Cirugía

La tecnología que revoluciona el abordaje del varicocele

Esta patología la causa objetivable de infertilidad que con más frecuencia se encuentra en el varón

El doctor Siles durante una intervención
El doctor Siles durante una intervenciónQuironSaludQuironSalud

El varicocele es una dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos. Habitualmente no causa síntomas importantes, pero en algunos casos puede causar dolor, pesadez, atrofia testicular.

Esta disfunción circulatoria de las venas testiculares se suele formar durante la pubertad y se diagnostica en un control médico rutinario ante alguno de los síntomas mencionados, que incluso pueden ser motivo de infertilidad.

Existen varios métodos quirúrgicos para tratarla. Tal y como explica Alexander Siles, especialista de Cirugía Pediátrica del Hospital Quirónsalud Málaga, «hay un gran número de procedimientos cuyo objetivo es ligar u ocluir las venas espermáticas: se pueden realizar por cirugía abierta, laparoscópica y radiología intervencionista». Sin embargo, la preferencia del equipo médico de Quirónsalud Málaga es la cirugía laparoscópica abdominal por sus múltiples ventajas: más eficacia, mejor recuperación y estética.

¿Qué es el hidrocele?

De hecho, han ido más allá y empezado a realizar intervenciones mínimamente invasivas guiadas por fluorescencia; «una auténtica revolución, ya que la tecnología de visualización con verde de indocianina nos permite diferenciar de manera fluorescente estructuras que el ojo humano no puede», asegura Siles.

Este equipo se convierte, así, en uno de los pioneros de la medicina privada en Andalucía en la utilización de este tipo de procedimiento. En los últimos años, según apunta, la fluorescencia con verde de indocianina (indocyanine green o ICG) se ha introducido en la cirugía laparoscópica para mejorar la visualización y proporcionar información anatómica detallada durante las cirugías. «Esta tecnología de guiado por la imagen avanzada nos permite mejorar técnicas en otros ámbitos de la cirugía mínimamente invasiva pediátrica (oncológica, torácica, digestiva, etcétera)», comenta el especialista.

Y es que la complicación más frecuente de la cirugía laparoscópica de este tipo de intervención es la aparición de hidrocele, lo cual está relacionado con la imposibilidad de identificación y visualización de los vasos linfáticos; problema que desaparece con el uso de la guía con fluorescencia. Por eso, el empleo de ICG como marcador de los vasos linfáticos en el tratamiento del varicocele por laparoscopia, «reduce al mínimo la posibilidad de aparición de complicaciones como el hidrocele residual tras la cirugía».

Causa de infertilidad

Lo que está claro es que se trata de un avance que mejora de la técnica habitual, por lo tanto la indicación quirúrgica es similar en todas las ocasiones. «El varicocele se trata de la causa objetivable de infertilidad que con más frecuencia encontramos en el varón. Su reparación en el adolescente por asimetría testicular consigue una mejoría del tamaño testicular y de la calidad del esperma, trascendental para la fertilidad futura», apunta Siles.

Así, su uso «se está extendiendo recientemente, sus aplicaciones en cirugía pediátrica y del adolescente se están implementando de manera paulatina, constituyendo una auténtica revolución sus múltiples usos en nuestra especialidad», asegura Siles.

«Uno de los objetivos principales de nuestro servicio es la incorporación de las últimas técnicas de cirugía mínimamente invasiva aplicadas a Pediatría, suponiendo un gran avance que ha llegado para quedarse», añade Fernando Camacho, jefe de Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Quirónsalud Málaga.

¿Cuál es su incidencia?

►Se puede encontrar varicocele en el 6% de los niños de diez años.
►En el caso de los de 13 años de edad, esta cifra asciende al 15% de los chicos, un porcentaje muy similar al encontrado entre los varones adultos.
►Entre las parejas infértiles, la incidencia de esta patología se encuentra en tres de cada diez casos.