Congreso Americano de Hematología

La terapia que erradica los rastros de mieloma múltiple

Un estudio en fase 2 muestra cómo un nuevo tratamiento podría evitar los trasplantes de médula ósea

Mieloma múltiple
Mieloma múltipleTeresa Gallardo

Buenas noticias para los pacientes de mieloma múltiple (MM). Los resultados de un estudio presentado hoy sábado, en el marco del Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), que se está celebrando estos días en Orlando (EE UU), muestran cómo un nuevo tratamiento podría permitir a los pacientes evitar los trasplantes de médula ósea.

El tratamiento con una terapia de anticuerpos dirigida a células inmunitarias y cancerosas erradica los rastros residuales de este cáncer de células sanguíneas, según los resultados provisionales de un ensayo clínico fase 2 realizado por investigadores del Sylvester Comprehensive Cancer Center, de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.

Ninguno de los 18 pacientes que completaron hasta seis ciclos de tratamiento con linvoseltamab, que es como se llama la terapia, presentó enfermedad detectable en pruebas de alta sensibilidad. Este éxito preliminar sugiere que el linvoseltamab, que es un anticuerpo biespecífico, podría permitir a los pacientes evitar los trasplantes de médula ósea, que implican quimioterapia intensa y de alta potencia. También apunta a la posibilidad a largo plazo de mejorar las probabilidades de los pacientes de contraer esta enfermedad.

«Estos pacientes recibieron un tratamiento inicial moderno y eficaz que eliminó el 90% de su tumor –cuenta el investigador principal, Dickran Kazandjian, médico de Sylvester y profesor de la División de Mieloma de la Escuela Miller, que realizó la investigación en colaboración con el Dr. C. Ola Landgren, director del Instituto de Mieloma Sylvester, y presentó los resultados actualizados en ASH–. Normalmente, pacientes como estos recibirían quimioterapia de dosis alta y trasplante. En cambio, les administramos un tratamiento con el fármaco linvoseltamab».

Landgren calificó los resultados hasta el momento de «extremadamente impresionantes» y aseguró que la desaparición de las células de mieloma persistentes es un buen augurio para el futuro de los pacientes. «Basándome en mi experiencia, predeciría que, tras una respuesta tan buena en tan poco tiempo, la enfermedad probablemente podría mantenerse alejada durante muchos años». «¿Podría no volver nunca en algunos pacientes? Diría que es posible», añadió.

El mieloma múltiple surge de células inmunitarias productoras de anticuerpos, llamadas células plasmáticas. Estas células cancerosas se acumulan, interfiriendo con las células sanguíneas normales y causando daños. No existe una cura establecida.

Actualmente, la mayoría de los pacientes recién diagnosticado reciben una combinación de tres o cuatro fármacos. En algunos casos, esta terapia erradica las células de mieloma, pero en otras ocasiones el cáncer persiste. Estos rastros de mieloma pueden presentarse en niveles tan bajos que no se detectan en las evaluaciones estándar de médula ósea.

Para detectar pequeñas cantidades de cáncer persistente, los médicos de Sylvester analizan biopsias de médula ósea mediante una prueba que detecta secuencias genéticas asociadas con el cáncer. Esta prueba es lo suficientemente sensible como para identificar una sola célula cancerosa entre un millón de células normales.

Los oncólogos denominan a estas pocas células de mieloma restantes enfermedad mínima residual (ERM). Los pacientes con ERM negativa pueden esperar vivir años más sin que el cáncer reaparezca que aquellos con una positiva, según Landgren, quien fue pionero en el uso de la ERM como indicador de eficacia en la evaluación de terapias experimentales.

Tratamiento actual

Durante muchos años, los pacientes con enfermedad residual (con ERM positiva) tras completar la terapia combinada suelen recibir quimioterapia potente de dosis alta. Si bien su objetivo es eliminar las células de mieloma restantes, esta quimioterapia causa efectos secundarios significativos. Para hacer posible este enfoque, al día siguiente, los pacientes reciben un trasplante de sus propias células madre hematopoyéticas de la médula ósea. Es una «terapia bastante brutal, introducida por primera vez en el Reino Unido en 1983», afirma Landgren. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, el mieloma finalmente reaparece.

El ensayo clínico ha incluido hasta la fecha a 25 pacientes con EMR positiva tras completar la terapia combinada.