Estudio

¿Comer fruta reduce los efectos de la contaminación del aire en la función pulmonar?

Un estudio concluye que la mejora respiratoria se da entre el grupo de quienes comían más fruta

Los zumos naturales de fruta aportan los mismos beneficios que consumir la pieza de fruta
Los zumos naturales de fruta aportan los mismos beneficios que consumir la pieza de fruta LA RAZÓN

Parece una información extraña, pero una investigación presentada en el propio Congreso de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS, por sus siglas en inglés) en Ámsterdam, es concluyente: comer fruta puede reducir los efectos de la contaminación del aire en la función pulmonar

El estudio fue presentado por Pimpika Kaewsri, estudiante de doctorado del Centro de Salud Ambiental y Sostenibilidad de la Universidad de Leicester, Reino Unido. Kaewsri recordó que "más del 90% de la población mundial está expuesta a niveles de contaminación del aire que superan las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y numerosas investigaciones muestran que la exposición a niveles más elevados de contaminación del aire está asociada con una reducción de la función pulmonar".

"Por otra parte -continuó-, una dieta saludable, en particular una rica en frutas y verduras, se ha relacionado con una mejor función pulmonar. Queríamos explorar si una dieta saludable o grupos específicos de alimentos podrían modificar o mitigar parcialmente los efectos adversos conocidos de la contaminación atmosférica sobre la función pulmonar".

Utilizando datos del Biobanco del Reino Unido de unos 200.000 participantes, Kaewsri comparó los hábitos alimentarios de las personas -incluyendo su consumo de frutas, verduras y cereales integrales- con su función pulmonar (es decir la cantidad de aire exhalado en un segundo: FEV) y su exposición a la contaminación atmosférica en forma de partículas finas (PM).

La concentración de PM es la cantidad de nanopartículas de 2,5 micrómetros o menos, que se liberan al aire, por ejemplo, por los escapes de los vehículos y los procesos industriales. El equipo también tuvo en cuenta otros factores como la edad, la altura y el nivel socioeconómico.

Por cada aumento de cinco microgramos por metro cúbico de aire en la exposición a PM 2,5, el equipo observó una reducción de 78,1 ml en el FEV en el grupo de consumo bajo de fruta, en comparación con solo una reducción de 57,5 ​​ml en el grupo de consumo alto de fruta en mujeres, informa la Sociedad Europea Respiratoria en un comunicado.

«Nuestro estudio confirmó que una dieta saludable se relaciona con una mejor función pulmonar tanto en hombres como en mujeres, independientemente de la exposición a la contaminación atmosférica. Además, las mujeres que consumían cuatro o más porciones de fruta al día parecían presentar menores reducciones en la función pulmonar asociadas con la contaminación atmosférica, en comparación con las que consumían menos fruta», destacó.

¿Qué explicación podría haber detrás?

Esto podría explicarse en parte por los compuestos antioxidantes y antiinflamatorios presentes de forma natural en la fruta. Estos compuestos podrían ayudar a mitigar el estrés oxidativo y la inflamación causados ​​por las partículas finas, lo que podría contrarrestar algunos de los efectos nocivos de la contaminación atmosférica sobre la función pulmonar.

Kaewsri también señaló que, en la población del estudio, los hombres generalmente reportaron un menor consumo de fruta que las mujeres. «Esta diferencia en los patrones dietéticos podría explicar el motivo por el cual el posible efecto protector de la fruta contra la contaminación atmosférica solo se observó en mujeres», añade.

Kaewsri planea ampliar la investigación explorando si la dieta puede influir en los cambios en la función pulmonar a lo largo del tiempo.

Los "peros"

A la espera de analizar el estudio, la doctora Antía Ferreiro, secretaria del Área de Neumología Ambiental y Ocupacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), explica a este suplemento que "se trata de un estudio transversal que como tal genera hipótesis, y no relaciones de causalidad, que necesitan validadas".

"Estamos hablando de individuos que están sometidos a un agente contaminante como es la materia particulada que penetra en la vía aérea y en la región en la que se aloja esta materia particulada acaba generando mecanismos tanto inflamatorios como oxidativas y entonces los agentes que actúen como agentes antioxidantes como la fruta podría ser que mejorasen estas reacciones oxidativas y mejorasen la función pulmonar, pero han de ser resultados que han de ser validados", reitera Ferreiro.

Para la profesora Sara De Matteis, presidenta del grupo de expertos sobre salud ocupacional y ambiental de la Sociedad Respiratoria Europea, con sede en la Universidad de Turín, Italia, que tampoco participó en la investigación, "este estudio confirma los posibles beneficios para la salud respiratoria de una dieta saludable, especialmente rica en consumo de fruta fresca".

“Sin embargo, el acceso a una dieta saludable no está distribuido equitativamente en la población y, aun si los autores ajustaran el nivel socioeconómico, no se puede descartar algún factor de confusión residual", precisó.

“Se debe promover una dieta saludable rica en plantas en la población desde la escuela primaria, no sólo para prevenir enfermedades crónicas, sino también para reducir la huella de carbono de las dietas ricas en carne. Esto no exime a los gobiernos de continuar con políticas ambientales para reducir la contaminación del aire al nivel más bajo posible, dado que no existen niveles seguros de exposición, y no transfiere su responsabilidad a las personas cuyas opciones alimentarias a menudo están limitadas por las necesidades económicas”, concluyó Matteis.

Y urge. porque casi 25.000 personas fallecen de forma prematura en España cada año debido a la contaminación atmosférica, según el informe «Health at a Glance», publicado por la Comisión Europea (CE).