Opinión
El camino de fortalecer el derecho universal a la salud
El Proyecto de Ley de Universalidad del Sistema Nacional de Salud es una cuestión de decencia
El Proyecto de Ley de Universalidad del Sistema Nacional de Salud, que ha presentado la ministra García, dentro de un Gobierno de progreso, continua el camino de fortalecer la sanidad universal en nuestro país.
Cada paso hacia delante es un éxito colectivo, por el que felicitar al Ministerio de Sanidad, en la senda de garantizar la asistencia sanitaria integral para todas las personas. Es una cuestión de derecho a la salud individual y colectiva, pero sobre todo es una cuestión de decencia y ética democrática.
Todos caminamos sobre pasos de otros que iniciaron el camino. Un camino de relevos que en 1986 comenzó Ernest Lluch al impulsar la Ley General de Sanidad, que supuso la universalización de la atención sanitaria y la implantación del Sistema Nacional de Salud público, gratuito y de calidad.
En 2018, para mí, fue un honor y un profundo sentimiento de deber cumplido el que tuve al defender en el pleno del Congreso de los Diputados la convalidación del Real Decreto-ley 7/2018 sobre el Acceso Universal al Sistema Nacional de Salud. Cuya aprobación garantizó que todas las personas que se encuentran en España fueran atendidas en igualdad de condiciones por nuestro Sistema Público de Salud. En aquel momento se revirtió uno de los recortes sanitarios que se habían introducido en 2012 durante el Gobierno de Rajoy, el de la exclusión sanitaria, que dejó fuera de la atención sanitaria a las personas en situación irregular y originó dramáticas y detestables situaciones. Aún recuerdo los duros debates, que tuvimos que soportar sustentados en argumentos falaces y pseudo-economicistas. Los mismos debates que se plantearon en la Comunidad Valenciana cuando previamente en el ámbito competencial autonómico se recuperó en 2015 la salud universal desde la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública. Esa fue una batalla política y ética, bien dada y ganada, sobre todo por parte de la sociedad civil y los profesionales de la sanidad pública. La ciudadanía abaló la medida con niveles de aceptación del 80 y 90%, en diferentes encuestas sociológicas. Sin embargo, ahora, elevar la consagración del derecho a la asistencia sanitaria de todas las personas a rango de ley y ampliarlo es imprescindible, porque como decía Simone de Beauvoir sobre la conquista de los derechos de las mujeres, “debemos permanecer vigilantes durante toda la vida”, ya que el combate contra los discursos xenófobos y antiderechos desgraciadamente sigue vigente.
Carmen Montón, Embajadora Observadora Permanente ante la OEA y la OPS. Ex ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
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