¿Cómo detectar y prevenir un lunar maligno?

Controlar y prestar atención a las manchas y a los lunares que aparecen en nuestro cuerpo es muy importante. Y ahora que se acerca el verano, y que estamos más expuestos al sol, lo es incluso más. Pero para controlar y entender qué estamos observando es básico saber qué debemos tener en cuenta cuando aparece un lunar o una mancha. Esto debe ser el paso previo a visitar al dermatólogo. El uso continuo de crema solar y protegerse bien durante las horas en las que el sol golpea más fuerte, como al mediodía, son medidas que se deben emplear siempre para prevenir cualquier cáncer de piel, como el melanoma. Por eso es importante saber cómo detectar un lunar maligno.

Los lunares se producen por acumulación de melanina y suelen aparecer como pequeñas manchas de marrón oscuro. Pueden salir en cualquier parte del cuerpo. A las personas con tendencia a quemarse por la exposición al sol, pelirrojas o con la piel muy sensible o clara e les aconseja visitar al dermatólogo con frecuencia. Este año, además, debido al confinamiento, las pieles están menos habituadas al contacto directo con el sol, por lo que las medidas de prevención deben ser más estrictas, si cabe.

¿Cómo saber si un lunar es sospechoso?

A veces aparecen manchas o lunares nuevos. O los lunares cambian de forma y aspecto. Y de ahí que debamos prestar atención a estas actitudes de nuestra piel y tener cierto conocimiento por si detectamos manchas y lunares sospechosos, sobre todo para detectar melanomas malignos. Y así, en caso de duda, visitar cuanto antes al dermatólogo. Sin embargo, cabe recordar que la mayoría de los lunares son inocuos, benignos.

Aunque las manchas y los lunares aparecen en cualquier parte del cuerpo, los que pueden acabar convirtiéndose en melanomas suelen localizarse en las partes del cuerpo más expuestas al sol: abdomen, pecho, espalda, orejas, cara y piernas. Y aunque el melanoma maligno es el más visible a través de los lunares sospechosos, no es el único cáncer de piel existente. Están también el cáncer basocelular y las células escamosas o espinocelulares.

Para detectar un melanoma maligno existe más práctica que sencilla o precisa. Se trata de la regla del ABCDE, que corresponde a lo siguiente:

• A.- Asimetría: cuando la mitad de un lunar no es igual a la otra mitad.
• B.- Bordes irregulares: cuando los bordes son desiguales, irregulares, borrosos o dentados.
• C.- Color: cuando los colores son rojizos, blanquecinos o azulados sobre lesiones de color negro. Estos son los colores más peligrosos.
• D.- Diámetro: cuando el lunar mide más de 6 milímetros o ha aumentado de tamaño, pasando a ser mayor de 6 milímetros.
• E.- Evolución: cuando el lunar experimenta cambios de tamaño o forma.

Ahora que llegan los meses de calor es cuando más cuidado debemos tener con nuestra piel. Y hay muchas falsas creencias vinculadas a la belleza que ponen en riesgo nuestra salud.

El factor de la crema solar influye en el bronceado

Esta afirmación es falsa. Lo que hace el factor es proteger a la piel de los rayos ultravioleta (UV). Los rayos UV son nocivos para la piel, y son los que incrementan las posibilidades de que salgan manchas. Lo recomendable es usar factor 50, pero si no se tiene a mano se debe conseguir, como mínimo, una de 20. El factor de protección no afectará al bronceado. Y es más, aunque haga que el broceado se consiga de forma más gradual, en cualquier caso hará que sea más duradero pues la piel estará más sana.

Tomar el sol entre las 14:00 horas y las 16:00 horas

Se dice que es cuando más da el sol, cosa que es verdad, pero son a la vez las horas más peligrosas. Los niveles de radiación de los rayos UV, a esas horas, son los más altos. Por eso lo aconsejable es evitar esas horas del día. Y, si no es posible, protegerse bien, ya sea con una gorra y camiseta, además de con crema solar de factor alto.

El bronceado no protege

A veces nos relajamos una vez hemos alcanzado el nivel de bronceado deseado. Pero el bronceado no protege de los rayos UV. Uno, al broncearse, no se quema, pero la radiación sigue afectando.

Por eso, a estas alturas del año, más vale prevenir que curar. Y las medidas de prevención son bien sencillas, no suponen grandes esfuerzos, y evitan problemas mucho mayores. Limitar la exposición a los rayos ultravioletas es la clave para evitar lunares sospechosos que acaben convirtiéndose en melanomas. ¿Cómo prevenir el melanoma?

• Llevar camisa, camiseta, blusa, pareo o cualquier cosa que cubra el torso.
• Evitar tomar el sol entre las 14:00 horas y las 16:00 horas.
• Untarse de crema solar, mínimo de factor 20. Lo ideal es factor 50.
• Colocarse un sombrero, una gorra o una visera que proteja la cara.
• Llevar gafas de sol para proteger los ojos y la piel de alrededor.
• Proteger también los brazos y las piernas de la exposición al sol.
• Buscar sombra.
• Examinar y controlar los lunares que uno ya tiene o que acaba de descubrir.
• Llevar sombrilla a la playa.
• Proteger a los más pequeños.
• No abusar de las camas de rayos UVA.
• En caso de duda, visitar al dermatólogo.