Hurgarse la nariz, el gesto que podría incrementar el riesgo de sufrir Alzheimer

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa crónica y progresiva que afecta principalmente a personas mayores, aunque puede manifestarse en edades más tempranas en algunos casos. Es la forma más común de demencia, un término general que describe la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas que interfieren con la vida diaria.

Los síntomas del Alzheimer incluyen pérdida de memoria, dificultades para realizar tareas cotidianas, desorientación en tiempo y espacio, cambios en el comportamiento y la personalidad, problemas de comunicación, y eventualmente pérdida total de la capacidad para cuidarse a sí mismo.

A nivel cerebral, el Alzheimer se caracteriza por la acumulación de placas de proteína beta-amiloide fuera de las células nerviosas y ovillos neurofibrilares (compuestos principalmente de proteína tau) dentro de las células nerviosas. Estos cambios causan la muerte de las células nerviosas y la consiguiente atrofia cerebral.

Aunque aún no se conoce una cura para el Alzheimer, existen tratamientos que pueden ayudar a mejorar los síntomas y a mantener la calidad de vida de las personas afectadas. Sin embargo, estos tratamientos son limitados y no detienen la progresión de la enfermedad. Se están llevando a cabo investigaciones intensivas en busca de tratamientos más efectivos y una posible cura.

El Alzheimer no se considera una enfermedad contagiosa o que se contraiga como una infección. En cambio, se trata de una enfermedad compleja y multifactorial que resulta de una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Un estudio ha lanzado la teoría de que hurgarse la nariz podría desempeñar un papel en el aumento del riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Hurgarse la nariz, el gesto que podría incrementar el riesgo de sufrir Alzheimer

La revista ''Science Alert'' recoge un estudio que se basa en la idea que el gesto de hurgarse la nariz puede aumentar el riesgo de contraer la enfermedad del Alzheimer. Según recogen los investigadores de la Universidad de Western Sydney, en Australia, el techo de la cavidad nasal conecta con áreas del cerebro en las que el Alzheimer provoca daños, como el hipocampo.

El gesto de hurgarse la nariz significa que cualquier cosa que tengamos en los dedos es empujada hacia el cerebro y esto puede provocar que entren todo tipo de patógenos.

''Muchos factores posibles podrían contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, incluido el péptido amiloide y la deposición de tau, pero la evidencia más reciente sugiere que la neuroinflamación también puede desempeñar un papel, al menos parcial, en su patogénesis'', explican los investigadores en la revista ''Biomolecules''.

''En los últimos años, las investigaciones emergentes han explorado la posible participación de patógenos invasores externos en el inicio o la aceleración de los procesos neuroinflamatorios en la enfermedad de Alzheimer'', añaden.