Día de la Madre
¿Se pueden ingerir alimentos y beber durante el parto?
Es importante asegurar la hidratación de la gestante, pero hay casos en los que está contraindicado
El parto respetado y/o parto humanizado es aquel que sigue el progreso natural del trabajo de parto, respetando en la medida que se pueda las expectativas manifestadas previamente por la mujer.
En esta asistencia «los profesionales tenemos en cuenta cómo se encuentra la mujer, cómo se siente y cómo podemos ayudarla para que la vivencia del parto sea completamente positiva. Y al decir esto no quiero decir que sea el parto con el que soñaba, quiero decir que tenía la formación, la información y la capacidad de participar de forma activa en las decisiones del proceso», precisa Agnieszka Kujawa, coordinadora de la Unidad de Matronas del Hospital Quirónsalud Valle del Henares, con motivo del Día Internacional de la Matrona que se celebra el lunes 5 de mayo.
«Para poder llegar al parto humanizado, es importante comenzar desde la preparación al parto. Una formación adecuada y completa ayudará a la gestante y a su acompañante a conocer los aspectos más importantes del parto y a eliminar conceptos desconocidos para que se sientan más seguros», añade Kujawa.
Este modelo, promovido desdeel año 2007 en España, «se fundamenta en el respeto a los derechos de la mujer, en la atención individualizada y en la toma de decisiones compartida, incluyendo el uso voluntario del plan de parto. Todo ello se realiza garantizando en todo momento la seguridad clínica de la madre y del recién nacido, mediante una vigilancia adecuada del proceso y la intervención solamente cuando esté clínicamente indicada», precisa Gemma Ruiz, directora asistencial del equipo de matronas «Mi matrona Barcelona» en el Hospital Quirónsalud Barcelona.
En cuanto a su instauración, esta atención menos intervencionista y más respetuosa presenta diferencias en la velocidad y grado de implantación según la comunidad autónoma y el centro sanitario.
Desde que la mujer ingresa bien porque el bebé está ya en camino o bien para la inducción del parto (parto programado), hasta que se produce el nacimiento del recién nacido, pueden pasar varias horas o días.
Por este motivo, durante el trabajo de parto es importante asegurar a la gestante una correcta hidratación.
«Durante mucho tiempo se ha recomendado que las mujeres no comieran ni bebieran durante el trabajo de parto debido a preocupaciones sobre la necesidad de practicar una cesárea emergente y tener que realizar una anestesia general, con el consiguiente riesgo de aspiración. Esta práctica ha persistido en muchos hospitales. Pero con las mejoras en las diferentes técnicas de analgesia en el parto cada vez son más los hospitales que permiten beber durante el proceso y en algunos casos comer», explica Kujawa.
En el contexto del parto humanizado, se está promoviendo una mayor flexibilidad en cuanto a la alimentación e hidratación. La idea es que «las mujeres puedan comer y beber si lo desean y si su estado lo permite, siempre y cuando no haya contraindicaciones médicas», afirma Kujawa.
Es decir, la embarazada podrá ingerir líquidos, salvo «en partos de riesgo elevado o cuando se anticipa una posible cesárea», puntualiza Ruiz.
Además, en cuanto a la rotura de la bolsa amniótica, la especialista incide en que «la rotura de bolsa es una técnica que hay que adaptarla a cada paciente y a cada situación, ya que bien indicada y bien explicada tiene sus beneficios». También se tiende a evitar el rasurado y el uso de laxante, salvo que la mujer lo solicite.
En el parto respetado también se tiende a evitar el parto con episotomía. «No se recomienda el uso liberal o de rutina de la episiotomía en mujeres que presentan un parto vaginal espontáneo», explica Ruiz.
De ahí que «desde la implantación del parto humanizado se ha observado una disminución significativa en el número de episiotomías. Aunque las cifras pueden variar según la región y el hospital, algunos estudios y datos generales indican que la tasa de episiotomías ha disminuido entre un 20% y un 50% en los últimos años. En el Hospital Quirónsalud Valle del Henares hemos tenido un 7% de episiotomías en los partos vaginales, pero no nos conformamos; cada vez que se hace una episiotomía se analiza el motivo para así intentar disminuir su práctica», precisa Kujawa.
Y eso a pesar de que cada vez son más las mujeres las que dan a luz a una edad más tardía. «La edad puede estar asociada a una menor tono y resistencia tisular, pero no es un criterio por sí solo para indicar episiotomía. Lo determinante es la calidad de los tejidos, cómo progresa parto, las características del periné, el tamaño fetal y si hay necesidad de instrumentación. Cada caso debe valorarse individualmente», precisa Ruiz.