Investigación

El ‘mea culpa’ del obispo de Cartagena por su vacuna anticipada: “No supe calcular las consecuencias”

José Manuel Lorca Planes asegura que colaborará con las autoridades después de que la Fiscalía y la Consejería de Salud de Murcia hayan abierto dos investigaciones

Foto de archivo del obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes
Foto de archivo del obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca PlanesEDU BOTELLAEDU BOTELLA

El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, ha pedido perdón después de haber recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, adelantándose al protocolo establecido por las autoridades sanitarias. “Les ruego acepten mis disculpas”, expresa el prelado en una carta en la que confiesa “estar dolido por dentro”. “no supe calcular las consecuencias y está claro que, de saberlas, no lo habría hecho”, expone.

Se trata del segundo texto que elabora el pastor, de 72 años, que fue inmunizado en el Hogar para Ancianos Betania, perteneciente a la diócesis, donde siempre se vacuna contra la gripe. El lunes ya aclaró que “en ningún momento creyó estar actuando mal y que jamás contempló la posibilidad de que pudieran faltar vacunas”.

Sin embargo, en las últimas horas se han precipitado nuevos acontecimientos y Lorca Planes se ha visto obligado a entonar un nuevo ‘mea culpa’. Por un lado, La Consejería de Salud abría el martes una investigación al que el centro residencial introdujo al prelado “como personal” del mismo en el listado enviado para la administración de la vacuna. Por otro lado, hoy mismo la Fiscalía Superior de la Región de Murcia abría también diligencias de investigación sobre lo que se considera presunta irregularidad cometida por el pastor. En paralelo una trabajadora de la residencia relatara detalles de cómo fue la administración del suero: “Cuando íbamos por la mitad de la vacunación aparecieron varios coches, y de ellos comenzaron a bajarse sacerdotes; es fácil saber esto porque llevaban el típico alzacuellos”. “Me parece del todo inmoral y es posible que sea un delito que el obispo y sus amigotes se vacunaran por delante de enfermos, personas mayores, cuidadores y demás. Yo misma que soy sanitaria convivo con mi madre mayor que corre un verdadero riesgo al estar conmigo y no ha recibido la vacuna”, expresaba esta empleada.

“Siempre estaré dispuesto a colaborar en todo momento con la autoridad competente que me lo pida”, expresa en la nueva carta el obispo murciano, que apunta cómo, con la recepción del suero, “pretendía, de alguna manera, anumar a la gente y que dieran el paso a aceptar la vacuna”. “Acepté ir a vacunarme cuando se me propuso”.

En su misiva, además matiza algunos datos vertidos en los medios de comunicación en estos días. Así, desmiente que su obispo auxiliar, Sebastián Chico, se hay vacunado, a la vez que defiende que varios sacerdotes recibieran el suero por ser capellanes de la residencia, miembros del patronato o asistentes en un centro de mayores regentado por unas religiosas.

En el texto, asegura que finalmente se pondrá la segunda dosis que, en principio, rechazó: “Se me ha recomendado que lo haga, porque se perdería la primera y el daño sería más complicado. Así que cuando me corresponda y se me diga, probablemente lo haré”.