¿Por qué es importante para la salud analizar la lengua?

La lengua, más allá de su función en la articulación del lenguaje y en el proceso digestivo, se revela como un espejo de nuestra salud. En diversas culturas, la observación meticulosa de la lengua ha sido utilizada para evaluar el estado general de una persona, y esta práctica tiene respaldo en la ciencia médica actual. Dos aspectos fundamentales, el color y la textura, se erigen como señales reveladoras del bienestar o de posibles dolencias.

Cuando se trata del color de la lengua, el tono rosado es la norma para una lengua saludable. Variaciones en este color pueden ofrecer pistas sobre la presencia de patologías o hábitos poco saludables. Una lengua enrojecida podría indicar deficiencia de hierro o vitamina B12, mientras que una tonalidad amarilla podría estar asociada a problemas hepáticos o de vesícula biliar. Tonos oscuros de rojo podrían señalar inflamación o incluso la presencia de elementos cancerígenos. Por otro lado, una lengua más pálida de lo normal podría sugerir anemia o deficiencia de nutrientes, incluyendo posibles infecciones por hongos o falta de higiene bucal adecuada.

La textura de la lengua también ofrece pistas valiosas. La hinchazón podría indicar retención de líquidos, mientras que una lengua áspera podría ser signo de deshidratación o diabetes. Grietas o fisuras pueden revelar desequilibrios nutricionales o problemas digestivos. La presencia de manchas, granos o llagas, según profesionales de la salud, puede indicar intoxicación, consumo excesivo de azúcares refinados, grasas o proteínas, respectivamente. En conjunto, la observación de la lengua se posiciona como una herramienta complementaria para interpretar posibles problemas de salud y fomentar la atención preventiva.