Odontología

Así es la limpieza dental perfecta en solo dos minutos

El Consejo General de Dentistas recuerda que una higiene oral correcta previene patologías frecuentes como la caries

El cepillo tiene que colocarse en un ángulo de 45 grados con respecto a las encías y realizar movimientos suaves de arriba abajo
El cepillo tiene que colocarse en un ángulo de 45 grados con respecto a las encías y realizar movimientos suaves de arriba abajoDREAMSTIMELA RAZÓN

Según la Encuesta poblacional de la salud bucodental, el 14% de la población adulta en España no se cepilla los dientes con la frecuencia mínima recomendada. Además, a medida que avanza la edad del individuo, sus hábitos de higiene empeoran. Y es que no todo el mundo ha adquirido unos hábitos adecuados de higiene oral y, aunque el momento idóneo para ello es en la infancia, aún queda mucho por hacer en ese sentido, tal y como revela el Libro Blanco «Una mirada a la salud infantil en España», pues cuatro de cada 10 menores no se cepillan los dientes con la frecuencia recomendada (al menos, dos veces al día) y el 60% no dedica el tiempo adecuado al cepillado.

Ante estas cifras, el Consejo de Dentistas y la Fundación Dental Española (FDE) organizaron un taller para enseñar la técnica correcta. Porque, «una buena rutina de higiene no solo previene enfermedades dentales, sino que también contribuye al bienestar general», señaló Óscar Castro Reino, presidente del Consejo de Dentistas y de la FDE. Y ante cualquier duda, añadió, «el dentista indicará los métodos de higiene oral más adecuados y las técnicas recomendables para cada paciente».

Para lograr este objetivo hay una serie de elementos y claves indispensable. El primero de ellos, el cepillo. Este puede ser eléctrico o manual y, aunque idealmente habría que cepillarse después de cada comida, al menos debe usarse dos veces al día, sobre todo antes de irse a dormir. En caso de utilizar cepillo manual se recomienda que sea de cerdas de calibre medio y cabezal «mejor pequeño para poder llegar a las zonas más inaccesibles», tal y como explicó la presidenta del Colegio de Dentistas de Melilla y patrona de la FDE, Carolina Escudero.

Para un uso correcto del cepillo, éste tiene que colocarse en un ángulo de 45 grados con respecto a las encías y realizar movimientos suaves de arriba abajo o en círculos pequeños y se han de cepillar todas las superficies de los dientes: externas, internas y las de masticación. Para ello, lo ideal es dividir la cavidad oral en cuatro cuadrantes y dedicar 30 segundos a cada uno de ellos, sin olvidar la lengua. Es decir, el cepillado debe durar, como mínimo, dos minutos. Es aconsejable cambiar el cepillo cada tres meses, así como después de una infección bucal o de garganta.

"El 14% de los adultos en España no se cepilla los dientes con la frecuencia mínima recomendada"

Es una herramienta avanzada que puede facilitar una limpieza más profunda. «Está científicamente demostrado que el cepillo eléctrico, especialmente los de tecnología oscilante-rotatoria, eliminan más placa bacteriana que el cepillo manual, por lo que reduce entre un 20% y un 60% el riesgo de padecer gingivitis. Además, acorta de manera importante la transición desde una encía con gingivitis a una encía sana», aseguró Escudero. «Es muy útil para personas con movilidad limitada o con poca destreza manual. El cabezal debe cambiarse cada tres meses de uso, siendo el cambio de estación el momento más indicado y fácil de recordar.

En este caso la forma correcta de colocar el cabezal del cepillo es en un ángulo de 45 grados hacia las encías, pero no hay que aplicar presión, simplemente guiar el cepillo por todas las superficies de los dientes, cambiando de cuadrante de la boca cada 30 segundos.

La pasta es el segundo elemento fundamental. Aquí lo imprescindible es que sea fluorada. «El flúor ayuda a remineralizar el esmalte y combatir la placa, de modo que las bacterias no puedan crear caries. El dentífrico debe tener una cantidad de flúor de, al menos, 1.450 partes por millón (ppm) a partir de los siete años, y de mil partes por millón hasta esa edad. En casos específicos el dentista podrá prescribir concentraciones mayores de flúor, incluso hasta 5.000 ppm», puntualiza la Dra. Escudero.

Para completar la limpieza en profundidad están el cepillo interdental y la seda. El primero es esencial para limpiar los espacios entre los dientes, donde un cepillo normal no puede llegar. Es más eficaz que la seda dental y su empleo se recomienda una vez al día, «preferiblemente, antes del cepillado nocturno y es especialmente útil para personas con coronas, puentes o implantes, ya que ayuda a prevenir la acumulación de placa». En cuanto a la seda es crucial para eliminar la placa y los restos de alimentos que se acumulan entre los dientes y debajo de la línea de las encías. Es muy recomendable cuando exista una estrechez entre los dientes que no permita usar el cepillo interdental Para usarla adecuadamente, se corta un trozo de unos 45 cm, se enrollan los extremos en los dedos medios de ambas manos, y los pulgares e índices guían la seda entre los dientes, «con cuidado de no lastimar las encías». También debe usarse una vez al día, antes de cepillarse los dientes por la noche.

El colutorio ¿cuándo?

Otros elementos tienen un uso más puntual. Es el caso de los colutorios, los irrigadores bucales y el raspador lingual. Los primeros complementan la limpieza dental, refrescan y controlan el aliento, ofreciendo beneficios adicionales según su formulación (flúor, antibacteriano). Los irrigadores bucales utilizan un chorro de agua a presión para limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías. Son ideales para personas con ortodoncia, implantes o puentes, ya que facilita la limpieza en áreas complicadas. Por último el raspador lingual eliminar la placa bacteriana y los restos de alimentos de la superficie de la misma. Con una presión suave, se arrastra el limpiador hacia la punta de la lengua. Es aconsejable utilizarlo una vez al día, preferiblemente, después del último cepillado nocturno.