Salud

Logran revertir la amnesia causada por un traumatismo craneal en un estudio con ratones

El trabajo arroja luz sobre la pérdida de memoria en personas que sufren repetidos impactos en la cabeza, como los deportistas

El delantero del Sevilla Álvaro Negredo (i) y el defensa del Levante Sergio Ballesteros (d), luchan por un remate de cabeza durante el partido correspondiente a la vigésima jornada de Liga en Primera División.
Álvaro Negredo y Sergio Ballesteroslarazon

Tras recibir un fuerte golpe en la cabeza, puedes sufrir amnesia: responder a preguntas como cómo te llamas o dónde estás quizás resulte imposible. Recuperar o retener información se complica. El grado de confusión y la gravedad de esta pérdida de memoria varía según diversos factores. Su duración puede variar de unos minutos a días o meses. En los casos más graves, quedan secuelas de por vida. Es lo que se conoce como amnesia postraumática o retrógrada, un diagnóstico frecuente después de sufrir un traumatismo craneoencefálico.

En la mayoría de los casos, la amnesia se resuelve sin tratamiento. En otros, no. Por eso, la investigación en este campo todavía es crucial para ampliar el conocimiento y, quizá, desarrollar nuevas terapias. En esta línea, un nuevo estudio arroja esperanzas al haber logrado revertir la amnesia por traumatismo craneal en ratones. Los investigadores afirman que sus hallazgos pueden ser prometedores de aquellas personas con problemas de memoria que sufren repetidos impactos en la cabeza, como los deportistas, y sugiere que esta afección podría revertirse.

El estudio, realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown (Washington, Estados Unidos) en colaboración con el Trinity College de Dublín (Irlanda), se publica en la revista Journal of Neuroscience. Uno de los hallazgos más relevantes de este trabajo en ratones es que la amnesia y la mala memoria tras un traumatismo craneal se deben a una reactivación inadecuada de las neuronas implicadas en la formación de recuerdos. Este avance es importante para su diagnóstico y el tratamiento.

Con anterioridad, los investigadores de Georgetown ya habían descubierto que el cerebro se adapta a los impactos repetidos en la cabeza modificando el funcionamiento de las sinapsis cerebrales. Esto puede dificultar la formación de nuevos recuerdos y el recuerdo de los ya existentes. En su nuevo estudio, los investigadores consiguieron que los ratones recordaran memorias que habían olvidado debido a los impactos en la cabeza, lo que potencialmente permitiría revertir clínicamente el deterioro cognitivo causado por el impacto en la cabeza.

"Nuestra investigación nos da esperanzas de poder diseñar tratamientos que devuelvan al cerebro afectado por impactos en la cabeza a su estado normal y recuperen la función cognitiva en personas que tienen mala memoria a causa de impactos repetidos en la cabeza", subraya el investigador principal del estudio, el doctor Mark Burns, profesor y vicepresidente del Departamento de Neurociencia de Georgetown y director del Laboratorio de Lesiones Cerebrales y Demencia.

Durante su investigación, los científicos dotaron a dos grupos de ratones de una nueva memoria entrenándolos en una prueba que nunca antes habían visto. Un grupo fue expuesto a una alta frecuencia de impactos leves en la cabeza durante una semana (similar a la exposición a deportes de contacto en las personas) y otro grupo fueron controles que no recibieron los impactos. Los ratones impactados fueron incapaces de recordar la nueva memoria una semana después.

Los jugadores universitarios de fútbol americano reciben 21 impactos en la cabeza por semana

"La mayoría de las investigaciones en este campo se han realizado en cerebros humanos con encefalopatía traumática crónica (ETC), que es una enfermedad cerebral degenerativa que se da en personas con antecedentes de impactos repetitivos en la cabeza", explica Burns. "En cambio, nuestro objetivo era comprender cómo cambia el cerebro en respuesta a los impactos de bajo nivel en la cabeza que sufren regularmente muchos jóvenes futbolistas".

Los investigadores han descubierto que, por término medio, los jugadores universitarios de fútbol americano reciben 21 impactos en la cabeza por semana, y los extremos defensivos 41 impactos en la cabeza por semana. El número de impactos en la cabeza de los ratones de este estudio se diseñó para imitar una semana de exposición de un jugador de fútbol universitario, y cada impacto en la cabeza por sí solo era extraordinariamente leve.

El uso de ratones modificados genéticamente permitió a los investigadores observar las neuronas implicadas en el aprendizaje de nuevos recuerdos, y descubrieron que estas neuronas de la memoria (el "engrama de la memoria") estaban igualmente presentes tanto en los ratones de control como en los experimentales.

El primer autor del estudio, el doctor Daniel P. Chapman, declara: "Somos buenos asociando recuerdos con lugares, y eso se debe a que estar en un lugar, o ver una foto de un lugar, provoca una reactivación de nuestros engramas de memoria. Por eso examinamos las neuronas de los engramas para buscar la firma específica de una neurona activada. Cuando los ratones ven la habitación donde aprendieron el recuerdo por primera vez, los ratones de control son capaces de activar su engrama de memoria, pero los ratones con impacto en la cabeza no. Esto es lo que causaba la amnesia".

Los investigadores lograron revertir la amnesia para que los ratones recordaran la memoria perdida utilizando láseres para activar las células del engrama. "Utilizamos una técnica invasiva para revertir la pérdida de memoria en nuestros ratones y, por desgracia, esto no es trasladable a los seres humanos", añade Burns. La buena noticia es que, actualmente están estudiando "una serie de técnicas no invasivas para intentar comunicar al cerebro que ya no está en peligro y abrir una ventana de plasticidad que pueda restablecer el cerebro a su estado anterior", concluyen.