Nuevas costumbres post-confinamiento: el teletrabajo

El teletrabajo, para aquellos que tienen la posibilidad, ha venido para quedarse. Como todo en la vida, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Entre las ventajas, se encuentran la libertad de horarios, la posibilidad de trabajar en ropa informal y la libertad para ir al baño o tomar un café las veces que haga falta. Entre sus inconvenientes, está el elevado gasto eléctrico y la incapacidad de separar tu casa del espacio de trabajo, pudiendo ocasionar estrés, malestar y la sensación de que estás viviendo en una prisión. La pandemia nos ha revelado que muchos trabajos pueden realizarse desde casa sin necesidad de acudir a la oficina, por muchas ganas que tengas de charlar con tus compañeros. Esta modalidad de trabajo se está instaurando cada vez más y parece que sustituirá a muchos de los trabajos convencionales. A continuación, os damos algunos consejos para sacarle el máximo partido.

Cuida tu espacio de trabajo

Cuando trabajabas en la oficina, no dejabas el escritorio lleno de envoltorios de comida y multitud de vasitos de café, ¿verdad?. En casa debe ser igual. Dicen que el estado del escritorio de una persona revela el estado mental del trabajador, y si tu escritorio está lleno de suciedad, tu cabeza también lo estará. Dicen también, que las mentes geniales tienden a ser muy desordenadas, pero lo más seguro es que tú no seas un genio, así que ponte a ordenar. Si la organización es una de tus asignaturas pendientes, puedes probar de archivar tus documentos en carpetas o reunir tus lápices y bolígrafos en un cubilete adecuado.

Organiza tu ordenador

¿No te parece un poco irónico que el escritorio de tu ordenador esté absolutamente desordenado? El escritorio del ordenador solo debería mostrar los archivos más importantes o aquellos a los que acudes con más frecuencia, no tiene sentido que tengas todas las fotos del viaje a Bali desperdigadas por el escritorio. Al igual que el escritorio físico, necesitas ver solo lo importante, y lo secundario, debes archivarlo en carpetas. La opción de ordenar por nombre, tamaño, tipo de archivo o fecha de modificación puede ayudarte a poner orden. Otra opción muy útil es utilizar discos duros para almacenar y proteger tus archivos. Puedes reunir todos los archivos de video e imágenes en un disco duro para que tu ordenador tenga más espacio libre para desempeñar las tareas necesarias.

Mantén un horario firme

Que trabajes de forma telemática no significa que puedas acostarte a las tantas ni despertarte a las doce del mediodía. Mantener un horario firme es crucial para el éxito del teletrabajo. Es recomendable despertar a una hora similar al horario de oficina, desayunar correcta y tranquilamente y, luego, ponerse a trabajar. Cuando teletrabajamos, tendemos a acordarnos de las tareas domésticas como hacer la colada o fregar los baños. Aunque también sean trabajo, es mejor que los dejes para después de trabajar o para el fin de semana. Y es que cualquier distracción es buena para dejar de trabajar. Por eso, mantener un horario firme puede ayudarte a ser mucho más productivo.

Sigue en contacto con tus compañeros

El mejor momento de la oficina era la hora del café o reunirse junto al dispensador de agua. Allí se contaban los mejores rumores y se juntaba algún que otro holgazán, pero esos momentos nos ayudaban a recargar energía y a hacer más soportable el resto de la jornada. Con el teletrabajo, no tienes por qué aislarte de tus compañeros. Ya sea porque necesitas discutir aspectos laborales o comentar el último cotilleo, las redes sociales y aplicaciones son tus aliadas. Para mantener reuniones con varios usuarios, las aplicaciones como Zoom y Skype resultan de gran utilidad. Si lo que quieres es compartir información de forma rápida y con varias personas, whatsapp o telegram resultan las más convenientes.

Tómate un respiro

Este es quizás el consejo más importante. Trabajar muchas horas entre cuatro paredes puede acabar estresando, y mucho. Por eso, cuando te agobies, lo mejor para seguir siendo productivo es salir a la calle y tomarte un café viendo a la gente pasar. Para relajarte también puedes realizar un crucigrama, pintar un mandala o hablar con un familiar, lo que sea que consiga relajarte. Una de las ventajas del teletrabajo es que nadie va a preguntarte dónde estás o qué estás haciendo mientras sigas realizando tu trabajo. Así que lo mejor es identificar el ritmo de trabajo y los métodos de relajación que mejor se adapten a ti. El teletrabajo, por suerte o por desgracia, ha venido para quedarse. Como todas las cosas nuevas, empezamos criticándolas, pero vale más la pena adaptarse a ellas. Un espacio bien iluminado y descansar adecuadamente son consejos que puedes seguir para teletrabajar mejor. Pero después de la jornada, no te olvides de desconectar.