Hallazgo

Además de adelgazar y controlar la diabetes, la semaglutida oral también reduce el riesgo cardiovascular

El hallazgo se ha presentado hoy en el Congreso Americano de Cardiología

Un 30% de los pacientes con diabetes tipo 2 presenta enfermedad cardiovascular
Un 30% de los pacientes con diabetes tipo 2 presenta enfermedad cardiovascularFREEPIKLA RAZÓN

Se trata de una enfermedad conocida, pero infravalorada para la mayoría de la población. La diabetes es una patología crónica con la que conviven más de cinco millones de españoles y la realidad es que su impacto va mucho más allá del mero control de la glucemia, ya que afecta directamente a otros órganos vitales como el riñón, el hígado, la vista o el corazón. De hecho, «un 30% de los pacientes con diabetes tipo 2 presenta enfermedad cardiovascular, en su mayoría de origen aterosclerótico, es decir, daño sobre la pared de las arterias», asegura Pilar Mazón, cardióloga del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela.

Ese impacto cardiovascular supone una espada de Damocles con la que aprenden a vivir las personas con diabetes, ya que estos pacientes tienen un mayor riesgo de lo que se conoce como eventos MACE, es decir, «eventos adversos cardiovasculares mayores que incluyen muerte cardiovascular, infarto de miocardio no mortal y accidente cerebrovascular no mortal», detalla Juanjo Gorgojo, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid.

Pues bien, ahora hay buenas noticias para este grupo de pacientes, ya que un fármaco para la diabetes ha demostrado que, además de mejorar el control glucémico, es capaz de reducir drásticamente ese riesgo. En concreto, el empleo de semaglutida oral frente a placebo como complemento al tratamiento estándar para la prevención de eventos MACE en personas con diabetes ha confirmado una reducción estadísticamente significativa y superior del 14%, tal y como confirma el ensayo clínico doble ciego Soul, presentado hoy durante el Congreso Americano de Cardiología (ACC), que se celebra estos días en Chicago (Estados Unidos).

Participación española

En concreto, «en el ensayo participaron 9.650 personas con diabetes tipo 2 que, además, presentan enfermedad cardiovascular establecida y/o enfermedad renal crónica, por lo que se consideran de muy alto riesgo. De ellas, 190 eran de nuestro país, procedentes de nueve centros de investigación y con una edad media de 66 años a los que se les realizó un seguimiento de media de 48 meses», puntualiza Gorgojo.

En este caso, uno de los detalles más significativos de este estudio es que analiza a pacientes que ya reciben un tratamiento optimizado con los fármacos que han demostrado indiscutible beneficio pronóstico y muy bien tratados. «Casi el 90% de ellos toma medicamentos para controlar el colesterol; la mayoría tiene bien controlada la hipertensión con tratamiento pautado y también siguen terapia anticoagulante. Son personas con un seguimiento muy intensivo, pero, aún así, de alto riesgo cardiovascular», advierte Gorgojo. Por ello, resulta más sorprendente, si cabe, que «al añadir semaglutida oral se demuestre una importante y significativa reducción de sus MACE, lo que significa años de vida ganados», insiste Mazón.

El fármaco tiene una presentación oral y se administra de forma diaria, «en ayunas de ocho horas, con la ingesta de poca agua y sin otros alimentos durante al menos 30 minutos, para que su absorción sea la mejor», aconseja Gorgojo. Y, tal y como ocurre con otros fármacos, «cuanto antes se inicien los tratamientos de demostrado beneficio, mayor será éste, evitando la progresión de la enfermedad y la aparición de las tan temidas complicaciones cardiovasculares», reconoce Mazón, quien apunta que, «si nos ceñimos a la población del estudio, los pacientes que más se benefician son aquellos con diabetes que presentan patología coronaria, cerebrovascular, arteriopatía periférica o enfermedad renal crónica, aunque no se descarta que más adelante se puedan ampliar a otros perfiles».

Un gran avance

Ambos expertos, participantes en el estudio Soul, coinciden en la trascendencia de este estudio. «Es un hallazgo muy relevante, pues se trata del primer fármaco oral de su clase (aGLP1) que ahora también demuestra beneficio pronóstico reduciendo de forma significativa la aparición de complicaciones cardiovasculares. Así, semaglutida confirma su eficacia tanto en la forma inyectable como vía oral», argumenta Mazón. Una idea que también refrenda Gorgojo, quien avanza que «esto podrá cambiar las guías de práctica clínica a corto y medio plazo».

¿Qué vinculación hay entre diabetes y enfermedad cardiovascular?

La diabetes provoca daños vasculares, favoreciendo la aparición de aterosclerosis, «lo que provoca la reducción progresiva de la luz de las arterias, comprometiendo el flujo sanguíneo en esos territorios (corazón, cerebro, extremidades…) y una mayor predisposición a ruptura y trombosis de las placas de ateroma. Entre el 50%-80% de las personas con diabetes tipo 2 muere por causa cardiovascular, mientras que el riesgo de infarto de miocardio no mortal y de insuficiencia cardiaca aumenta aproximadamente en un 55% y el de ictus isquémico en un 70%, respecto a la población sin diabetes», advierte la doctora Mazón.