«El dolor que no ves», las secuelas del herpes zóster según Recuenco

Es un viejo conocido de muchos y, a pesar de ello, se trata de una realidad invisible de la que poco se habla. El herpes zóster, causado por la reactivación del virus de la varicela-zóster, acecha a toda la población, pero lo hace de una forma latente y silenciosa, agazapado en el interior del organismo durante décadas. Ahora, ha llegado el momento de arrojar luz sobre esta amenaza y, coincidiendo con la Semana Mundial del Herpes Zóster, la Casa del Lector de Matadero Madrid acoge, desde hoy y hasta el próximo domingo 5 de marzo de forma gratuita, una impactante exposición fotográfica sobre este virus de la mano del fotógrafo Eugenio Recuenco con la colaboración de GSK.

Con una sensibilidad que resulta emocionante y un realismo que impresiona, la exposición fotográfica titulada «El dolor que no ves» logra poner el vello de punta al espectador, pues el trabajo de Recuenco es capaz de transmitir el suplicio y la angustia que implica la infección por el herpes zóster. Quizá, parte del secreto está en que él mismo lo ha padecido en sus propias carnes. «Y en varias ocasiones», reconoció Recuenco ayer durante la presentación del proyecto. «De joven lo sufrí en el costado, pero lo pasé con cierta ingenuidad y sin darle la importancia que merecía. Sin embargo, de adulto, recuerdo los dolores de una forma muy intensa. Es un dolor especial que no se olvida fácilmente, aunque más que ese dolor físico me invadieron el miedo y la incertidumbre cuando el virus se metió en el ojo y eso amenazó mi visión», confesó el artista.

Tan humano y tan real

Si hay algo que caracteriza a este virus es el intenso dolor que provoca y la incapacidad que genera, pues aturde y conmociona a quien lo padece. Por ello, transmitir esas sensaciones tan especiales se convirtió en un gran reto que Recuenco ha logrado superar, y con nota. «Para mí ha sido una oportunidad retadora dar visibilidad a algo tan humano y tan real, pero a la vez tan subjetivo como es el dolor. Muchas veces es un tabú y resulta difícil de explicar. De esta forma, a través de la fotografía, normalizamos expresar las emociones y los sentimientos, transmitir algo tan subjetivo como abrumador, y desencadenado por otra parte por algo tan frecuente y casi tan familiar como puede ser la enfermedad que popularmente se conoce como ‘‘culebrilla’’, pero a la vez tan desconocida», relató el artista.

Como si de un volcán se tratara, que permanece impasible hasta que, de pronto, ruge con agresividad, o como si fuera una tormenta eléctrica, que sacude todo el organismo, o un espinado rosal que se hunde en la piel, Recuenco ha retratado el virus del herpes zóster de una manera muy visual a través de cuatro obras de gran tamaño que no dejan indiferente a nadie. No en vano, cualquier puede caer en las garras de este virus.

Según las estadísticas, una de cada tres personas mayores de 50 años va a presentar un episodio de herpes zóster a lo largo de su vida. «Esta erupción puede aparecer en lugares especialmente complejos, como, por ejemplo, en el nervio trigémino, lo que puede afectar al ojo del paciente y afectarle la vista», asegura Miguel Ángel Acosta, médico de familia del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).

Graves complicaciones

La complicación más frecuente del herpes zóster es la neuralgia postherpética. En concreto, «el riesgo de padecerla aumenta con la edad, siendo del 3-4% en adultos de 30 a 49 años, un 21% en adultos de 60 a 69 años, un 29% en los de 70 a 79 años y llegando al 34% en personas mayores de 80 años», destaca María Madariaga, presidenta de la Sociedad Española del Dolor.

La neuralgia postherpética se caracteriza por un dolor que persiste más de tres meses desde la resolución del sarpullido y puede durar meses o incluso años. «No tiene cura, pero sí disponemos de fármacos y técnicas para reducir su impacto, aunque dura tanto como viva el paciente que lo sufra. A medida que aumenta la edad media de la población mundial, puede estimarse que esta neuralgia sea una carga sanitaria cada vez de mayor calado», añade la especialista. En palabras de Eduardo de Gomensoro, director médico de vacunas de GSK en España, «esta exposición es clave para dar a conocer el herpes zóster desde otra perspectiva, poniendo al paciente en el centro. Esperemos que esta iniciativa ayude a concienciar sobre este virus».