Oftalmología
Así es la cirugía de párpados, una herramienta frente a los trastornos de la visión
La blefaroplastia, además de mejorar el aspecto estético de la mirada, corrige alteraciones de la superficie ocular
La vista es, probablemente, el sentido más determinante en nuestro día a día, más incluso ahora, cuando la mirada se convierte, por culpa de la mascarilla, en nuestra principal tarjeta de presentación. De hecho, la pandemia ha aumentado el número de cirugías relacionadas con la mirada y los párpados, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Ocular y Orbitaria (Secpoo).
Y esto no es una cuestión baladí, ya que más allá de un problema estético, puede derivar en contratiempos más graves de salud: «La alteraciones mas comunes están relacionadas con los cambios ocasionados por la edad, como el exceso de piel en los párpados o dermatocalasia, la presencia de bolsas de grasa y las mal posiciones palpebrales como el párpado caído, el ectropión y entropión ocasionados por la rotación del párpado hacia adentro o hacia afuera por pérdida de la elasticidad y que pueden generar molestias en los ojos. En pacientes jóvenes los quistes, los orzuelos y la blefaritis cada vez resultan más frecuentes y están asociados al ojo seco», explica la doctora Sonia Janneth Hincapié, especialista en Oftalmología y cirugía oculoplástica del Hospital Quirónsalud San José de Madrid, quien advierte de que «los problemas en los párpados pueden generar sensación de pesadez y cansancio, picor, escozor, ojo rojo, lagrimeo, limitación del campo visual e incluso trastornos en la visión».
Tal y como explica la especialista, «en las vías lagrimales la patología más común es la obstrucción, la cual generalmente se manifiesta por lagrimeo y legaña persistente y en casos severos por cuadros infecciosos que requieren ser tratados con antibioticoterapia y por supuesto con cirugía».
Calidad de vida
Cualquier alteración que aparece sobre los párpados o sobre la visión influye directamente en la calidad de vida de quien la padece, de ahí que resulte imprescindible actuar y poner remedio a estos problemas. Y esto sucede «no sólo desde el punto de vista funcional del párpado y de la salud visual, si no también desde la estética del párpado, pues en el mundo en el que vivimos hoy, es casi tan importante una buena visión como el aspecto de los párpados para proyectar una buena salud», recuerda la doctora Hincapié.
El síndrome de blefarocalasia es una enfermedad de los párpados poco conocida que se caracteriza por la aparición de edema e inflamación palpebral recurrente, uni o bilateral. «Se inicia generalmente durante la adolescencia y aunque su etiología es desconocida, parece ocasionarse por retención de líquido alrededor del párpado», asegura la especialista, quien detalla que «el tratamiento generalmente es médico, pero con el paso del tiempo lleva a exceso de piel y protusión de bolsas de grasa, que requieren ser tratadas mediante una cirugía de blefaroplastia».
Lo más aconsejable es que, ante cualquier signo o síntoma en los párpados, el paciente acuda a un oftalmólogo especialista en párpados, ya que será este profesional el encargado de realizar un diagnóstico preciso y de definir el tratamiento médico o quirúrgico más adecuado en cada caso, con el objetivo de instaurar de forma temprana el tratamiento y de prevenir las posibles complicaciones a largo plazo. «La cirugía de párpados más frecuente es la blefaroplastia, que consiste en la extirpación del exceso de piel y bolsas de grasa presentes en los párpados. Antes de realizar esta intervención el oftalmólogo valorará la presencia de ojo seco y/o de otras patologías oculares asociadas que puedan influir sobre el resultado de la cirugía, pues no hay que olvidar que la función principal del párpado es proteger el globo ocular, por lo tanto cualquier intervención realizada en los párpados tiene repercusión sobre la superficie ocular», asegura la doctora Hincapié.
Sin hospitalización
En general la cirugía de párpados no requiere hospitalización y no resulta molesta ni dolorosa. «El tratamiento tras la cirugía puede ser realizado por el propio paciente, quien puede retomar su vida “normal” entre siete y diez días después de la intervención», detalla la especialista. Para garantizar el éxito de esta cirugía resulta imprescindible contar con un equipo multidisciplinar bien formado «donde participa el oftalmólogo especialista en párpados, un anestesista, instrumentista y personal auxiliar, para asegurar no sólo una cirugía segura y eficaz, si no también para ofrecer comodidad y confianza durante el procedimiento», concluye la experta.
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