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¿Cómo aliviar los síntomas de la insuficiencia venosa?
Es la causa de la aparición de las varices y, aunque crónica, se puede controlar

La insuficiencia venosa, aunque es una patología crónica, puede controlarse eficazmente con rutinas adaptadas, información adecuada y cuidados diarios.
1. ¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?
La insuficiencia venosa crónica se produce cuando las venas de las piernas no pueden devolver eficazmente la sangre al corazón, provocando síntomas como pesadez, hinchazón o calambres. En España, la insuficiencia venosa crónica afecta casi a la mitad de la población adulta, y es especialmente frecuente en mujeres. Estas molestias suelen agravarse por el calor, que dilata las venas y dificulta aún más la circulación. Por eso, es esencial extremar los cuidados en esta época del año.
2. ¿Qué se puede hacer para mejorar la circulación?
1) Evitar la exposición prolongada al calor: acentúa la dilatación de las venas, lo que empeora la sintomatología. Es aconsejable evitar la exposición al sol en las horas centrales del día y prescindir de duchas muy calientes, saunas o baños termales. En su lugar, se recomienda aplicar agua fría en las piernas al final del día para tonificar las paredes venosas y favorecer la circulación. 2) Mantenerse activo cada día: el movimiento es esencial para activar la bomba muscular de las piernas. Caminar a diario, nadar, practicar bicicleta o hacer ejercicios de bajo impacto como yoga o pilates favorece el retorno venoso.
3) Elevar las piernas con regularidad: subir las piernas por encima del nivel del corazón durante unos 15 a 20 minutos mejora el drenaje venoso. Esta práctica puede realizarse varias veces al día, especialmente al final de la jornada. Dormir con las piernas ligeramente elevadas también ayuda a reducir la hinchazón matutina. 4) Utilizar medias de compresión: las medias compresivas, adaptadas a cada caso, ejercen una presión gradual desde el tobillo que ayuda a que la sangre suba hacia el corazón. En verano, existen modelos más finos y transpirables. Es importante emplearlas por la mañana, antes de que las piernas comiencen a hincharse. 5) Cuidar la hidratación y la alimentación: beber suficiente agua durante el día es clave para mantener una buena fluidez sanguínea. Evitar el exceso de sal ayuda a reducir la retención de líquidos. Se aconseja una dieta rica en frutas, verduras, fibra y alimentos con propiedades antiinflamatorias como el tomate, el jengibre o los frutos rojos. 6) Combatir el sedentarismo y la inmovilidad: quedarse mucho tiempo sentado o de pie sin moverse puede empeorar los síntomas. En caso de tener que estar quieto durante largos períodos (por ejemplo, en un trabajo estático o en un viaje largo), se recomienda realizar estiramientos o movimientos circulares con los pies. 7) Masajes y cuidados específico: un masaje ascendente suave con gel frío puede proporcionar alivio inmediato. También es útil aplicar cremas con efecto tonificante y mantener la piel hidratada para prevenir la sequedad y el picor asociados a la insuficiencia venosa.
3. ¿Y qué hago si veo que no hay mejoras?
Ante cualquier cambio importante, acudir a un profesional sanitario. Aunque los hábitos diarios tienen un impacto positivo, algunas personas pueden necesitar seguimiento o tratamiento específico. Si aparecen síntomas como dolor persistente, cambios de color en la piel o úlceras, es esencial consultar a un profesional.
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