Atracción fatal
«Ninguna catástrofe ejerce tanta fascinación como los volcanes»
Para la psicóloga Marisa Navarro, «generan una dualidad de sentimientos»
Gran conocedora de la naturaleza humana por su vasta experiencia profesional, su exquisita sensibilidad hacia el sufrimiento emocional y su amplia carrera como escritora de sus temas desde una perspectiva didáctica («La medicina emocional» o el último libro, «La ruedas dentadas», del que firmará ejemplares el próximo día 24 en la Feria del Libro de Madrid, la médico y psicóloga alicantina Marisa Navarro admite sin la menor vacilación que «de todas las catástrofes naturales que existen, ninguna ejerce una gran fascinación en la especie humana como los volcanes».
Navarro afirma, contundente, que ni los terremotos, los tsumanis o los tifones, por ejemplo, arrojan ni de lejos la misma belleza plástica: «Si salvamos la humareda, que es lo más antiestético y tóxico, el paso y la danza del fuego es la expresión del interior de la Madre Tierra, que ruge en todo su esplendor y que hipnotiza, hasta el punto de que ha atrapado a personas que no han podido escapar por su influjo».
No obstante, esta experta añade que, igualmente, «genera miedo y terror ante la impotencia absoluta del ser humano, salvo las previsiones de los especialistas y la gestión de los recursos de salvamento de vidas». Explica que se produce lo que se llamaría «una dualidad de sentimientos de fascinación, de atracción, al propio tiempo que de horror por las potenciales y graves consecuencias».
Y «otra dualidad de sentimientos» que aparece siempre en los espectadores que se saben no afectados y a salvo es la compuesta por la solidaridad y el morbo, según subraya Navarro. E insiste es que «no debemos sentirnos mal porque al otro le haya tocado la china y nosotros estemos bien, pues es una sensación universal y legítima, que en buena medida compensamos con el sentimiento de solidaridad, aunque solo sea la compasión».
Para la doctora Navarro todos los seres humanos estamos diseñados con luces y sombras y «tenemos que aprender a aceptarnos cuando nos invaden sensaciones que, como se dice ahora, no son políticamente correctas».
Pero, si bien las previsiones de volcanólogos que vaticinan que la actividad del Cumbre Vieja, de la isla canaria de La Palma, con ocho bocas votimando lava, nada es comparable a la erupción del Vesubio, en Italia, que en el año 79 sepultó las entonces importantes ciudades romanas de Pompeya y Herculano, narrada por Plinio el Joven poco después, y que hoy son emplazamientos arqueológicos que atraen a turistas de todo el mundo.
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