Hablan los evacuados

“Tengo miedo de que mi casa quede sepultada por la lava”

5.000 vecinos han sido evacuados de la zona de influencia del volcán de Cumbre Vieja. “En cuanto escuchas el rugido se te quitan las dudas sobre irte”

Ya estaban alertados y sabían que en cualquier momento podía ocurrir pero, aun así, no es fácil asumir el momento de recoger las pertenencias que consideres más importantes y abandonar tu casa sin saber muy bien si regresarás a ella o quedará cubierta por lava volcánica. Eso le ha pasado hoy a Soren, un danés afincado en la isla de La Palma desde hace 12 años y que regenta Casa Flora, un restaurante vegetariano alemán a un par de kilómetros de «Montaña Rajada», la zona de Cumbre Vieja que «rompió» a eso de las 15:12 horas e la tarde. «Estamos evacuados en Los Llanos y desde aquí lo estamos viendo: es impresionante y da miedo. Por lo único que estamos muy preocupados es porque la lava alcance la casa y el negocio y lo perdamos todo pero no podemos hacer nada: solo esperar», dice resignado mientras asegura que ya habían recibido mucha «información previa» al respecto.

No son los únicos evacuados por su cercanía al volcán Cumbre Vieja. Unos 700 vecinos –la mayoría de la zona del Paraíso– ya habían sido desalojados en prevención a lo largo de la mañana (muchos fueron trasladados al campo de fútbol de El Paso) y los días anteriores se había hecho lo propio con personas de movilidad reducida. El plan de evacuación diseñado por el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) está en marcha una vez que arrancó a primera hora de la tarde de este viernes la erupción volcánica en ‘Cumbre Vieja’, en la zona de Cabeza de Vaca, y se pasó del semáforo amarillo al rojo de alertas volcánica.

5.000 evacuados en marcha

Según detalla la Guardia Civil, la evacuación a afecta a más de 5.000 personas de diferentes barrios de los municipios de El Paso, Tazacorte y Los Llanos de Aridane, y arrancó con unas 300 personas que vivían en Alcalá y El Paraíso, los barrios más cercanos a la zona de erupción -a primera hora de la jornada se había iniciado con las personas de movilidad reducida-. Ahora prosigue por los núcleos de Tacande, Todoque, La Bombilla, La Laguna, El Remo y Puerto Naos.

“En cuanto escuchas el ruido se te quitan las dudas”

Muchos abandonaron ayer fincas y viviendas a voluntad propia por precaución. Es el caso de Stefan, propietario de la Hacienda Buen Vivir desde hace cinco años, que esta tarde comenzó a evacuar a sus huéspedes como medida de seguridad. «En cuanto escuchas el ruido de la erupción se te quitan las dudas de si irte o no: aquello es como un monstruo que mete miedo», aunque él cree que la peor parte de este fenómeno, la «imprevisible», ya ha pasado: «Lo peligroso es cuando hay movimientos sísmicos que pueden provocar desprendimientos de rocas y caer en caminos o carreteras o que pueden causar daños en viviendas y las personas», asegura.

«El bicho se relaja»

Según este vecino, una vez que esa fuerza magmática provoca la rotura de la corteza «y la lava comienza a fluir, el “bicho se relaja” aunque a su paso sepulte pueblos enteros. Eso puede ocurrir dentro de tres o cuatro días aunque espero creo que no pasará por esta zona», concluye.

Aunque los municipios afectados (más de 35.000 vecinos) son Tazacorte, Mazo, Los Llanos, El Paso y Fuencaliente, hay un recorrido «previsto» por el que puede discurrir la lava y que podría pasar, entre otros, por el negocio de Kitesurfing La Palma de El Paraíso. «La lava está aquí al lado nuestro», reconocía esta tarde el propietario vía telefónica. «Verla tan cerca de tu casa y de tu negocio impresiona muchísimo. Aquí vino Protección Civil sobre las 13:00 horas y nos dijo que teníamos que irnos. No sabemos todavía qué puede pasar», dice nervioso antes de colgar.

Más pesimista se mostraba el antiguo propietario de La Casona, también en el área de influencia del volcán. «Éste no es ni remotamente similar al de Teneguía del 71 ni siquiera al de San Juan», producido en el año 43.

«Daños muy superiores»

«Los daños que puede causar éste son muy superiores, es mucho más peligroso y van a quedar sepultadas muchas viviendas y fincas enteras en el barrio de Alcalá». Además, el riesgo de que caiga piedra muy caliente amenazaría a plataneras de otras zonas de la isla, según explica Fran García, propietario de «Platanológico», una explotación platanera ecológica muy cerca del Puerto de Naos. Él también opina que «el mayor susto lo pasas mientras hasta que rompe porque no sabes en qué punto exacto va a ocurrir». Aunque en esta ocasión lo hizo en zona de monte, la lava discurriría como un río sepultando a su paso todo lo que encontraba. «Si el viento se moviera para acá podría caer algo de ceniza», pronosticaba a primera hora de la tarde. Mientras, como tantos curiosos de la isla, con tanta cultura volcánica, quiso acercarse a ver de cerca este fenómeno natural que mantenía en vilo, sin embargo, a otros tantos vecinos más preocupados por los daños.