Opinión

Los médicos están ya hasta las narices de Mónica García

Los médicos están hartos del maltrato que se prodiga a los facultativos y de la palabrería vacua que emana del Ministerio

Concentraciones de médicos de toda españa contra el estatuto marco del Ministerio de Sanidad
Concentraciones de médicos de toda España contra el estatuto marco del Ministerio de SanidadJavier LizónAgencia EFE

En los casi quince meses que lleva en el cargo, Mónica García ha logrado echarse encima a toda la profesión médica. Primero se levantaron en armas los oncólogos, después de que el Ministerio de Sanidad cometiera errores graves en la selección de centros del cáncer, perjudicando claramente a la Comunidad de Madrid.

La anestesióloga también ha irritado a los psiquiatras. Su Plan de Salud mental les responsabiliza, tácitamente, de la copiosa prescripción de psicofármacos que se registra en España, como si estos profesionales fueran meras correas de transmisión de los intereses de la industria farmacéutica, cuando solo echan mano del arsenal terapéutico que ha puesto a su disposición precisamente el propio departamento ministerial, al autorizarlo. En un artículo sin medias tintas publicado esta semana en las páginas de LA RAZÓN, el jefe de Psiquiatría del Hospital Clínico de Madrid, José Luis Carrasco, recoge el sentir de sus compañeros y denuncia las aberraciones contenidas en este plan de Sanidad, al que denomina abiertamente «panfleto», por su sesgo ideológico y su sectarismo. Según apunta, el texto «presupone que las personas que toman medicación son débiles y hay que obligarles a ser fuertes. Que si están enfermos es por su culpa, por no haberse sacudido el yugo de la opresión social».

Más preocupante aún para García es la reacción en cadena que ha desencadenado en toda la profesión médica el borrador de Estatuto Marco que ha elaborado su Ministerio. Además de las movilizaciones, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), mayoritaria en el sector, y el Sindicato Médico Andaluz han convocado huelga nacional, hartos del maltrato que se prodiga a los facultativos de todo el país y de la palabrería vacua que emana del Ministerio. Encima, García echa más leña al fuego al asegurar que los médicos en España «cobran de media como un ministro». Lamentable es poco.