Salud

Superar la cantidad diaria recomendada de esta vitamina puede causar un grave deterioro mental

Si bien un consumo moderado puede proteger contra la demencia y el rendimiento cognitivo, un exceso podría tener el efecto opuesto según un estudio reciente

La vitamina B12 está presente en el pescado, en la carne, en las aves de corral, en los huevos y en los lácteos
La vitamina B12 está presente en el pescado, en la carne, en las aves de corral, en los huevos y en los lácteosLa RazónLa Razón

Puede que la palabra "tiamina" no nos suene, pero se trata de una vitamina que se encuentra con facilidad en alimentos como pescados, carnes, lácteos y en los cereales integrales. Pertenece al grupo B, fundamental para el metabolismo energético y para que los neurotransmisores del cerebro funcionen de forma correcta. Es decir, que la tiamina juega un papel clave en cómo nuestro cuerpo obtiene y usa la energía cerebral. Sin embargo, superar la cantidad diaria recomendada podría estar relacionado con un deterioro cognitivo.

Así lo afirma un estudio reciente publicado en la revistaGeneral Psychiatry sobre los efectos de la tiamina, también conocida como vitamina B1. Según sus hallazgos, su relación con la agudeza mental en personas mayores sanas sigue una forma de "J". ¿Qué significa esto? Básicamente, que consumir una cantidad moderada es beneficioso para el cerebro, pero pasarse de la raya podría tener el efecto contrario.

Según la investigación, la cantidad ideal de tiamina ronda los 0,68 mg al día. Esa dosis parece ayudar a mantener la mente ágil y protegida del deterioro cognitivo. Pero, una vez que se supera 1 mg diario, el panorama cambia de forma drástica: los investigadores encontraron una fuerte asociación entre el exceso de tiamina y un mayor riesgo de problemas cognitivos.

Y es que, aunque en estudios anteriores se había visto que dosis altas de tiamina podían mejorar la función cerebral en personas con deterioro cognitivo leve o demencia en fase temprana, este nuevo hallazgo sugiere que más no siempre es mejor, al menos cuando hablamos de personas mayores que aún no presentan problemas mentales.

Descubrieron que no hay que superar cierta dosis de vitamina B1

En los estudios previos, no se sabía aún si la ingesta dietética habitual podía desencadenar los procesos de deterioro o, en cambio, frenarlos. Para averiguarlo, los investigadores utilizaron datos disponibles públicamente de la Encuesta de Salud y Nutrición de China (CHNS), un estudio multipropósito a largo plazo que comenzó en 1989 y que incluyó a casi la mitad de la población de China en 2011.

Durante 10 años, un grupo de personas mayores de 55 años, que empezaron sin problemas de memoria ni confusión, fueron evaluadas varias veces para ver que sucedía con su agudeza mental. En cada una de esas rondas, los investigadores también les preguntaban qué comían y recogían con bastante detalle lo que habían ingerido durante tres días seguidos. Usaron las tablas de composición de alimentos de China para calcular exactamente cuánto consumían de cada nutriente, incluida la tiamina (vitamina B1).

Para medir como funcionaba su cerebro, pusieron a prueba la memoria y la atención con ejercicios clásicos: recordar una lista de 10 palabras de inmediato y al rato, contar hacia atrás desde 20 y hacer cuentas mentales (como restar de 7 en 7 desde 100, cinco veces seguidas). La puntuación combinada de estas pruebas iba de 0 a 27, mientras más alta, mejor era la agilidad mental.

En promedio, los participantes consumían 0,93 mg de tiamina al día. Pero ojo con esto: los beneficios parecían estabilizarse a partir de los 0,68 mg diarios. A partir de ahí, más no era mejor. De hecho, por cada mg extra de tiamina por día, se observaba una caída significativa de 4,24 puntos en la puntuación cognitiva. Y si pensamos que el puntaje total máximo era 27, eso representaba una bajada de alrededor del 15%.

Algo interesante que también salió a la luz fue que esta relación entre la tiamina y el deterioro cognitivo era todavía más marcada en personas con obesidad. Es decir, demasiada B1 podría impactar más fuerte en la agudeza mental.

Para ver con más claridad cuál sería el rango “ideal” de tiamina para mantener la mente despierta, los investigadores dividieron las cantidades en diferentes niveles: 0,4, 0,6, 0,8, 1, 1,2 y 1,4 mg por día.

¿El resultado? El menor riesgo de deterioro cognitivo se obtuvo en las personas que consumían entre 0,6 y menos de 1 mg al día. Más allá de ese rango, los beneficios no solo se estancaban y en algunos casos, incluso se revertían.

Para asegurarse de que el efecto no se debía a otros factores, también analizaron cómo influía el consumo de otras vitaminas del grupo B (como la riboflavina y la niacina), así como el consumo de carne roja o procesada. Nada de eso cambió los resultados. Tampoco lo hicieron variables como la edad, el sexo, si la persona bebía alcohol o cuántas grasas, proteínas o carbohidratos ingería.

En resumen: la tiamina es clave para el cerebro, pero como todo en nutrición, encontrar el punto justo es fundamental.