Opinión

La Sanidad madrileña se merece un mejor ministro

Madrid opera más rápido que las demás regiones y es referente en el manejo de patologías graves

XIII Premios A Tu Salud
XIII Premios A Tu SaludJ G Feria

Los premios del suplemento de salud de LA RAZÓN se han convertido en uno de los eventos de referencia por antonomasia de la Sanidad española. Edición tras edición, el acto que los acoge congrega siempre a lo más granado de la política sanitaria, la medicina, la enfermería, la farmacia, la gestión pública y privada, la distribución farmacéutica, y la industria farmacéutica y tecnológica de este país. Los galardones de este año no han sido una excepción. Más de 700 invitados acudieron el pasado martes a la sede de este periódico para conocer el nombre de los galardonados y arropar a todos los que han contribuido a convertir A TU SALUD en el semanario especializado más prestigioso y, a su vez, el que más premios ha recibido por su labor de todos los que se editan en la prensa española sobre cualquier materia, tanto en papel como en formato digital.

Este año, el evento contó, sin embargo, con dos importantes novedades con respecto a años anteriores. La primera es que el suplemento ha superado la friolera de los 1.000 números desde que irrumpiera en el mercado periodístico hace ya casi 22 años y quiso celebrarlo por todo lo alto, concediendo un galardón muy especial: el premio 1.000. En aquella época pocos confiaban en que un producto informativo sobre salud fuera a alcanzar una edad tan longeva, pero el apoyo de los lectores y del sector, y una apuesta entonces arriesgada por la promoción de la vida saludable y por dar voz a los agentes sanitarios que operan en nuestro país hicieron que aquella aventura periodística consiguiera un éxito inimaginable que ha durado hasta nuestros días.

La segunda novedad es que, por una vez, y sin que sirva de precedente, el suplemento y el propio periódico han decidido romper la neutralidad político-institucional que siempre ha mantenido en este tipo de actos. La crítica situación que atraviesa la sanidad española y los planteamientos sectarios del Ministerio que habría de revertirla han llevado a A TU SALUD y a LA RAZÓN a posicionarse. No es, desde luego, hora de ser tibios. Seis años después de la llegada de Pedro Sánchez al poder, el número de pacientes en espera de una operación ha batido todos los récords. Según los datos del propio Ministerio de Sanidad, 849.535 enfermos aguardaban pasar por el quirófano a finales de 2023 -265.517 más que en junio de 2018-, y lo hacían la friolera de 128 días de media, en el conjunto de las especialidades médicas. Por otra parte, la demora media para acceder a un especialista era de 101 días. España, además, es uno de los países europeos que más tarda en incorporar los medicamentos innovadores para los pacientes, alcanzando una media de 661 días. En lugar de arreglar fallos estructurales como los que revelan estos datos, la ministra de Sanidad, Mónica García, se dedica a atacar a las autonomías gobernadas por sus rivales, con especial inquina hacia Madrid e Isabel Díaz Ayuso. Sorprendentes sus críticas, teniendo en cuenta que los enfermos de esta comunidad esperan de media 51 días para ser intervenidos quirúrgicamente, 77 menos que en el conjunto del país. El colmo de la desfachatez es lanzar soflamas contra una privatización que no existe más que en la imaginación de la que debería ejercer como máxima autoridad sanitaria del Estado, y tratar de derogar la ley 15/1997 de nuevas fórmulas de gestión, norma que dio carta de naturaleza a la gestión privada de los servicios públicos para mejorar su eficiencia. Allá donde esta fórmula se ha aplicado, las listas de espera han sido menores y los pacientes han salido beneficiados. Conviene recordar que dicha norma fue aprobada por el PP con el apoyo del CiU, el PNV y un PSOE que entonces sí tenía sentido de Estado. Este año, A TU SALUD ha decidido premiar a la Sanidad madrileña porque, con sus defectos, que los tiene, es sin duda la mejor de toda España, una referencia en el manejo de enfermedades como la ELA y el cáncer, y un polo de atracción de los mejores especialistas, mal que le pese al Ministerio.