DANA
El estrés psicológico de la madre ante una catástofe natural afecta al cerebro del feto
Los psicólogos aconsejan a las embarazas afectadas por la DANA alejarse de las redes sociales y acudir a un especialista si el malestar emocional persiste
El embarazo es una etapa en la que la mujer es más vulnerable ante situaciones de elevado estrés psicológico, como las inundaciones de Valencia. Pero el riego no es solo para ella, sino que esta vivencia puede tener repercusiones importantes para la salud del recien nacido. En concreto, para el desarrollo de su cerebro.
Algunos estudios han relacionado el estrés materno prenatal (PNMS, por sus siglas en ingles) con trastornos del desarrollo neurológico, con un menor peso al nacer y con un funcionamiento social deteriorado en los niños. Por el contrario, los niveles bajos de estrés materno están estrechamente asociados con el desarrollo cerebral saludable en los períodos neonatal y de la primera infancia.
Ahora, un análisis del equipo de investigación de la Universidad de Granada ha determinado que la exposición materna a desastres naturales, como la DANA, puede alterar neurotransmisores involucrados en el desarrollo y funcionamiento cerebral fetal, lo que se asocia a un peor desarrollo cerebral en los recién nacidos.
La investigación, que publica la revista Behavioral Sciences, se basa en una muestra de más de 1,3 millones de madres y recién nacidos en diferentes países como Estados Unidos, China, Chile, Canadá, Australia e India.
"El estrés psicológico materno puede alterar los niveles de diferentes componentes como la hormona del estrés cortisol, o de varios neurotransmisores como la dopamina, serotonina y noradrenalina, involucrados en el desarrollo y funcionamiento cerebral", ha señado el coordinador de estudio, Rafael A.Caparrós. Según el estudio, el PNMS es capaz de atravesar la placenta y alcanzar al bebé que está formándose dentro del útero materno.
Entre los resultados destaca también que la exposición materna a desastres naturales se asocia a una peor regulación emocional infantil, llegando a aparecer síntomas de ansiedad y depresión a la edad de 4 y 6 años, problemas de sueño, sintomatología compatible con trastornos por déficit de atención con hiperactividad y trastornos del espectro autista.
Además, aquellos bebés expuestos a desastres naturales antes de nacer tenían una peor puntuación en pruebas de vocabulario, lectura y matemáticas transcurridos entre 8 y 10 años de ese evento.
Alejarse de las redes sociales
Con el objetivo de proteger la especialmente vulnerable salud mental de las gestantes que han sufrido los efectos de las inundaciones en diversos puntos de España, el Colegio Oficial de Psicología (COP) ha publicado una guía en la que, entre otras recomendaciones, les aconseja alejarse de las redes sociales para no aumentar su ansiedad. Estas son algunas de las pautas que ofrecen:
- Descanso y rutina. Pese a que pueda resultar difícil, es muy aconsejable intentar descansar por las noches, hacer pausas durante el día de trabajos físicos y mantener una rutina de sueño, descanso y alimentación lo más similar a la de antes.
- Emociones. Hacer "ventilación emocional", hablar de cómo se siente una, no dejar que las emociones se enquisten. Si no es posible hablar con una persona cercana, es recomendable buscar un grupo de apoyo o ayuda psicológica, incluso virtual para embarazadas, en el que poder compartir con otras mujeres o madres lo vivido.
- Redes sociales y medios de comunicación. Es importante mantenerse informada, pero sobre todo las redes sociales, en lugar de fortalecer la preparación para gestionar situaciones de emergencia, en muchas ocasiones aumentan la ansiedad.
- Utilizar técnicas de respiración y "mindfulness", que ayudan a poder bajar el nivel de activación. La respiración es el primer vehículo para lograr la calma, y hay que hacerlo despacio y de forma consciente, sintiendo como entra y sale el aire por nariz y boca.
- Movimiento. Caminar en la medida de lo posible, moverse por zonas seguras aunque sea de forma intermitente mínimo 30 minutos diarios, puede ayudar a la gestión del estrés emocional.
- Actividad física y autocuidado. Mantener una rutina de autocuidado es importante en cualquier momento vital y aún más en un proceso gestacional porque ayuda a reducir los niveles de ansiedad.
- Buscar una red de apoyo, ya sea con la pareja, familia, amigas o personas cercanas.
- Realismo y seguridad. Ante una situación de catástrofe, el cuerpo prioriza la supervivencia, y hasta que no consiga un nivel de seguridad mínimo, lo más probable es que no baje el nivel de alerta y ansiedad
En cualquier caso, los psicólogos del COP recuerdan que el proceso de adaptación tras una situación catastrófica requiere de un tiempo para recomponer, procesar y reconstruir, pero tiene una duración determinada y no será un estado perpetuo.
Aún asi, aconsejan pedir apoyo de un experto de la salud mental si ese malestar perdura y las afectadas se sienten tristes la mayor parte del tiempo, tienen irritabilidad intensa o ansiedad constante, falta o exceso de apetito, insomnio o hipersomnia, recuerdos intrusivos, pensamientos de querer autoinfligirse daño o dificultades de vínculo con el bebé.
ada/bal
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