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Salud

El truco al andar que reduce el dolor sin medicamentos y retrasa la artrosis, según la ciencia

Investigadores muestran que un simple ajuste al pisar con el pie protege el cartílago de la rodilla y frena la osteoartritis, con efectos comparables a los analgésicos

Un pequeño cambio en cómo ponemos el pie al caminar puede proteger la rodilla de la artrosis Freepik

Caminar es uno de los gestos más cotidianos de nuestra vida y por eso no solemos fijarnos en cómo lo hacemos. Sin embargo, un simple ajuste en la forma de andar podría aliviar la artrosis de rodilla, frenar su avance y esquivar esta dolorosa enfermedad si es que aún no la padecemos.

Así lo sugiere un estudio publicado recientemente en The Lancet Rheumatology, que apunta a que modificar la orientación del pie al dar pasos puede aliviar el dolor de la osteoartritis e incluso ralentizar su progresión con una eficacia comparable a la de los medicamentos habituales, pero sin sus efectos secundarios.

Una enfermedad silenciosa y limitante

La osteoartritis o artrosis son lo mismo. Ambos términos que se utilizan indistintamente para referirse a la misma enfermedad crónica y degenerativa de las articulaciones y son la forma más común de artritis. Provocan dolor, rigidez e inflamación en las articulaciones hasta el punto de que pueden molestar cada vez que se mueven. Aunque puede afectar a varias partes del cuerpo, es más común en las rodillas, las caderas y las manos.

La artrosis aparece, sobre todo, en personas mayores de 40 años. Es bastante común: a nivel mundial, casi el 40 % de las personas mayores de 70 años tienen osteoartritis. No obstante, la detección temprana ha revelado un aumento de los casos de artrosis en personas más jóvenes.

"Tradicionalmente se considera una enfermedad vinculada a la edad avanzada, pero ahora la artrosis afecta también a individuos entre sus 30 y 40 años", señala el Dr. Francisco Castro, reumatólogo del Centro Médico Teknon de Barcelona.

Eso ha hecho que la cifra de casos aumente. Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), más de 7 millones de personas en España padecen artrosis. A nivel global, la cifra se dispara: unos 600 millones de personas.

El principal problema de la osteoartritis es que no tiene cura, Los especialistas recomiendan mantener la actividad física, manteniendo un peso saludable y tomar medicamentos para aliviar el dolor. En casos más avanzados, las personas pueden necesitar muletas o bastones pueden ser necesarios.

Hasta ahora, faltaba una estrategia que no solo calmara los síntomas, sino que además ayudara a esquivar o frenar el avance de la enfermedad. Pero el nuevo estudio ha descubierto una manera.

La artrosis produce dolor desde el principio. La osteoporosis, noDREAMSTIMELA RAZÓN

Caminar distinto puede marcar la diferencia

El nuevo estudio, desarrollado por investigadores de la Universidad de Utah, la Universidad de Nueva York y la Universidad de Stanford, plantea precisamente eso: modificar la manera de caminar. Concretamente, ajustar el ángulo del pie entre 5 y 10 grados hacia dentro o hacia fuera para reducir la carga sobre la rodilla.

"La mejora del dolor es significativa y del mismo nivel que la conseguida con analgésicos, pero sin efectos secundarios farmacológicos", explica Valentina Mazzoli, profesora adjunta en la Universidad de Nueva York y coautora principal del estudio. "Esto convierte al reentrenamiento de la marcha en una opción muy prometedora y eficaz para la osteoartritis de rodilla en fase inicial".

Por su parte, el Dr. Francisco Castro, señala que cada vez más personas jóvenes tienen artrosis por varias causas, como genéticas y ciertos patrones de trabajo. "Pero el incremento de actividades deportivas [crossfit, por ejemplo] que implican sobrecarga articular ha emergido como un factor de riesgo para una artrosis temprana".

"La práctica creciente de deportes de alto impacto, sin la preparación adecuada, contribuye al desgaste articular prematuro", añade. De acuerdo con este estudio, aprender a apoyar el pie al andar o hacer ejercicio puede ser clave para detener esta tendencia.

Resultados que sorprenden a los especialistas

El ensayo clínico contó con 68 adultos con osteoartritis de rodilla en fase inicial. Se les dividió en dos grupos. Uno recibió entrenamiento para modificar el ángulo de progresión del pie, mientras que el otro mantuvo su marcha natural. El seguimiento se prolongó durante un año, con revisiones periódicas para comprobar que se mantenía el ángulo prescrito.

Al final del estudio, el grupo que modificó su marcha informó de una reducción media del dolor de 2,5 puntos en una escala del 0 al 10, frente a una disminución de 1,3 en el grupo de control. Pero lo más llamativo fueron las resonancias magnéticas: mostraron que quienes habían aprendido a caminar de forma distinta tenían menos degeneración del cartílago en la rodilla.

Aunque el hallazgo abre la puerta a un nuevo enfoque terapéutico, los expertos advierten que no es un camino sencillo. "La marcha de cada persona es el resultado de una compleja cadena de estructuras musculoesqueléticas", recuerda Mazzoli. "Cambiarla requiere conocimientos especializados y práctica", señala, por lo que contar con médicos especialistas en medicina física y rehabilitación o con fisioterapeutas puede facilitar el proceso.

Pese a estas dificultades, la tecnología podría allanar el terreno. Según Mazzoli, los avances en inteligencia artificial ya permiten estimar la carga sobre la rodilla y personalizar el ángulo ideal para cada paciente. "Queremos aprovechar esta tecnología para que la modificación de la marcha esté ampliamente disponible en la clínica. Sería un tratamiento accesible y sin los inconvenientes de la medicación".