sodio: 7mg. Potasio: 142mg. Hidratos de carbono: 79g. Fibra alimentaria: 3,9g.
  • Harina de almendra. Por cada 100 gramos contiene 604 kilocalorías. Grasas: 49,4 (monoinsaturada: 31.3; poliinsaturada: 11,9). Proteínas: 20g. Sodio: 1mg. Potasio: 710mg. Hidratos de carbono: 19g. Fibra alimentaria: 11,5g.
  • Harina de arroz. Por cada 100 gramos contiene 366 kilocalorías. Grasas totales: 1,4g. Proteínas: 6g. Sodio: 0mg. Potasio: 76mg. Hidratos de carbono: 80g. Fibra alimentaria: 2,4g.
  • Harina de garbanzo. Por cada 100 gramos contiene 387 kilocalorías. Grasas totales: 7g. Proteínas: 22g. Sodio: 64mg. Potasio: 846mg. Hidratos de carbono: 58g. Fibra alimentaria: 11g.
  • Harina de avena. Por cada 100 gramos contiene 68 kilocalorías. Grasas totales: 1,4g. Proteínas: 2,4g. Sodio: 49mg. Potasio: 61mg. Hidratos de carbono: 12g. Fibra alimentaria: 1,7g.

Almendra

Se obtiene de las almendras finamente molidas, sin su cáscara. Como la mayoría de frutos secos, se caracteriza por su bajo índice glucémico y su significativo contenido en proteínas, grasas saludables y vitamina E. Es ideal para recetas de repostería como los bizcochos densos y los panes. También reemplaza las migas de pan en recetas como las albóndigas y los empanados.

Garbanzo

La harina de garbanzo es una fuente significativa de proteínas de alta calidad, fibra, minerales y sustancias antioxidantes. En Oriente Medio y la India la utilizan desde hace cientos de años y, combinada con agua, podemos conseguir rápidamente una pasta parecida al hummus. También tiene un índice glucémico bajo y se emplea solo en recetas saladas porque en las dulces no suele quedar bien.

Arroz

La harina de arroz se elabora a partir de los granos de este cereal finamente molidos o triturados. Se puede hacer con arroz blanco, aunque también es válido utilizar el integral y puedes sustituirla por otras como la de trigo. Asimismo, aporta una textura similar en panes horneados, con la ventaja de estar compuesta por carbohidratos complejos, vitaminas y minerales.

“Las harinas de otros productos distintos de trigo pueden tener un buen valor nutricional, y serían aconsejables en caso de intolerancia confirmada al gluten. No podemos afirmar que una sea claramente mejor que las otras, simplemente contienen composiciones diferentes y distintas propiedades nutricionales en función del alimento utilizado”, asegura Alberto Goday, jefe de la sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital del Mar de Barcelona. A lo que Miló Muns, profesora de Nutrición y Salud de la Universidad Tecnocampus de Mataró, añade: “La harina de garbanzo se caracteriza por ser una fuente significativa de proteínas de alta calidad, fibra, minerales y sustancias antioxidantes, mientras que la de almendra (como la mayoría de frutos secos) se caracteriza por su bajo índice glucémico y su significativo contenido en proteínas, grasas cardiosaludables y vitamina E”.

Para elegir cuál usar debemos mirar bien su composición

Según los criterios de Mª Luisa López Díaz-Ufano, miembro del Grupo de Trabajo de Nutrición de Semergen:
  • No se puede recomendar el uso de harinas con alto contenido en sodio (garbanzo, avena, maíz) a pacientes hipertensos o con enfermedad cardiovascular. Consumo recomendado de máximo 2 gramos al día de sodio.
  • No se puede recomendar el uso de harinas con alto contenido en potasio (garbanzo, almendra, maíz) a pacientes con enfermedad renal.
  • No se puede recomendar el uso de harinas con alto contenido calórico (almendra, garbanzo, maíz) a personas con sobrepeso u obesidad.
  • No se puede recomendar el uso de harinas con contenido en prolaminas (trigo, centeno, avena y cebada) a pacientes celíacos.