El apoyo a familiares de adictos en la Clínica Recal

Pasan mucho tiempo negando o minimizando el problema, hasta que no les queda más remedio que hacerle frente por las dimensiones que adquiere. La adicción de un miembro de la familia es como el «elefante rosa» en el medio de la habitación. Está ahí, pero todos intentan hacer como que no lo ven.

En la Clínica Recal prestan mucha importancia al apoyo a los familiares de personas que sufren la enfermedad de la adicción. No solo se brinda ayuda a las familias de los pacientes que están en tratamiento, sino a todos aquellos que lleguen buscando apoyo.

Al respecto, Patricia López Ewert, fundadora y coordinadora de estos grupos para familiares en la Clínica Recal, nos comenta que «nos dimos cuenta de que si los familiares no se implicaban en el tratamiento de los pacientes y desarrollaban herramientas para su desarrollo personal, todo volvería a ser lo mismo una vez que terminase el tratamiento».

Y añade asimismo que «comenzamos a trabajar hace más de 10 años con los familiares de nuestros pacientes y con el tiempo empezaron a venir otras familias buscando ayuda».

Aclara Patricia López Ewert que suelen recibir alrededor de unas 100 llamadas al mes en la Clínica Recal solicitando información o ayuda, en las que la mayor parte corresponden a familiares. En esta era de la pandemia de la Covid-19 esta realidad no ha cambiado. Muchos grupos deben hacerse online debido a las restricciones sanitarias, pero el apoyo a las familias se mantiene: «En la mayoría de los casos era y es la familia la que acude solicitando ayuda para el familiar o amigo adicto y también suele ser la familia en la que el paciente se apoya durante su proceso de recuperación. La familia queda muy afectada por la adicción, no solo sufre las consecuencias de ésta, sino que también adapta su funcionamiento a nivel personal y familiar a esta realidad. Nos dimos cuenta de que cuando el paciente se negaba a recibir tratamiento, o una vez iniciado el proceso de recuperación en la Clínica Recal volvía al hogar familiar, esta carecía de herramientas y recursos para afrontar la situación, tanto de negación del adicto como de recuperación».

Por lo visto, tan difícil es aprender a poner límites y ayudar al adicto a entrar en contacto con su realidad para que acepte la ayuda que se le está ofreciendo como poder relacionarse de una nueva manera, sin miedo ni control, con el familiar que ha entrado en recuperación.

Estas dificultades descritas confirman la condición de enfermedad familiar que tiene la adicción. Afecta a todo el sistema y, por tanto, todo el sistema debe de ser tratado. La familia tiene derecho a encontrar su recuperación con independencia de lo que el adicto decida, así como puede formar parte de la recuperación del adicto aprendiendo a relacionarse de otra manera con el paciente y su enfermedad.

Bajo estas premisas se crearon grupos semanales para los familiares. Estos grupos están facilitados por terapeutas familiares, pero el mayor apoyo es el que le brindan los propios miembros al compartir su experiencia y fortalezas. Estos grupos, en ocasiones, se acompañan de terapia individual o de sistema si el caso lo requiriese.

A lo largo de los años la Clínica Recal ha ido integrando a la familia dentro del tratamiento de diferentes maneras: realizando grupos conjuntos de pacientes y familiares; ofreciendo sesiones conjuntas familia/paciente y permitiendo la visita progresiva a la vivienda familiar los fines de semana, según se va avanzando en el tratamiento.

Apoyo familiar

En 2019 publicaron los resultados de un estudio científico que determinó el papel que juega el apoyo a familiares sobre la adherencia al tratamiento de más de 200 pacientes que han pasado por el centro. Los resultados revelaron que mientras mayor era la asistencia de los familiares a estos grupos, mayor era la probabilidad de que el paciente terminase su tratamiento de forma exitosa.

Por supuesto, el resultado del tratamiento no depende de que el familiar asista los grupos. Pero el efecto que tienen los grupos de apoyo a los familiares sobre el resultado del tratamiento del paciente es equivalente al del «aleteo de las alas de una mariposa [que] se puede sentir al otro lado del mundo».

El equipo terapéutico ha constatado que en la mayoría de los casos es la familia la que da el primer paso. Son ellos los que realmente sientan las bases para que la persona que sufra la enfermedad de la adicción se decida a entrar en tratamiento en la Clínica Recal.