Así es la neuralgia del trigémino, el dolor más insoportable que puede sufrir un ser humano

El dolor es una percepción subjetiva, por lo que es muy difícil de cuantificar. Además, existen muchas variables que pueden influir sobre la percepción del dolor en cada persona, como la genética, el funcionamiento del sistema nervioso, las expectativas sociales y culturales, (...). Por esos motivos, es imposible saber cuál es el sufrimiento físico más intenso que puede llegar a sufrir un ser humano.

Pero -en base a las experiencias clínicas y a los testimonios personales de quiénes los han sufrido- expertos en este campo han llegado a cierto consenso en los dolores más “insoportables” que puede padecer una persona, (sin incluir los dolores infligidos mediante tortura, claro), los cuales organizan de esta forma:

En primer lugar, la neuralgia del trigémino, seguida por la cefalea en racimos, el parto, y el cáncer de huesos. También se incluyen las quemaduras, el cólico nefrítico, la fractura de huesos, la punción lumbar, y la fibromialgia. Por último, pero igualmente doloroso, está el trauma testicular.

El peor dolor del mundo

La neuralgia del trigémino es una patología que causa un dolor facial súbito y muy intenso, similar a un shock eléctrico. Este dolor es considerado el más fuerte conocido por la medicina y puede llegar a afectar psicológicamente al paciente, sumiéndolo en graves episodios de depresión. Sin embargo, con el diagnóstico y tratamiento adecuados, los pacientes pueden manejar el dolor y llevar una vida normal.

La neuralgia del trigémino es una enfermedad que generalmente impacta más a las mujeres que a los hombres, y comúnmente afecta a personas entre los 50 y 70 años. Esta condición se produce cuando un vaso sanguíneo entra en contacto con el nervio trigémino en la base del cerebro, generando presión en el nervio y provocando un mal funcionamiento. Este mal funcionamiento resulta en un dolor facial severo e intermitente.

Aunque esta compresión vascular es una causa común, existen otros factores que podrían desencadenar esta afección. Por ejemplo, la esclerosis múltiple o trastornos similares que dañan la vaina de mielina que protege ciertos nervios, o un tumor que presiona el nervio trigémino. Además, un traumatismo en el cerebro o la cara, o ciertas intervenciones quirúrgicas también pueden provocar neuralgia del trigémino.

El diagnóstico de la neuralgia del trigémino puede ser un desafío, ya que no existen pruebas específicas para identificarla. Sin embargo, el dolor característico de esta condición generalmente facilita a los médicos el diagnóstico. Tras una valoración y sospecha clínica, se pueden solicitar pruebas de imagen como la resonancia magnética cerebral, para descartar otras patologías.

El tratamiento de la neuralgia del trigémino habitualmente se realiza a través de fármacos, técnicas complementarias y cirugía. La técnica quirúrgica más utilizada es la microdescomprensión vascular quirúrgica, que tiene una alta tasa de éxito, alrededor del 90%. Esta técnica es la elección predilecta cuando los fármacos no controlan el dolor o tienen efectos adversos. Además de la cirugía, se pueden usar técnicas complementarias en caso de que la cirugía no sea aconsejable. Estas técnicas varían dependiendo del paciente y la gravedad de su condición.