Salud

Un buen nivel de vitamina D ayuda a prevenir la celiaquía

Una investigación alerta de la importancia de ingerir vitamina D para mantener la integridad de la barrera intestinal

Alimentos ricos en vitamina D
Alimentos ricos en vitamina DDreamstime

La celiaquía es una enfermedad autoinmune caracterizada por la atrofia de las vellosidades del intestino delgado tras la ingestión de alimentos con gluten y cursa con una malabsorción de vitaminas como la D. Con motivo del Día Nacional del Celiaco, el grupo de investigación CEU NutriFOOD, liderado por la catedrática de Nutrición y Bromatología Elena Alonso Aperte, alerta de la importancia de ingerir vitamina D, para fortalecer el sistema inmunológico, mantener la integridad de la barrera intestinal y evitar la aparición de la Enfermedad Celiaca.

La D es una vitamina liposoluble que se obtiene por síntesis en la piel con la exposición a la luz ultravioleta del sol o por la alimentación. Además de su clásico papel en el mantenimiento y la protección del sistema esquelético, investigaciones recientes parecen “demostrar nuevas funciones para la vitamina, entre las que se describen el actuar como modulador clave de la inflamación, la respuesta inmunológica y el mantenimiento de la barrera de la mucosa intestinal”, asegura Elena Alonso Aperte, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo.

Y parece resulta esencial en relación con la enfermedad celiaca (EC). Así, tal y como explica la experta, “la vitamina D, por su papel inmunomodulador, podría estar implicada en el debut en enfermedad celiaca. En este sentido, varios estudios demuestran una estacionalidad en el riesgo de desarrollar la enfermedad. Estudios realizados en Suecia, Israel, Estados Unidos e Italia demuestran que el riesgo de desarrollar EC es más alto en niños nacidos durante el verano y que existe un gradiente norte–sur en la prevalencia de EC. Esta observación epidemiológica podría estar relacionada con niveles bajos de 25-OH-vitamina D en las madres, debido a menor exposición solar en invierno, y en los niños en el momento de introducción del gluten, así como con la estacionalidad de las infecciones virales. Así, se postula que la deficiencia en vitamina D resulta en una alteración de la respuesta inmunológica que puede contribuir a alterar la mucosa digestiva, incrementado la susceptibilidad a la infección gastrointestinal y, por ello, incrementar el riesgo de desarrollar EC”.

¿Cómo mejorar el nivel de vitamina D?

Aunque el papel de la vitamina D en la patogénesis de la EC sigue sin esclarecer, el papel inmunomodulador de la vitamina D la liga necesariamente a esta condición. Los investigadores señalan que el déficit vitamínico se debe a una ingesta dietética deficiente. En la Enfermedad Celiaca, se recomienda llevar una alimentación sin gluten y consumir alimentos ricos en esta vitamina: pescados azules, huevos, lácteos y bebidas fortificadas. “Los alimentos ricos en vitamina D suelen ser aptos para el celiaco. En otro estudio estamos construyendo una base de datos de composición de alimentos sin gluten, pero éstos no suelen dar la composición en micronutrientes, ni vitaminas ni minerales. Tan solo 1% de ellos están enriquecidos en vitaminas y/o minerales, así que consideramos debería contemplarse el diseño de alimentos sin gluten y enriquecidos con vitamina D para los pacientes celiacos”, advierte Alonso Aperte.

Asimismo, destacan la importancia de tomar el sol, ya que la radiación solar es necesaria para sintetizar la mayor cantidad de vitamina D. Por ello, son necesarios 10-30 minutos de exposición diaria en manos, cara y brazos. “La vitamina D se encuentra en escasa concentración en los alimentos, limitada además a los pescados grasos, huevos y lácteos. Igualmente, la exposición solar es limitada y variable, ya que depende del estilo de vida, el uso de pantallas solares y la localización geográfica. De hecho, la deficiencia de vitamina D se puede considerar como una de las más prevalentes en la población general y en población celiaca se ha observado que una baja ingesta y una concentración deficiente en sangre es muy frecuente. En general, se considera que casi un tercio de la población sana presenta niveles de vitamina D en sangre insuficientes (30-75 nmol/l) o deficientes (<30 nmol/l)”, asegura la experta.

Según la catedrática de Bromatología y Nutrición, "la deficiencia en vitamina D es común en pacientes con síndromes de malabsorción intestinal como la enfermedad celíaca y la fibrosis quística. En mujeres celiacas también hemos observado que, comparadas con mujeres control, el riesgo de presentar deficiencia en vitamina D, medida a través de valores plasmáticos de 25-OH-vitamina D es un 10% más alto”.

Consecuencias en la salud

Los enfermos celiacos al diagnóstico suelen sufrir síntomas y déficits que, en su mayor parte, revierten al año de consumir una dieta exenta sin gluten. No obstante, algunas deficiencias, como es el caso de la vitamina D, permanecen en el tiempo. A consecuencia de este déficit, un síntoma visible en los pacientes celiacos es que tienen mayor riesgo de sufrir problemas óseos: densidad mineral ósea reducida, osteoporosis, raquitismo osteomalacia o fracturas. En la mayoría de los casos, se reducen tras un año siguiendo una dieta sin gluten y aumentando los niveles de vitamina D con la alimentación, la exposición del sol y, en algunos casos, la suplementación.

Asimismo, esta ausencia vitamínica puede provocar la debilitación del sistema inmunológico, ocasionando enfermedades autoinmunes. Además, estudios recientes demuestran que la vitamina D modula la respuesta inflamatoria y colabora en el mantenimiento de la barrera. De ahí que resulte de gran interés mejorar el estado nutricional en la vitamina en pacientes celiacos.