Investigación

¿Qué manda más, nuestra personalidad o nuestros genes?

La mente y el cuerpo están profundamente interconectados. Un investigación internacional evidencia que, así como la genética tiene una gran influencia en el comportamiento, también sucede al revés.

Cadena de ADN
Nuetros comportamientos vitales influyen en la expresión de nuestros genes UGRUGR

La genética de la conducta es un campo de estudio que busca comprender cómo los genes influyen en nuestros comportamientos y en nuestras características psicológicas. Está ampliamente demostrado que es así, pero no había tanta evidencia sobre la bidireccionalidad del proceso, es decir, que también nuestra personalidad y, sobretodo, nuestro proyecto de vida regulan la expresión nuestros genes y, por ende, afectan a nuestra salud y bienestar.

Ahora, un estudio internacional liderado por la Universidad de Granada (UGR)- el primero en medir la transcripción de todo el genoma relacionada con la personalidad humana- ha demostrado, mediante técnicas de Inteligencia Artificial (IA), que la regulación de la expresión génica también se ve afectada por nuestra conducta, de manera que ciertas perspectivas de vida promueven vidas sanas, satisfactorias y largas, mientras que otras conducen a vidas estresantes, enfermizas y cortas.

El equipo internacional que participó en la investigación, que publica hoy la revista Molecular Psychiatry (Nature), utilizó datos del Young Finns Study, un extenso estudio realizado en la población general de Finlandia durante cuatro décadas. Durante este período, recopilaron información relevante sobre la salud, la condición física y el estilo de vida de los participantes. Además, les sometieron a exhaustivas evaluaciones de personalidad abordando tanto su temperamento (hábitos y reactividad emocional) como su carácter (metas y valores conscientes).

También se analizó la regulación de la expresión génica en estos individuos, considerando tres niveles de autoconciencia medidos a través de sus perfiles combinados de temperamento y carácter: los “no regulados”, personas dominadas por emociones irracionales y hábitos asociados con sus tradiciones y obediencia a la autoridad; los “organizados”, individuos autosuficientes que pueden regular sus hábitos de manera intencionada y cooperar con otros en beneficio mutuo y, por último, los “creativos”, sujetos autotrascendentes que integran sus hábitos para vivir en armonía con otros, la naturaleza o el universo, incluso si hacerlo requiere un sacrificio personal.

Seis genes heredados dirigen la "orquesta"

“En nuestra investigación hicimos dos descubrimientos clave sobre la expresión y organización de los genes según los perfiles de personalidad de estos individuos. En primer lugar, descubrimos una red de 4000 genes que se agrupaban en múltiples módulos que se expresaban en regiones específicas del cerebro. Algunos de estos genes ya los habíamos vinculado en estudios previos a la herencia de la personalidad humana. En segundo lugar, descubrimos que los módulos formaban una red funcional interactiva. Esta red es capaz de orquestar cambios en la cambios en la expresión génica para adaptarse a condiciones variables internas y externas. Los módulos se activaban y desactivaban de manera flexible, facilitando la adaptación a los desafíos cotidianos que todos enfrentamos y coreografiando nuestro desarrollo" indica la coautora principal, Coral del Val, investigadora de la Universidad de Granada.

Y, coordinando todas estas redes, los investigadores encontraron un centro de control compuesto por seis genes, que se mantienen altamente conservados a lo largo de la evolución, desde los organismos unicelulares hasta los seres humanos modernos. "La importancia práctica de este hallazgo es que señala el modo en que las personas pueden mejorar la calidad de su salud, su felicidad y su calidad general de vida cotidiana a pesar de los retos y el estrés a los que todos nos enfrentamos", destaca Elisa Díaz de la Guardia-Bolívar, la otra coautora principal.

A mayor autoconciencia, mayor bienestar

En investigaciones previas, las autoras encontraros diferencias significativas en el bienestar entre personas pertenecientes a los tres grupos de personalidad, según su nivel de autoconciencia. Específicamente, aquellos con una autoconciencia más alta (grupo creativo) reportaron un mayor bienestar en comparación con los grupos organizado y no regulado. Ahora hemos demostrado que el nivel de autoconciencia también está fuertemente asociado con la regulación de la expresión génica en el mismo orden (creativo > organizado > no regulado). Esto sugiere que una persona puede mejorar su salud y bienestar cultivando una visión más autotrascendente y creativa de su vida", afirma Igor Zwir, profesor de Ciencias de la Computación de la UGR

Aunque advierte que aún es necesario confirmar si la regulación de la expresión génica es el factor mediador en la asociación entre la autoconciencia y el bienestar, se ha comprobado que los tratamientos que fomentan una mayor autotrascendencia y mindfulness también contribuyen a mejorar todos los aspectos de la salud: física, mental, social y espiritual. Por lo tanto, es plausible que la regulación de la expresión génica sea el verdadero mediador en esta asociación.

"Estos hallazgos demuestran claramente que la mente y el cuerpo de una persona están profundamente interconectados. Cada uno influye en el otro, por lo que no están separados. Es importante reconocer que nuestro bienestar futuro no está totalmente determinado por nuestras condiciones pasadas o presentes; más bien, podemos cultivar nuestro propio bienestar en un proceso creativo lleno de posibilidades abiertas", explica Robert Cloninger, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Washington, en St. Louis (EE UU).

El estudio- de naturaleza multi e interdisciplinar- fue liderado por investigadores del Instituto Andaluz Interuniversitario de Investigación en Ciencia de Datos e Inteligencia computacional (DaSCI), el departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada (UGR), y el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.Granada). Se llevó a cabo con la colaboración del profesor Robert Cloninger, investigadores de Baylor College of Medicine (Texas, EE UU) y del Young Finns Study (YFS, Finlandia).