¿Qué es la dismorfofobia o el trastorno dismórfico corporal?

Los defectos físicos imperceptibles son aquellos que no se ven a simple vista pero que pueden tener un gran impacto en la vida de la persona que los padece. Estos pueden ser desde problemas cardíacos hasta trastornos genéticos, y a menudo pasan desapercibidos para el resto de las personas. A pesar de no ser visibles, este trastorno, que recibe el nombre de dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal (TDC), pueden afectar significativamente la calidad de vida de quien los tiene y requieren una atención médica especializada. Pero, ¿qué es exactamente la dismorfofobia?

¿En qué consiste el trastorno dismórfico corporal?

La dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal, es un trastorno de la apariencia física que se caracteriza por una preocupación excesiva y persistente por uno o más defectos corporales imperceptibles o mínimos. Los individuos con TDC se sienten profundamente insatisfechos con su apariencia y pueden pasar gran cantidad de tiempo y recursos tratando de mejorar o ocultar los defectos percibidos. A menudo, esta preocupación interfiere con la vida cotidiana y puede llevar a trastornos de ansiedad y depresión.

El TDC se considera un trastorno de la imagen corporal, ya que se enfoca en la percepción de una parte o varias partes del cuerpo. A menudo, las áreas más comunes de preocupación incluyen el rostro, el cabello, las manos, los pies, la piel, el pecho, los genitales y los músculos. Los individuos con TDC pueden creer que su defecto es grave y que lo hace menos atractivo o menos capaz que el resto.

Aunque la dismorfofobia es más común en personas con trastornos de ansiedad, también puede ocurrir en personas con trastornos de la alimentación, trastornos de personalidad y trastornos del estado de ánimo. También se ha relacionado con la depresión, la baja autoestima y con los problemas de pareja.

El tratamiento para el TDC suele incluir terapia cognitivo-conductual, que ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos sobre su apariencia. También puede incluir una terapia de exposición, en la cual las personas son expuestas gradualmente a situaciones que les causan ansiedad relacionadas con su aspecto. Otro tratamiento eficaz es la terapia farmacológica, que puede ayudar a controlar los síntomas de ansiedad y depresión. Los medicamentos antidepresivos, ansiolíticos y estabilizadores del estado de ánimo son comúnmente utilizados para tratar el TDC.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas del TDC son preocupaciones excesivas por un defecto percibido en la apariencia que no se puede ver o que parece poco importante. Los síntomas del TDC incluyen creer que uno tiene un defecto en su apariencia que los hace feos o deformes, creer que los demás prestan una atención negativa a su apariencia, comportamientos compulsivos para arreglar o ocultar el defecto percibido, comparar constantemente su apariencia con la de los demás, buscar aprobación constante por su apariencia, tener tendencias perfeccionistas y evitar situaciones sociales.

Por último, es importante que las personas que sospechen padecer este trastorno busquen ayuda médica. El TDC no es solo una preocupación estética, sino un trastorno grave que puede afectar significativamente la calidad de vida. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, las personas con TDC pueden aprender a manejar sus preocupaciones y mejorar suautoestima y bienestar emocional.