Salud

El 'elixir de la longevidad' cerebral: los alimentos de esta dieta te hacen 8 años más joven

Una nueva publicación pone de relieve el «papel vital» de la nutrición en la salud del cerebro: qué vitaminas tomar, cuántas y cuáles son sus efectos

Un ensayo comprueba los efectos de la dieta en el cerebro
Un ensayo comprueba los efectos de la dieta en el cerebroFreepik

Está claro que la alimentación es un aspecto que moldea nuestra salud a lo largo de toda nuestra vida, desde el desarrollo temprano hasta la vejez. Una nutrición saludable es la receta para aumentar la longevidad, ya que ayuda a incrementar el nivel de bienestar y a prevenir una amplia gama de enfermedades, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión y muchas otras enfermedades crónicas relacionadas con la edad, como la sarcopenia y la fragilidad. Pero lo fascinante es que cada vez hay más pruebas de que la alimentación ejerce un papel importante en la salud del cerebro.

En particular, hasta el 40% de los casos de demencia pueden atribuirse a comportamientos modificables, según una nueva publicación de la revista de la Sociedad Americana de Gerontología. En ella se explora qué dietas alimenticias que han demostrado mejorar la cognición y disminuir el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en las personas adultas mayores.

Su revisión demuestra que una mejor nutrición puede mejorar la salud del cerebro. «El consumo de una dieta saludable es una estrategia de comportamiento que puede ayudar a prevenir el desarrollo de la demencia y otras enfermedades cerebrales a medida que las personas envejecen», dice la publicación.

En concreto, afirman que las personas que se alimentan a través de ciertas dietas o pautas alimenticias pueden tener el cerebro unos 8 años más joven. También indican que las intervenciones dietéticas puede utilizarse como una terapia complementaria, incluso cuando la enfermedad ya ha aparecido.

Pero, ¿qué dietas están consideradas un 'elixir de juventud' cerebral? Lo primero que debemos saber es que se llama patrón dietético a las cantidades, variedad y la combinación de alimentos y bebidas o la ingesta individual sostenida en el tiempo. «Un patrón dietético equilibrado incluye todos los macronutrientes (grasas, proteínas y carbohidratos) y micronutrientes (vitaminas y minerales) necesarios», explica la publicación, mientras limita los alimentos que 'arruinan tu memoria'.

«Algunos patrones alimentarios han mostrado estar relacionados con mejoras de la cognición y pueden alterar la trayectoria de patologías neurodegenerativas, incluyendo la enfermedad de Parkinson, de Alzheimer y otros tipos de demencia», afirma. El motivo puede estar en el microbioma, aunque la obesidad también es un factor que influencia la salud cerebral.

Por ello, algunas dietas son saludables para el cerebro, como la dieta mediterránea, la dieta DASH (dieta para frenar la hipertensión, por sus siglas en inglés) y la intervención DASH-Mediterránea o dieta MIND («MENTE»), que es el resultado de combinar ambos patrones.

«Estos tres patrones dietéticos se asocian con con una mejor cognición y un menor riesgo de demencia en la población de edad avanzada. Otros beneficios para la salud son la reducción de la mejora de la salud cardiovascular, la presión cardiovascular, la presión arterial y el control de la glucemia», manifiesta el trabajo.

Qué hace que la dieta MIND sea buena para el cerebro

La revista indica que estos tres patrones seleccionados tienen algo en común: «Los alimentos que incluyen contienen vitaminas y minerales que nuestro cuerpo requiere para multitud de procesos biológicos que apoyan la función cerebral. En adultos mayores, la deficiencia de esos micronutrientes puede aumentar el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo y demencia», destaca. ¿Por qué?

«Numerosos estudios han demostrado que la ingesta deficiente de micronutrientes afecta a la función cognitiva. Por ejemplo, una revisión sistemática y un metaanálisis llevado a cabo en adultos con alzhéimer encontró que los sujetos con esta enfermedad tenían niveles plasmáticos más bajos en varios vitaminas (incluyendo A, B12, C y E) que la población que sirvió de control», indica.

La dieta MIND es un ejemplo de patrón dietético que se asocia a una mejora de la cognición. Este patrón dietético se centra en el consumo de verduras, frutos secos, bayas, alubias, cereales integrales, pescado, aves de corral y aceite de oliva virgen extra, al tiempo que limita la carne roja, las carnes procesadas, la mantequilla y la margarina, el queso normal, los dulces y los alimentos fritos.

Se ha descubierto que las personas que consumen este patrón dietético son el equivalente a 7,5 años más jóvenes en términos de capacidades cognitivas; «se observaron beneficios en todos los dominios cognitivos evaluados», manifiesta el trabajo.

Sin embargo, el riesgo de ingesta inadecuada de vitaminas y minerales aumenta con la edad, y algunas personas pueden beneficiarse del consumo de alimentos enriquecidos y/o suplementos dietéticos para mejorar su estado nutricional, según Kathryn Porter Starr, doctora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke y del Centro Médico Durham, así como una de las profesoras que supervisó el desarrollo de la publicación.

«Me encantaría que todo el mundo obtuviera todos sus micronutrientes de los alimentos», afirma Starr. Por desgracia, para la mayoría de los adultos mayores es todo un reto hacerlo debido a los cambios fisiológicos que se producen con la edad y a ciertos estados patológicos que afectan a la absorción, por lo que a menudo recomendamos un multivitamínico».

En este sentido, un estudio encontró que las altas concentraciones de vitamina D en el cerebro se asocian con una mejor función cognitiva. La suplementación también puede impactar en la cognición. En un estudio, las personas con alzhéimer que tomaron 800 IU de vitamina D de forma diaria, realizaron mejor pruebas cognitivas a los 6-12 meses de tomarlas, en comparación con el grupo que recibió un placebo.

Además, la investigación COSMOS, un gran ensayo controlado aleatorizado, evaluó los efectos de los suplementos multivitamínicos con minerales (conocidos como MVM) en 21.442 adultos mayores de 60 años. Concluyó que un suplemento diario mejoraba la memoria después de 1 año en personas mayores y esta mejora se mantuvo durante los 3 años de seguimiento. Además, el uso de MVM benefició la cognición global. La magnitud del efecto se consideró equivalente a tener el cerebro 2 años más joven.