¿Qué provoca la EPOC?

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en una patología respiratoria inflamatoria crónica que genera una obstrucción del flujo de aire de los pulmones y una dificultad para vaciar el aire de estos. Es la tercera causa de muerte en el mundo y una de las enfermedades crónicas más frecuentes en España.

Cerca del 12% de la población española mayor de 40 años tiene EPOC, siendo más frecuente en hombres que en mujeres. Dentro del curso de la enfermedad se pueden producir agudizaciones o exacerbaciones, en las que se da un empeoramiento agudo de los síntomas respiratorios que requiere más tratamiento y en ocasiones ingreso hospitalario.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

La causa principal es fumar o respirar humo de tabaco durante un periodo largo de tiempo, por lo que el dejar de fumar es la medida más importante para prevenir la enfermedad y en caso de padecerla, evitar que progrese.

¿Cómo puede un paciente reconocer que la tiene?

En las etapas iniciales de la enfermedad los signos y síntomas pueden ser leves e inespecíficos y según avanza la enfermedad van progresando y aumentando en intensidad. Los signos y síntomas más habituales son tos y dificultad para respirar o disnea, y también puede haber un aumento en la producción de moco. El diagnóstico se realiza con una prueba llamada espirometría que permite detectar si hay obstrucción del flujo de aire en los pulmones, y consiste en llenar los pulmones todo lo que uno pueda, para después soltarlo todo de la forma más rápida posible.

Es importante que todas las personas con 40 o más años que fuman o han fumado y que noten alguno de los síntomas anteriormente citados, lo consulten con su médico para que valore la necesidad o no de realizarse dicha prueba y detectar cuanto antes la enfermedad.

¿Qué tratamientos existen? ¿Se puede curar?

Es una enfermedad crónica de los pulmones, por lo que no se puede curar completamente, y aunque el tratamiento no puede eliminar por completo los síntomas, puede contribuir a controlarlos, disminuir la frecuencia de las agudizaciones y ralentizar la progresión de la enfermedad. Su tratamiento se administra a través de los inhaladores y hacen su efecto directamente en los pulmones cuando se inhalan o inspiran por la boca.

Hay que tener en cuenta dos factores importantes con relación al tratamiento inhalador: cumplir la pauta prescrita por su médico y es fundamental que los profesionales sanitarios enseñen cómo administrarse correctamente el tratamiento y revisen de forma periódica que se lo está administrando de forma adecuada, ya que errores en la realización de la técnica hace que no sea efectivo. Cuando la enfermedad empeora, el sistema respiratorio no consigue asegurar el oxígeno suficiente al resto de órganos y puede ser necesario poner tratamiento con oxígeno domiciliario. En este caso, es necesario cumplir las horas que le haya indicado su médico.

Una vez diagnosticado, ¿qué estilo de vida debe seguirse?

Llevar un estilo de vida saludable: dejar fumar es la principal medida para evitar que la enfermedad empeore; vacunarse de la gripe, del neumococo y de la Covid-19 ayuda a prevenir agudizaciones de la enfermedad; también es muy importante realizar actividad física diaria y llevar una alimentación sana y equilibrada que aporte los nutrientes necesarios y prevenga la desnutrición y el sobrepeso.