Coronavirus

Un lazo bien vale un contagio

Pese a la orden de confinamiento, los independetistas salen a la calle. Y lo hacen para colocar enseñas y hacer pintadas

Lazos amarillos puestos por independientes en el puente que une Vilasar de Mar con Cambrils
Lazos amarillos puestos por independientes en el puente que une Vilasar de Mar con Cambrilslarazon

Cataluña es la segunda Comunidad Autónoma que ha registrado hasta ahora el mayor número de casos de contagio por coronavirus. Al cierre de esta edición y según datos facilitados por la Consejería de Sanidad catalana, se habían detectado 1.394 positivos y 18 muertos a causa del Covid-19. Sin embargo, pese a la alarmante cifra, los independentistas más radicales hacen oídos sordos al estado de alarma y, según ha podido comprobar LA RAZÓN, salen a diario de sus hogares para plagar de lazos amarillos los territorios y llenar de pintadas las fachadas que durante estos últimos meses las «brigadas de limpieza» constitucionalistas habían limpiado.

Parece que la particular «guerra» de los secesionistas está dispuesta a saltarse todas las normas, más aún, cuando el propio «president» Torra sigue haciendo llamados a la revolución en medio de una crisis histórica en el país. Uno de los principales lugares donde se han registrado los mayores movimientos en cuestión de instalación de lazos y pintadas ha sido en los pueblos costeros de la comarca de El Maresme. En las imágenes que acompañan a este reportaje se puede apreciar el puente que une Vilasar de Mar con Cambrils, pero este no es el único escenario que constata la presencia clandestina de independentistas, cuando todos los ciudadanos deben permanecer en cuarentena en sus domicilios.

También en el Camí del Mig y en la Nacional II se han registrado pintadas yvisto lazos que habían sido eliminados hace semanas. «Es una absoluta vergüenza, una irresponsabilidad, el foco de detección ha sido este fin de semana, cuando compañeros brigadistas que se desplazaban en su vehículo del trabajo a casa se toparon con este escenario dantesco», relata a este diario José, ex portavoz de Segadors del Maresme. Él, como el resto de compañeros no daba crédito a lo ocurrido. «Esta gente no tiene límites, están dispuestos a todo, incluso a poner en riesgo nuestras vidas», añade.

Todas las brigadas de limpieza, que llevan oficialmente constituidas desde enero de 2018 realizando la dura tarea de eliminar todas las enseñas independentistas de las zonas públicas de Cataluña, decidieron desde el momento en el que Pedro Sánchez decretó el estado de alarma congelar sus labores de limpieza. «Es algo que hay que asumir, claro que no nos gusta ver lazos y pintadas independentistas, pero lo primero es la salud y hay que ser solidario y pensar en el otro. Ellos parece que solo se miran el ombligo», critica otro de los «quitalazos» amarillos.

«Cuestión de vida o muerte»

«Nosotros siempre hemos actuado dentro del marco de la legalidad, no como ellos. Es de primera necesidad quedarse en casa para no contagiar, es cuestión de vida o muerte y hay que hacer caso a las indicaciones del Gobierno», añade José, que lleva luchando desde el primer día contra el azote de los secesionistas radiales que quieren desconectarse de España. En lo que confían todos es que los Mossos, o cualquier cuerpo policial de Cataluña, multen a aquellos a los que vean por las calles y espacios públicos poniendo lazos o tiñiendo de amarillo las fachadas. «Tenemos fe plena en ellos, lo que ocurre es que los que salen a hurtadillas lo harán con todo el cuidado para no ser vistos», lamenta. Otra de las mujeres que, al menos, una vez a la semana salía hasta ahora de madrugada a «limpiar» el rastro independentista de las calles apunta que «la irresponsabilidad de algunos por la enfermedad que tienen de poner lazos para reivindicar la ‘‘fake república’’ en estos momentos nos puede acarrear consecuencias irreversibles».

De hecho, la normativa decretada para el confinamiento recoge multas que van desde los 100 euros a prisión de un año para todos aquellos que de manera injustificada se muevan por la vía pública. Es más, tanto la Policía, como la Guardia Civil y los Mossos ya han interpuesto las primeras multas a ciudadanos que han decidido salir en bici por la calle o realizar quedadas multitudinarias. «Torra es un demente, a él solo le interesa la vía unilateral y es capaz de aprovechar cualquier situación crítica para llevarla a cabo», apunta José en relación a las declaraciones públicas que ha hecho el «president» (que ha dado positivo en coronavirus) en las últimas semanas. «Lo de cerrar las fronteras con España es una barbaridad», añade.

«No comprendo esta situación, cada mañana veo que han puesto lazos en nuevos sitios. Mi marido sale a primera hora para ir a trabajar y en zonas en las que las cinco de la mañana no hay nada, luego aparecen», relata Nuria, vecina de El Maresme. El tema de las pintadas es aún más grave. Según las fotos que los «brigadistas» han hecho llegar a este diario se aprecian frases como «Per supervivencia, independencia» o «1-0, ni olvido ni perdón», en la línea con lo que llevan haciendo los secesionistas desde el ilegal referéndum de 2017. «No los vamos a quitar hasta que el Gobierno autorice que salgamos a la calle. Si las brigadas decidiéramos salir ahora sería ir contra la ley y eso nunca lo haremos. Somos respetuosos», añade José. Es más, en estos dos años, todos los «brigadistas» llevan reclamando sanciones para los que «ensucian» los espacios. Sin embargo, la Generalitat contraatacó con penas de entre 600 y 30.000 a los «brigadistas» que se «atrevieran» a quitar las enseñas independentistas del territorio catalán. Algo que, evidentemente, nunca pudieron implementar. Otra de las críticas que han hecho es la contaminación que provocan las toneladas de plástico dispersa en forma de lazos por toda Cataluña. Ellos ya han recopilado más de 10 toneladas que más tarde han trasladado a Greenpeace y al Ministerio de Medio Ambiente en Madrid. «Ya no es solo una cuestión estética, sino de respeto a la naturaleza. Ellos contaminan y nadie les dice nada», lamenta otro de los «caza lazos», como se refieren a ellos los secesionistas. Lo que esperan todos es que pase la cuarentena para poder seguir dejando Cataluña «limpia» de enseñas «indepes