Reproducción asistida
Tengo más de 40 años y deseo intentar ser madre con mis propios óvulos, ¿cuáles son los mejores tratamientos para conseguirlo?
La reproducción asistida ofrece tratamientos especializados a aquellas mujeres de más de 40 años que deciden intentar, aun conociendo la mayor tasa de éxito de la ovodonación, ser madres con sus propios óvulos.
Ser madre con óvulos propios superados los 40 años se ha convertido en una lucha para muchas mujeres. Sea por la causa que sea, lo cierto e innegable es que la mayoría de las pacientes de las clínicas de fertilidad superan los 40 años y que la causa más común de su infertilidad no es otra que su baja reserva ovárica unida a la mala calidad de sus óvulos, causadas ambas por la edad (las mujeres comienzan a perder su capacidad reproductiva a partir de los 35 años), por lo que son muchas las clínicas de fertilidad que aconsejan a estas pacientes recurrir a la ovodonación para tener mayores probabilidades de éxito en conseguir el embarazo.
Llegados a este punto, la realidad es que la decisión de optar por una donación de óvulos para conseguir el sueño de ser madre es muy difícil, y que la mayoría de estas mujeres prefieren «luchar» hasta el final, aunque no siempre encuentran el apoyo e información necesarios. Son muchas sus dudas, sus preguntas y sus temores. Para despejar incógnitas, hemos entrevistado a los doctores Jan Tesarik y Raquel Mendoza Tesarik, directores de Clínica MARGen, pionera ya en los años 2000 del desarrollo de varios tratamientos específicos para mejorar la calidad de los óvulos, así como para conseguir con la estimulación ovárica el mayor número posible de óvulos.
1ª Doctor Tesarik, es usted reconocido internacionalmente por sus trabajos científicos y tratamientos pioneros en lograr embarazos con óvulos propios en mujeres mayores de 40 años,¿puede explicarnos en qué basa estos tratamientos para obtener un mayor porcentaje de éxito?
En estos casos hay que partir de que el mayor problema de fertilidad en mujeres mayores de 40 años está asociado con la mala calidad de los óvulos debido a su edad. Diferentes anomalías cromosómicas (aneuploidías) son las causas más frecuentes. Un óvulo maduro normal tiene 23 cromosomas. Después de la fecundación, los cromosomas del óvulo se complementan con los cromosomas provenientes del espermatozoide (también 23), restableciendo así el número normal de cromosomas en las células de un organismo adulto (46), cada cromosoma en dos copias, una del origen materno y la otra del origen paterno. Si un óvulo aporta un cromosoma de más, este cromosoma va a sobrar en el embrión después de la fecundación (trisomía). A su vez, si un cromosoma falta en el óvulo, el embrión tendrá solo una copia del cromosoma en lugar de dos (monosomía). La mayoría de trisomías y monosomías lleva a un fracaso de la implantación de los embriones afectados en el útero materno o a un aborto espontáneo. Solo algunos embriones aneuploides pueden sobrevivir, pendiente del tipo del cromosoma afectado, lo que dará como resultado un nacimiento de un bebé con anomalías.
Pero los problemas de óvulos de mujeres mayores no se limitan al número de los cromosomas. Otros componentes de los óvulos están también frecuentemente dañados. Se trata sobre todo de mitocondrias, orgánulos citoplasmáticos responsables de la generación de energía necesaria para varios procesos celulares. Se ha observado que las transferencias de embriones con el número normal de cromosomas (euploides) provenientes de los óvulos de mujeres mayores resulta en menos nacimientos en comparación con los embriones euploides provenientes de los óvulos de mujeres jóvenes.
Por todo ello aplicamos tratamientos que pueden rejuvenecer los óvulos de mujeres mayores, tanto en lo que concierne a los cromosomas como a las mitocondrias. Desde los años 90 se empezó a utilizar experimentalmente la hormona de crecimiento, pero la primera prueba científica fiable mediante un ensayo prospectivo, controlado y aleatorizado fue publicada en el año 2005 por un equipo de científicos al que tuve el privilegio de liderar. Aquel estudio estuvo enfocado solo a mujeres de más de 40 años de edad, pero estudios posteriores que también dirigí demostraron efectos beneficiosos de la hormona de crecimiento también en mujeres más jóvenes, pero con una baja calidad de óvulos y en casos del síndrome de ovarios poliquísticos.
Para analizar los efectos de la hormona de crecimiento sobre los óvulos, edité un conjunto de artículos de autores de varios países que reuní en un número especial de la revista científica Frontiers in Endocrinology.
En cuanto a las mitocondrias, el factor principal de su deterioro es el estrés oxidativo. Aquí también el tratamiento de las mujeres con la hormona de crecimiento es de ayuda, ya que la hormona de crecimiento activa varios mecanismos intracelulares responsables de la eliminación de los radicales libres de oxígeno, causantes del estrés oxidativo. Pero aparte de la hormona de crecimiento, un abanico de sustancias antioxidantes puede ser útil. Entre ellas destaca la melatonina, que combina un efecto antioxidante directo con un efecto hormonal indirecto que consiste en la activación de procesos antioxidativos en los óvulos por mecanismos similares a los involucrados en el efecto de la hormona de crecimiento. Los efectos de diferentes antioxidantes, tanto directos como indirectos, están resumidos en un artículo que escribí para la revista científica Biomedicines.
Por otro lado, un estudio que coordiné y que fue publicado en la revista Journal of Gynecology, Obstetrics and Human Reproduction, demostró que tanto la calidad como la cantidad de óvulos disponibles para la fecundación in vitro (FIV) se pueden mejorar por un tratamiento oral con pentoxifilina. La pentoxifilina disminuye la eliminación de adenosín monofosfato cíclico dentro de las células ováricas que participan al desarrollo de los óvulos. De hecho, el adenosín monofosfato cíclico es el “segundo mensajero” que transfiere la señal generada por las dos hormonas gonadotropinas que controlan el desarrollo y la maturación de los óvulos, la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Al inhibir la eliminación de adenosín monofosfato cíclico, la pentoxifilina potencia el efecto de FSH y LH, lo que es beneficioso para los óvulos de mujeres mayores en las cuales la cantidad de receptores para estas dos gonadotropinas suele estar disminuida.
Resumiendo mi respuesta, los numerosos estudios y trabajos científicos que he realizado, dirigido y coordinado en mi extensa trayectoria profesional sobre si es posible y cómo aumentar las tasas de éxito en mujeres de más de 40 años con óvulos propios indican, sin lugar a dudas, que sí es factible, y que la hormona de crecimiento, los antioxidantes y la pentoxifilina juegan un papel muy importante en ello, siempre, por supuesto, con protocolos y tratamientos personalizados.
2º Tras la información médica y científica del doctor Jan Tesarik, que esperamos sea de ayuda a todas las mujeres que han elegido luchar hasta el final por ser madres con sus propios óvulos a pesar de la diferencia de las estadísticas de éxito frente a la ovodonación, hemos preguntado a la doctora Raquel Mendoza, como cierre a este artículo, una cuestión muy importante para estas «luchadoras»: Como profesional, y sobre todo como persona, ¿cree que se debe de apoyar con todos los medios existentes a estas mujeres hasta agotar la más mínima posibilidad antes de pasar a plantear la ovodonación?
Personalmente creo que lo más importante es informar a las mujeres de la probabilidad de tener un bebé con sus propios óvulos en comparación con la ovodonación. Esta probabilidad puede oscilar entre 5% y 20% pendiente de la edad exacta de la mujer, de sus valores hormonales, del aspecto de sus ovarios (evaluado por ecografía vaginal), de eventuales comorbilidades, pero también de la calidad de esperma de su pareja. Esto es bastante menos en comparación con la ovodonación (75-80%), pero algunas mujeres prefieren agotar sus últimas posibilidades incluso en estas condiciones. Yo nunca doy consejos, solo información. Creo que es la responsabilidad de cada pareja tomar su propia decisión después de recibir la información completa y exacta sobre su situación. Por supuesto, si la pareja elige proceder con los propios óvulos de la mujer, nosotros hacemos todo lo posible para alcanzar la meta: un bebé sano.
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