Alimentación y bienestar

Un neurólogo revela la edad en la que debes dejar de tomar cerveza

El consumo de alcohol después de cierta edad puede acelerar el deterioro cognitivo y físico según el Dr. Richard Restak

La cerveza es una de las bebidas más populares del mundo y consumidas tanto en España como en otros países
La cerveza es una de las bebidas más populares del mundo y consumidas tanto en España como en otros paísesDreamstime

El consumo de cervezas en eventos sociales o celebraciones es una costumbre profundamente arraigada en muchas culturas, incluida la española.Vino, ginebra, ron, vermut, o cualquier tipo de licor se convierten en algo de nuestro día día. Sin embargo, los expertos han venido advirtiendo sobre los riesgos de consumir alcohol de manera regular y, en particular, sobre su impacto negativo en el cerebro a largo plazo.

El neurólogo Dr. Richard Restak, en su obra Complete Guide to Memory: The Science of Strengthening Your Mind, ofrece una visión clara y alarmante sobre las consecuencias que puede tener el alcohol en la memoria y las funciones cognitivas. Restak subraya que el alcohol afecta a múltiples áreas del cerebro, y a medida que pasan los años, su consumo reiterado puede generar daños que van desde problemas de memoria hasta un deterioro mental progresivo.

¿A qué edad debes dejar de consumir alcohol?

El alcohol no discrimina entre las funciones cerebrales y, con el tiempo, puede propiciar un deterioro cognitivo considerable. En los casos más graves, este consumo puede derivar en condiciones como la demencia. Por ello, el doctor Restak aconseja limitar el consumo de alcohol, o preferiblemente eliminarlo por completo, especialmente a partir de los 65 años.

Uno de los puntos clave que plantea Restak es el proceso de envejecimiento cerebral. A partir de los 65 años, el cuerpo humano comienza a perder neuronas a un ritmo acelerado. El alcohol, que ya es perjudicial para la salud mental en personas más jóvenes, se vuelve aún más peligroso a esta edad, pues puede intensificar la pérdida de neuronas. Mantener las neuronas saludables en esta etapa de la vida es indispensable para preservar las funciones cognitivas y la memoria.

Por lo tanto, dejar de consumir alcohol antes de los 65 años se convierte en una recomendación esencial para mantener una buena salud cerebral. Además de los efectos sobre la memoria, Restak advierte que el consumo regular de alcohol también afecta otras funciones mentales clave, como el juicio, la capacidad de toma de decisiones y el aprendizaje.

Riesgos de consumir alcohol después de los 65

Para las personas mayores, esta pérdida de capacidades puede tener consecuencias graves, desde caídas accidentales hasta dificultades para realizar tareas cotidianas. Por ello, el neurólogo invita a los adultos mayores a reflexionar sobre su consumo de alcohol, ya que las implicaciones a largo plazo pueden ser peligrosas y afectar significativamente su calidad de vida.

Además, este riesgo es especialmente preocupante, ya que en esta etapa de la vida la capacidad de regeneración neuronal es limitada y el daño tiende a ser irreversible. Cabe mencionar que el alcohol es muchas veces incompatible con los medicamentos que suelen ser necesarios a partir de los 70 años. Asimismo, la función hepática disminuye con la edad, lo que hace que el hígado sea más susceptible al daño por alcohol, aumentando la probabilidad de desarrollar enfermedades como la cirrosis.

Falta de regulación y etiquetado del alcohol

Otro aspecto preocupante del alcohol es el etiquetado de las bebidas alcohólicas. En un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Madrid, el Centro Nacional de Epidemiología y el Grupo de Trabajo de Alcohol de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), se concluye que muchas bebidas alcohólicas no cumplen con las normativas de advertencia sobre los riesgos del consumo.

El estudio analizó 942 tipos de bebidas alcohólicas, de las cuales solo se encontraron 627 en tiendas físicas. Los resultados fueron reveladores: solo el 22,2 % de las bebidas proporcionaban información nutricional, siendo la cerveza la que más cumplía con un 56,5 %, mientras que los vinos y espumosos apenas alcanzaban un 2,9 %.

Además, cuatro de cada diez bebidas alcohólicas no incluían advertencias sobre los peligros del consumo para embarazadas, menores o conductores. Este es un tema crítico, ya que el consumo de alcohol en estos grupos puede tener efectos devastadores para la salud. Las advertencias y la información nutricional clara son esenciales para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre lo que están ingiriendo.

La falta de regulación efectiva y el incumplimiento de estas normas solo aumenta el riesgo para la salud de las personas, especialmente aquellas más vulnerables. En resumen, aunque el consumo de alcohol es una práctica común en la vida social, es fundamental ser conscientes de los riesgos que implica, sobre todo en la salud cerebral.