Coronavirus

La mitad de las enfermeras se plantea abandonar la profesión

Una macroencuesta recoge que el 85% ha visto afectada su salud mental durante la pandemia: un tercio ha sufrido depresión; 6 de cada 10 insomnio; y algo más de dos terceras partes, episodios graves de ansiedad

Los profesionales sanitarios acumulan muchos meses de estrés por culpa de la pandemia
Los profesionales sanitarios acumulan muchos meses de estrés por culpa de la pandemiaCOEVCOEV

Dos años prácticamente ininterrumpidos de pandemia han tenido un impacto demoledor en las enfermeras que trabajan en España. Así lo demuestra “Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera” -una macroencuesta realizada por el Consejo General de Enfermería (CGE) de España a 19.300 de estos profesionales durante las primeras semanas de enero de 2022- según el cual un tercio de ellos (33%) reconoce haber sufrido depresión, 6 de cada 10 confirman haber padecido insomnio (58,6%) y algo más de dos terceras partes ha tenido episodios graves de ansiedad (67,5%).

El estudio demuestra, por primera vez y con absoluta evidencia científica, el coste psicológico y emocional que ha supuesto la pandemia por covid para las enfermeras y enfermeros españoles. El 84,7% de profesionales reconoce que se ha visto afectada su salud mental por culpa de la pandemia, una huella que ha resultado aún más profunda entre aquellos que trabajan en Cuidados Intensivos, Atención Primaria, Sociosanitaria y Urgencias. Asimismo, la covid ha generado episodios de estrés en el 88,5% de los profesionales y el 58,4% temor y miedo.

Y el problema es que no se atisba la salida porque la lucha contra el virus mantiene en un bucle asistencial a casi el 80% de los profesionales, que se ve obligado a dedicar la mayor parte de su tiempo de trabajo a la covid y no puede prestar la asistencia que querría al resto de sus pacientes. El resultado de tantos y tantos meses de desgaste ha tenido consecuencias muy graves para su salud metal.

Situación insostenible

Estos datos ponen de manifiesto la situación insostenible que vive la profesión enfermera y su creciente indignación, tal y como ha explicado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “una radiografía rigurosa que viene a demostrar la presión asistencial y de todo tipo a la que están sometidas las enfermeras. Una situación que viene de muy atrás y que desde hace dos años se ha agravado por la pandemia del covid”.

Así, ha recordado que que “España sufre un déficit crónico de enfermeras que pone en peligro el sistema sanitario y el bienestar de una sociedad cada vez más envejecida y aquejada de enfermedades crónicas, unos ciudadanos con una creciente necesidad de cuidados. De verdad, no podemos seguir maltratando a una profesión fundamental para la salud de la población y para el futuro de la sostenibilidad del sistema sanitario, ni mantener con un número de profesionales que está a años luz de las necesidades asistenciales de la profesión, no podemos estar tan alejados de países de nuestro entorno y nivel socioeconómico como Reino Unido o Francia”.

Profesionales extenuados

Enfermeras extenuadas, desmotivadas y, muchas de ellas, a punto de “abandonar la profesión”. Esa es la triste realidad que refleja: así, casi la mitad (46,5%) ha barajado la posibilidad de dejar la profesión y 3 de cada 10 de los profesionales (28,4%) no volverían a estudiar la carrera si pudiesen dar marcha atrás. El 62.8% de los profesionales que reúnen los requisitos para obtener la jubilación en cualquiera de sus fórmulas, se está planteando solicitarla. Tras los aplausos durante el confinamiento, la profesión enfermera se siente absolutamente abandonada y ha perdido completamente la fe en llegar a ver resueltas algún día las diferentes dificultades, obstáculos y precariedades que tiene que sufrir jornada tras jornada. Y es que, prácticamente, el cien por cien (98,7%) de los profesionales ni se siente reconocido por los políticos ni confía en que estos den soluciones.

Pérez Raya ha destacado que, “las enfermeras llevan décadas denunciando las condiciones laborales que tienen que soportar con contratos precarios que duran incluso días sueltos, rotaciones por todo tipo de servicios clínicos, salarios muy bajos, pérdida de poder adquisitivo durante una década y altas cargas asistenciales por tener una de las ratio de enfermera por paciente más baja de Europa. La sobrecarga asistencial, que ha supuesto la pandemia por Covid-19 para todas ellas, ha sido la puntilla para esta profesión, tanto en el ámbito profesional, como en el emocional”.

Así, el descontento y la indignación actual de las enfermeras es tan generalizado que el 91,7% cree que es necesario movilizarse ya para conseguir medidas efectivas que pongan solución a factores como la sobrecarga de trabajo, el agotamiento físico y mental, las condiciones laborales, el reconocimiento profesional y el desarrollo efectivo de las especialidades enfermeras.