Drogas

Los efectos impredecibles de las drogas sintéticas: pueden incluso inducir un coma

Internistas alertan del grave peligro de consumir estas sustancias, elaboradas de manera artificial y cuya composición se desconoce

Alijo de drogas sintéticas, MDMA, incautado en una de los dos operaciones llevadas a cabo hoy por la Policía Nacional
Alijo de drogas sintéticas, MDMA, incautado en una operación de la Policía Nacionallarazon

Las drogas sintéticas, elaboradas de forma artificial para imitar o potenciar los efectos de otras sustancias psicoactivas, se han convertido en un reto creciente para los profesionales sanitarios. Además de la conocida crisis del fentanilo, que ha causado estragos especialmente en Estados Unidos pero también en alguns países de Europa, una amenaza creciente son los nitazenos, hasta 500 veces más potentes que la heroína. El mayor problema es que su dosificación es prácticamente imposible de controlar, porque la "dosis segura" es tan ínfima que resulta casi incontrolable. Desde 2021 se han documentado en Europa brotes de sobredosis vinculados a la presencia de nitazenos que adulteraban heroína de mala calidad y también a pastillas falsificadas. El pasado 21 de octubre se registró en Europa la primera muerte por sobredosis de esta sustancia.

Muy peligrosas son también las drogas sintéticas "tradicionales" como el éxtasis (MDMA), el LSD o las anfetaminas y otras cuyo consumo ha aumentado en los ultimos años como el cloretilo, las llamadas "sales de baño" (3-MMC y 4- MMC) o el modafinilo o "pastilla de la inteligencia".

Médicos internistas españoles han advertido de que la composición cambiante de estas sustancias y su falta de control provocan efectos impredecibles que, en los casos más graves, pueden desembocar en convulsiones, fallos orgánicos o incluso coma. Lo han hecho durante el 46º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y el 39º Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (SADEMI), que se está celebrando en Córdoba esta semana.

Sara Carrascosa, del Servicio de Medicina Interna del Consorcio Hospital General Universitario de Valencia, ha recordado que estas sustancias "no tienen nada que ver con las drogas naturales ilícitas", como el cannabis o la cocaína en su origen vegetal. "Su composición es mucho más variable y sus efectos, más impredecibles. Además, sufren cambios continuos en su formulación para eludir restricciones", ha explicado. Ese dinamismo químico hace que los profesionales se enfrenten a sustancias nuevas con escasa información sobre sus consecuencias reales en el organismo.

Mercado negro

En Europa, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías lleva más de una década detectando nuevas sustancias psicoactivas, muchas comercializadas en internet o en mercados clandestinos. En 2023 se superaron las mil sustancias monitorizadas desde que existe el sistema de alerta europeo, entre ellas cannabinoides sintéticos, catinonas y opioides sintéticos. Su rápido cambio y aparición dificultan tanto la regulación como la identificación clínica en urgencias.

En este sentido, Mariño Fernández, del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, ha subrayado que estas drogas pueden ser compuestos conocidos modificados químicamente o moléculas completamente nuevas. En ambos casos, actúan sobre sistemas clave de señalización neuronal -como los circuitos dopaminérgicos, serotoninérgicos o noradrenérgicos- , lo que explica su capacidad para alterar el estado de ánimo, la percepción y el comportamiento. Algunas imitan efectos estimulantes, otras depresores o alucinógenos, lo que añade otro nivel de incertidumbre.

Signos de alerta

Los primeros signos que pueden advertir a familiares o amigos de un consumidor incluyen irritabilidad, euforia, cambios drásticos en el sueño y alteraciones en las relaciones sociales. No obstante, los especialistas recuerdan que el consumo en sí mismo no constituye una enfermedad. Es en el contexto de un trastorno por dependencia cuando suelen observarse problemas en el trabajo, aislamiento social o deterioro del funcionamiento diario.

Los riesgos físicos pueden aparecer incluso tras consumos esporádicos. A corto plazo, estas sustancias pueden desencadenar arritmias, hipertensión, riesgo de cardiopatía isquémica o accidentes cerebrovasculares. A nivel neurológico, son frecuentes la agitación extrema, las convulsiones y los cuadros de coma. Aunque los efectos a largo plazo no están bien definidos debido a la novedad de muchas moléculas, los internistas advierten de posibles complicaciones neurológicas, psiquiátricas y cardiovasculares. En los casos más graves, se han descrito insuficiencia hepática aguda, síndromes coronarios y encefalopatías.

Ante este escenario, los médicos internistas reivindican su papel en la detección y manejo de complicaciones. "Tenemos un papel fundamental en el diagnóstico diferencial, la estabilización del paciente intoxicado y la coordinación del seguimiento a medio y largo plazo", ha señalado Carrascosa. Su visión global del paciente, desde urgencias hasta la hospitalización y la consulta, resulta clave cuando están comprometidos varios órganos a la vez.

Aun así, los especialistas piden prudencia ya que, actualmente "no existe evidencia de que el uso o circulación de drogas sintéticas esté generando un problema clínico en escalada" en España. La prioridad para ellos es conocer mejor estas sustancias para poder identificar precozmente sus efectos, ofrecer una atención segura y reforzar la prevención en un contexto donde la química evoluciona más rápido que la normativa.