Música

Demencia

El poder de la música para recordar

La musicología reduce los síntomas depresivos y disminuye los episodios de agitación de las personas con demencia

Unit spcialise pour les malades d'Alzheimer<br>maison St Cyr<br>Rennes (35)<br>Un rsidentRennes (35): UNIDAD ESPECIAL PARA ENFERMOS DE ALZEIMER
Unit spcialise pour les malades d'Alzheimer<br>maison St Cyr<br>Rennes (35)<br>Un rsidentRennes (35): UNIDAD ESPECIAL PARA ENFERMOS DE ALZEIMER� Bigot©EUROIMAGEN

A medida que vamos cumpliendo años, nos volvemos más olvidadizos. A partir de los 20 años vamos perdiendo células cerebrales y esta pérdida va aumentando con la edad. Además, el cuerpo genera menos sustancias químicas que necesitan las células cerebrales para que funcionen. Olvidar las llaves, la cartera o el paraguas, son olvidos normales que no tienen mayor trascendencia. Pero cuando esos olvidos se hacen frecuentes y afectan a las actividades cotidianas y a la vida diaria, entonces es probable que estemos ante el principio de un trastorno mental como es la demencia. La demencia es una enfermedad neurodegenerativa que conlleva una perdida grave de las funciones mentales. Afecta a la memoria, al lenguaje, a entender lo que se está viendo, a prestar atención a las cosas y a los quehaceres diarios.

No existe cura para la demencia, pero si tratamientos que ayudan a mantener las capacidades superiores y retrasar los síntomas de la enfermedad. Uno de estos tratamientos es la musicoterapia. Esta terapia utiliza la música, con todos sus elementos: el sonido, el ritmo, la armonía y la melodía, para hacer más fácil la comunicación, el movimiento, las necesidades emocionales, mentales y sociales de las personas con trastornos mentales. “Sabemos que escuchar y producir música provoca activación de varias zonas del cerebro y trabaja el procesamiento de las emociones, la percepción, la atención, la memoria, potencia la integración neurosensorial, la plasticidad y ayuda en el procesamiento del lenguaje” asegura la doctora Nieves Fernández Letamendi, geriatra en el Hospital Quirónsalud Zaragoza.

Las personas que sufren demencia suelen reaccionar a los estímulos ambientales como si fueran una amenaza. Los enfermos que son tratados con terapia musical reducen los síntomas depresivos, de ansiedad y disminuyen los episodios de agresividad y agitación. Las primeras fases de la demencia afectan sobre todo a la pronunciación y acentuación de las palabras (prosodia) y a la forma de combinar las palabras para poder expresarse (sintáxis), es decir en estas fases a los enfermos les cuesta hacerse entender, sin embargo, “el cerebro considera la música un tipo de lenguaje por lo que nunca despierta emociones de culpa vergüenza o ira, al contrario, potencia las emociones positivas. Por eso la música ayuda a obtener resultados en la rehabilitación del lenguaje en daño cerebral adquirido” puntualiza la geriatra.

En los últimos años, numerosos estudios han demostrado que escuchar música activa ciertas neuronas cerebrales que estimulan procesos sensoriales y de atención. De hecho, tener habilidades musicales, es fundamental para aprender a hablar y entender lo que se dice. La neurociencia ha demostrado que, en los primeros años de vida, el cerebro humano no trata la música y el lenguaje por separado, sino, al contrario, considera el lenguaje como si fuera un tipo de música concreto. Ante esta realidad, los neurólogos y los especialistas en musicoterapia creen que las habilidades musicales podrían corregir algunos aspectos del lenguaje afectados por una lesión.

Y ¿qué tipo de música es la más adecuada? “Debe adaptarse a cada paciente tras una valoración previa por un especialista en Musicoterapia, con formación acreditada, para poder tener resultados”, explica el Dr. Letamendi. Estos profesionales de la Musicoterapia recomiendan habitualmente empezar con canciones que sean familiares. Las canciones que han significado algo a lo largo de su vida pueden ayudarle a recuperar algunos recuerdos perdidos. Es importante adaptar el volumen, el ritmo y el tiempo de la música a las necesidades auditivas de cada paciente. También es aconsejable, para fomentar la participación, la memoria, la motricidad o la autoestima, tocar instrumentos musicales de pequeña percusión. Y para que la terapia musical funcione, insistimos, es necesario individualizar este tratamiento tras una valoración completa por un profesional formado y acreditado.

La musicoterapia no está todavía integrada plenamente en el sistema nacional de salud, pero existen algunas entidades público-privadas que llevan a cabo varios proyectos con este tipo de terapias que se han utilizado en el ámbito hospitalario con pacientes oncológicos, bebes prematuros, unidades de quemados o tratamiento del dolor.