Investigación

Bajar de forma estricta el nivel de azúcar por diabetes gestacional reduce el riesgo del bebé pero puede aumentar el de la madre

Así se desprende de un estudio publicado en “PLOS Medicine”

Embarazo y ejercicio
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La diabetes gestación es la presencia de azúcar alta (glucosa) en la sangre que empieza o se diagnostica por primera vez durante el embarazo. Se tiene más riesgo de padecerla si se tiene más de 30 años, obesidad o si se tienen antecedentes familiares de diabetes, entre otros factores.

Todavía no se conocen las causas exactas que generan la diabetes, aunque parece que el origen se encuentra en las hormonas del embarazo.

La diabetes mellitus gestacional es un problema global creciente con importantes complicaciones de salud a corto y largo plazo para la madre y su bebé. El tratamiento tiene como objetivo reducir la hiperglucemia materna, aunque aún no se sabe cuán estricto debe ser el control glucémico para minimizar los riesgos maternos y perinatales.

Se trata de una situación potencialmente peligrosa para la madre y para el feto, por lo que es necesario un adecuado diagnóstico y tratamiento, que habitualmente consiste en dieta y ejercicio para controlar los niveles sanguíneos de glucosa.

El principal riesgo de los hijos de madres diabéticas consiste en un peso excesivo al nacimiento (denominado macrosomía), ya que estos fetos tienen un mayor riesgo de lesión durante el parto que los de peso normal, entre otros riesgos.

Por eso bajar el nivel de azúcar en sangre resulta clave. Ahora bien, ¿cuánto? Esa es la pregunta que se hizo un equipo de investigadores de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) que ha concluido que bajar el nivel de azúcar en sangre para las madres con diabetes gestacional de forma estricta en comparación con objetivos glucémicos menos rígidos no redujeron el riesgo de un bebé grande para la edad gestacional, pero sí redujeron la morbilidad infantil grave, aunque aumentó la morbilidad materna.

Estos hallazgos, publicados en “PLOS Medicine” se pueden usar para ayudar a tomar decisiones sobre los objetivos glucémicos que deben usar las mujeres con diabetes gestacional.

Para determinar si un control más estricto es mejor, los investigadores realizaron un estudio con 1.100 mujeres embarazadas con diabetes gestacional (1.108 bebés) atendidas en 10 hospitales de Nueva Zelanda.

Durante el estudio, cada centro médico cambió de objetivos de azúcar en sangre más altos a más bajos, y se compararon los resultados de las mujeres y los bebés de cada grupo.

Aunque un control más estricto de la glucemia no hizo que los bebés fueran más grandes de lo esperado, sí redujo a la mitad el riesgo de muerte infantil, traumatismos y distocia de hombros durante el parto. Sin embargo, un control más estricto casi duplicó el riesgo de resultados de salud graves para la madre, como una hemorragia posparto importante, entre otras complicaciones.

El estudio es la mayor comparación aleatoria de dos objetivos de nivel de azúcar en sangre realizada hasta la fecha en una población diversa. Sin embargo, los investigadores señalan que todavía es necesario confirmar sus resultados mediante otros ensayos aleatorios y en diferentes entornos sanitarios.