Opinión
Los adipocitos, ni frío ni calor
Las células que almacenan la grasa reciben el nombre de adipocitos y se caracterizan por ser inestables a temperaturas extremas
Llega el buen tiempo y las ganas de vacaciones aumentan de manera inversamente proporcional al que lo hacen las capas de ropa que nos ponemos. Sacamos el bikini del baúl de los recuerdos y el aspecto de nuestra piel junto con el exceso de anuncios acerca de lo estupendos que debemos de estar hace que de golpe queramos saberlo todo acerca de los tratamientos que existen para tratar la grasa localizada, entre otros.
Pero entender nuestro cuerpo es fundamental para tratarlo con el cariño y respeto que se merece. Las células que almacenan la grasa reciben el nombre de adipocitos y se caracterizan por ser inestables a temperaturas extremas. Tratamientos que tienen como objetivo congelar dichas células basan sus resultados en que una vez el adipocito se encuentra a -11º se produce una reacción bioquímica que recibe el nombre de apoptosis.
Para que lo entendamos, la célula decide que no está cómoda en dichas condiciones y se autodestruye. El cuerpo, al observar que dicha célula ya no cumple con su función de almacenamiento, decide eliminarla de manera definitiva obteniéndose una reducción de la grasa localizada que nos ayuda a vernos más definidos.
En el otro extremo están los tratamientos que elevan la temperatura de nuestro tejido graso, lo que favorece la destrucción y eliminación de adipocitos.
Los tratamientos para eliminar la grasa localizada, reducir la flacidez corporal o mejorar ese aspecto de la piel deben estar basados siempre en la evidencia científica. Resulta fundamental acudir a centros médicos reconocidos que, ante todo, nos garanticen la seguridad y eficacia de sus tratamientos.
Cuidar de nuestra salud es fundamental para poder disfrutar de una vida sana y plena, hagámoslo desde la prudencia y el cuidado global : exterior, interior y mental.
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