Actualidad

salud

La mayoría de los pacientes presiona al médico para que le recete antibióticos

Si no se revierte la tendencia de usar antibióticos sin control, se estima que en 30 años el número de muertes provocadas en España por infecciones resistentes ascenderá a 40.000 anuales

Las resistencias a los antibióticos provoca anualmente 25.000 muertes en Europa, entre 1.500 y 2.000 en España.
Las resistencias a los antibióticos provoca anualmente 25.000 muertes en Europa, entre 1.500 y 2.000 en España.larazon

La idea de que un antibiótico es la mejor solución para curar un simple catarro está muy arraigada entre los españoles. De hecho, según un estudio reciente, la mayoría de los pacientes que acude a un médico por una infección del tracto respiratorio (dolor de garganta, resfriado, tos, gripe y similares) espera la prescripción de un antibiótico. Si lo recibe, su valoración sobre la calidad de la consulta es mucho más positiva que si no lo recetan.

Y eso no es todo, ya que, según la encuesta del Eurobarómetro del 2018, un 19% de los españoles (igual que el conjunto de los europeos) los utilizaron para tratar gripes o resfriados, algo totalmente desaconsejado, ya que estas infecciones son de origen viral y tratarlas con antibióticos no solo es inútil, sino que además ocasiona daños. Por un lado, generan resistencias bacterianas y, por otro, tienen efectos adversos como reacciones alérgicas y también diarrea.

Sin embargo, solo 4 de cada 10 españoles saben que la afirmación “los antibióticos matan virus” es falsa, algo contra lo que la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU ve necesario actuar, ya que, si continúa aumentando la resistencia a los antibióticos, las infecciones volverán a no tener cura como ya está ocurriendo en algunos casos.

El descontrol del uso de los antibióticos se convierte en un problema del que casi nadie se libra, pues cada vez que una persona toma antibióticos, aumentan las posibilidades de que las bacterias presentes en su cuerpo se hagan resistente a ellos. Pero, además, los antibióticos llegan al cuerpo humano también por otras vías, como la carne o sus derivados y otros alimentos que consumimos. El resultado es que las infecciones causadas por estas bacterias supervivientes no son tratables con ningún antibiótico disponible y se convierten en incurables, causando la muerte del paciente.

Los datos revelan que el número de muertes y discapacidades atribuibles a este fenómeno está en constante crecimiento. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, en el año 2016 murieron en España casi 3.000 personas a consecuencia de infecciones resistentes a los antibióticos. Y el pronóstico es que, si no se revierte la tendencia, en 30 años el número de muertos al año en España por este motivo ascenderá a 40.000.

De hecho, para la OMS usar demasiados antibióticos, tanto en humanos como en animales de granja destinados a la producción de alimentos, se ha convertido en el origen de la emergencia sanitaria más grave a escala planetaria: la resistencia a los antibióticos.

Las autoridades sanitarias llevan tiempo elaborando planes y estrategias para valorar y afrontar este problema. En España, se ha creado un Plan Nacional de Resistencias de Antibióticos en el que, entre otras cosas, se trata de mejorar los programas de prevención de infecciones en el entorno sanitario, donde las probabilidades de que haya bacterias resistentes y adquirir una infección no tratable son muy elevadas.

Pero además de tomar medidas globales y nacionales para revertir esta tendencia, y de seguir investigando en el desarrollo de nuevos antibióticos más efectivos, los consumidores también pueden poner de su parte para solucionar este problema. Como primera medida, OCU cree que los pacientes no deberían presionar al médico para que le prescriba un antibiótico, ya que no siempre es el tratamiento correcto.