Desabastecimiento

Las mujeres “trans” se quedan sin hormonas

Necesitan estradiol de por vida, pero desde hace meses hay un desabastecimiento generalizado. Critican la inacción de Sanidad y aseguran que les urge más el fármaco que la ley de Irene Montero

Pastillas para cambio de sexo
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Como firme y consciente abanderada de la causa, Marta María Corrales, una mujer transexual ya reasignada, relata que desde finales del pasado marzo empezó el desabastecimiento de hormonas que este colectivo necesita de por vida. Ha enviado sendas misivas a los ministerios de Sanidad y de Igualdad y no ha obtenido respuesta. Según expone Marta, las marcas de los dos medicamentos son Progyluton y Climen, cuyo principio activo es la hormona femenina estradiol.

«Su falta de administración en nuestro organismo puede llegar a causar unas hipoglucemias, con pérdida de conciencia, muy severas, que, según las circunstancias, como conduciendo o sin asistencia médica, llevan a la muerte. A mí ya me han dado en dos ocasiones, sin estar en ayunas, dejándome en unos valores de 36 y 54, cuando lo normal son 80-120 miligramos por decilitro de sangre (mg/dl). Si no llego a trabajar en un hospital, en Almería, no quiero pensar qué habría sido de mí. Y no nos olvidemos de que la falta de estradiol también es responsable de serios cuadros de ansiedad y depresión, entre otros trastornos. Y las demás alternativas no nos valen», cuenta con preocupación Marta.

Muestra una gran sensibilidad hacia sus compañeras, por cuya seguridad sanitaria también vela: «Me preocupo por ellas, porque algunas han tenido un largo y duro recorrido hasta llegar hasta aquí. Les digo que estudien, que se formen, porque ser ’'trans’' tiene que trascender de dedicarse únicamente a la prostitución y estar en la calle. Estamos obligadas a cambiar ya esa imagen y a formarnos y cultivarnos, para que la gente nos mire con buenos ojos», apunta..

Puesta al habla LA RAZÓN con la multinacional alemana Bayer, productora de las dos marcas que contienen la hormona estradiol, quedó en devolver la llamada, pero todo quedó en una declaración de intenciones.

En cuanto a Sanidad, es cierto que se apresuró a enviar amablemente a este periódico una extensa explicación por escrito: «El tratamiento hormonal de Bayer tiene problemas de suministro debido a limitaciones de capacidad en la planta de principios activos de Alemania, que está ocasionando atrasos en la producción de varios productos hormonales orales en todo el mundo. La empresa ha comunicado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) que ya ha implementado medidas para aumentar la capacidad y eliminar el retraso en el reabastecimiento de principios activos micronizados, como son las de incremento personal y el número de turnos de trabajo, así como una optimización en la planificación».

El comunicado insiste en que la situación en la que se encuentran los diferentes tratamientos hormonales, como el mencionado anteriormente, «es compleja». Subraya que cada caso puede estar afectado por distintos problemas que se han combinado, como la falta de suministro de principios activos, el aumento de la demanda (producida al faltar otros fármacos, por ejemplo) o las limitaciones en la capacidad de producción de las plantas. «Los problemas de suministro de un producto –añade– impactan sobre los demás y generan esas situaciones. El acceso a estos fármacos puede estar condicionado, asimismo, porque existen tratamientos financiados con fondos púbicos y otros no».

Ante estos hechos la AEMPS ha ido haciendo un seguimiento, en virtud de lo que destaca Sanidad, para la detección precoz y resolución de los problemas de suministro de medicamentos, en los que se incluyen estos tratamientos hormonales, mediante distintas vías. En algunos casos existen alternativas, que, si bien pueden suponer ciertas incomodidades a quienes los necesitan, les permite adaptarse al tratamiento que su médico indique.

Además, como subraya este departamento ministerial, la Agencia ha tenido reuniones con los colectivos afectados para entender mejor sus problemas y demandas y buscar una solución en la medida de las competencias de la AEMPS.

Importación de fármacos

«Por último –afirma–, además de gestionar los problemas de suministro individuales, la Agencia autoriza la importación de fórmulas magistrales para cubrir la demanda con un medicamento autorizado y comercializado. En algunos casos puede recurrirse a fármacos extranjeros cuando no es posible cubrir la demanda con un medicamento autorizado y comercializado. Tambien es posible acudir, además, a la elaboración de fórmulas magistrales en oficinas de farmacia cuando no existen alternativas de medicamentos industriales».

El endocrinólogo Antonio Becerra-Fernández, coordinador del Grupo de Trabajo de Transexualidad de la Sociedad Española de Endocrinología (SEE) y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), se lamenta de que el Gobierno no haya contado con su grupo profesional «ni con ningún experto en el tema» a la hora de elaborar la ley para el colectivo LGTBI (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero) y agrega, contundente: «A las personas ’'trans’', mucho antes que la aprobación de esa ley, les inquieta que no persista el desabastecimiento de hormonas, ya que es el ’'primun movens’' de este colectivo. Si no tienen hormonas, ¿adónde van a ir? Y ese es el verdadero problema aquí y ahora. Siempre ha ocurrido esto, pero en estos momentos no sé qué está pasando en el Ministerio de Sanidad, que no están dando soluciones a una cuestión tan severa», critica este doctor..

Subraya además Becerra Fernández que ese desabastecimiento hormonal «es un tema prioritario que pone en evidencia la falta de preocupación por estos afectados y desprestigia a la ciudadanía ’'trans’', puesto que con otros grupos, como los diabéticos, sería impensable que no disponen de insulina».

Esta falta de fármacos, en vopinión del doctor Becerra-Fernández, viola sus derechos, ya que «ni siquiera pueden salir de vacaciones con la tranquilidad de que pueden encontrar su medicación en cualquier comunidad autónoma».

El experto reconoce que se está en situación de alerta roja y los afectados están acudiendo a Internet para adquirir lo que no encuentran en las farmacias y, lo peor, sin ninguna fiabilidad de lo que compran y consiguiendo otros fármacos alternativos, que nada tienen que ver con lo que necesitan con los peligros para la salud que esto puede acarrear.

Los endocrinos las apoyan

Para el coordinador del Grupo de Trabajo de Transexualidad de la SEE, la solución pasa necesariamente por un acuerdo dentro del Consejo Interterritorial, en el que se reúnen todas las autonomías, como ha sucedido durante la pandemia para hacer frente a otros problemas.

A este respecto, la ministra de Sanidad, Carolina Darias indicó en mayo en el Senado que «la Agencia Española del Medicamento lleva haciendo un continuo seguimiento sobre el desabastecimiento de las terapias hormonales de las personas ’'trans’'» y se comprometió a normalizar las cuestiones de suministro.

En otra comparecencia también en la Cámara Alta, la titular del Ministerio de Sanidad se excusó alegando que la falta de suministro no es responsabilidad de su departamento, sino del fabricante Bayer y anunció que Progyluton volverá al mercado en julio, en tanto que para Climen habrá que esperar a 2022.«Estamos monitorizando –dijo– las distribuciones farmacéuticas para intentar que lleguen a las personas que lo necesitan (con lo que discrepan los afectados) e ir arreglando los problemas de suministro», alegó.

Ante las palabras de la ministra, Bayer se pronunció lamentando los inconvenientes en los usuarios: «Para nuestra compañía lo más importante es la salud y la calidad de vida de los pacientes. Estamos haciendo todo lo posible para asegurar el reabastecimiento con urgencia. Las mujeres afectadas deben hablarlo con su médico para identificar productos alternativos u otras opciones de tratamiento. De momento, la situación no parece que vaya a tener una solución ni rápida ni fácil.