Salud

Todo lo que no te contaron sobre la Fimosis: síntomas, operación y tratamiento

Es habitual en el momento del nacimiento, pero también puede aparecer en la etapa adulta. En los últimos años ha cambiado mucho la forma médica en que se aborda. ¿Cuáles son las recomendaciones actuales? ¿Qué pasa si no se opera?

Todo lo que no te contaron sobre la Fimosis: síntomas, tipos de cirugía y tratamiento
Todo lo que no te contaron sobre la Fimosis: síntomas, tipos de cirugía y tratamientoFreepik

La fimosis suele producirse en bebés o niños, pero también puede darse en adultos. Un halo de "desconocimiento" rodea a esta enfermedad, provocado quizás porque los genitales son un tema tabú, sobre todo durante la etapa infantil. Esto hace que habitualmente se desconozcan los síntomas de la fimosis, qué tipos existen o qué cirugías y tratamientos son los más adecuados para cada hombre. Asimismo, surgen preguntas habituales sobre lo que debes hacer si tu hijo la tiene, si es necesario dar el famoso "tirón", cuándo se debe tratar, qué pasa a la larga si no se opera o cómo influye al mantener relaciones sexuales.

En este artículo descubrirás que la fimosis es bastante habitual y que, de hecho, es la anomalía congénita mas frecuente del pene. La buena noticia es que cuando se presenta en los bebés suele desaparecer con la edad y mejorar con los años en la gran mayoría de los casos sin hacer (casi) nada.

Sin embargo, también puede convertirse una situación patológica en adultos, sobre todo si provoca problemas como dificultad para orinar, dolor o picor, problemas para que se produzca la erección y durante la penetración, impidiendo la colocación del preservativo; así como grietas e infecciones, lo que puede conllevar una gran preocupación en la vida de muchos varones.

¿Qué es la fimosis?

El pene tiene una parte denominada en medicina como "cuerpo esponjoso". En la zona final de esta área se encuentra el glande, que es donde se recibe la estimulación entre otras funciones. El glande está cubierto por el prepucio, la piel que cubre el pene. En condiciones normales, el prepucio se puede mover con facilidad y deslizarse sobre el glande. Este movimiento es el que permite que el varón pueda orinar o que el pene se ponga erecto. Sin embargo, si la piel del prepucio es demasiado estrecha, no puede moverse y se cierra sobre el glande, provocando fimosis. En resumen: la fimosis es la imposibilidad de bajar la piel del prepucio del pene.

Tipos de fimosis y sus causas

Principalmente, se contemplan dos tipos de fimosis: la fimosis congénita o fisiológica (primaria) y la fimosis adquirida o secundaria. Casi todos los niños, cuando nacen, tienen fimosis fisiológica. Este fenómeno es una condición normal en los recién nacidos, de hecho, cerca del 90% lo presentan al nacer, por lo que en un primer momento no debe considerarse una enfermedad. En la gran mayoría de los niños, la fimosis se cura de forma espontánea sin hacer nada (basta con mantener una buena higiene) y va reduciéndose conforme pasan los años: a los 4-5 años, solo la presenta un 10% y al llegar a la adolescencia se ha resuelto en el 99% de los niños.

Hombre y bebé durmiendo
Hombre y bebé durmiendoLa Razón

¿Puede aparecer la fimosis de adulto?

Sí, la fimosis secundaria o adquirida puede aparecer en cualquier momento de la vida. Si no se atiende a los siguientes factores, puede desarrollarse con el tiempo. "Su origen puede estar en una inflamación o hinchazón, infección de repetición, cuadro de inflamación, traumatismo local... Otro de los motivos por los que puede originarse la fimosis es por una falta de higiene del pene. Así, se produce una acumulación de suciedad, sudor, bacterias y otros organismos que pueden producir una infección que puede derivar en balanitis (infección del pene debida a la acumulación de esmegma)", explica el doctor Daniel Cabezalí Barbancho, experto en Urología infantil.

En adultos, la fimosis puede presentarse en tres estadios: fimosis puntiforme, fimosis cicatricial o anular no retraíble, y, fimosis anular. La fimosis puntiforme se define por un estrechamiento del prepucio únicamente en torno a la zona del orificio del pene, por lo que la micción se hace difícil. La fimosis cicatricial se define por un endurecimiento de la parte externa de la piel del orificio del prepucio y puede tener su origen en una infección por hongos o bacterias, inflamación crónica o un traumatismo en el prepucio. Por último, la fimosis anular se define por la incapacidad del prepucio para retraerse, formando un anillo en torno al glande.

Síntomas de fimosis

El principal síntoma de la fimosis es la estrechez del prepucio y la dificultad para retraerlo. Otro síntoma asociado, aunque menos frecuente, es la disuria o el dolor durante la micción, es decir, al orinar. La fimosis puede producir retenciones al hacer piso o infecciones de orina si la infección del esmegma asciende por la uretra. Asimismo, la fimosis también produce dolores al hacer el amor y coitos con molestias, debido a la falta de deslizamiento del prepucio sobre el glande y el pene.

Si la fimosis no se trata pueden aparecer complicaciones como infección en el glande o la parafimosis. La parafimosis aparece cuando el prepucio se queda detrás de la cabeza del pene (glande) y no puede volver a su posición normal. El prepucio suele quedarse atrás durante las relaciones sexuales, cuando van al baño o cuando se limpian el pene. Pero si no vuelve a su situación inicial, hay que acudir de inmediato a urgencias. En este estadio produce dolor y cambios de color de la punta del pene. Todos los hombres no circuncidados están expuestos a tener parafimosis. Cuando ocurre hay que acudir de inmediato a urgencias.

¿Qué pasa si no se opera la fimosis?

Debemos ser cautelosos con los casos de fimosis porque no todos requieren de operación. No hay que forzar tampoco la separación con la llamada técnica del "tirón", una práctica muy extendida hasta hace unos años, pero no recomendada porque puede provocar dolor, heridas, fisuras y una cicatrización patológica que puede agravar la fimosis. Por el contrario, si se trata de una fimosis fisiológica, en bebés o niños, y la persona no sufre problemas por la presencia del prepucio excesivo, no es preciso ningún tratamiento concreto. Como hemos visto, lo más probable es que desaparezca con el tiempo. Lo que sí es importante es habituar al niño o al chico a mantener la higiene diaria sobre la zona.

Por otro lado, algunos casos en los que la fimosis sí produzca alteraciones se pueden resolver sin tener que pasar por quirófano a través de maniobras de manipulación. "Se puede intentar retraer el prepucio de forma periódica para intentar conseguir despegar el glande y dilatar la piel prepucial", explica el doctor Cabezalí. También pueden usarse cremas a base de corticosteroides con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antibióticas, que facilitan que la piel se deslice sobre el glande y pueden evitar que el pequeño tenga que someterse a una operación. Pero no todos los casos son idóneos para aplicar remedios tópicos y su abuso puede producir una atrofia del prepucio y una mayor estrechez o fimosis.

Tratamiento, ¿cirugía sí o no para la fimosis?

Cuando estos tratamientos no son suficientes, el paciente puede someterse a un procedimiento quirúrgico. Hay varios tipos de cirugías u operaciones para la fimosis: la más ideal dependerá del grado de la patología. Algunas consisten en realizar pequeños cortes en la piel o eliminar por completo el exceso de piel. Está indicada sobre todo cuando hay infecciones, incomoda la higiene diaria o en pacientes con vida sexual activa molesta durante las erecciones

La circuncisión es el principal tratamiento quirúrgico de la fimosis y consiste en la extirpación total o parcial del prepucio y el frenillo peneano, quedando el glande expuesto. Otros tratamientos quirúrgicos son la frenuloplastia (que se practica cuando el frenillo es demasiado corto) o la prepucioplastia, que consiste en una pequeña incisión a lo largo de la banda de constricción, en la que se mantiene la piel y se solo se agranda el orificio.