Opinión

Imágenes robadas para el porno

No he orinado en la calle jamás porque considero que: 1) Orinar en la calle es una porquería, se sea hombre o mujer 2) Las mujeres, como en casi todo, lo tenemos más difícil para hacerlo. Dicho esto, si uno/a no se puede aguantar, tendrá que orinar donde pueda…; pero, que haya elementos que aprovechen el pis de otros –y sobre todo de otras– para rentabilizarlo en páginas porno, me parece tan asqueroso como punible. Ya sé que un juez dijo lo contrario, pero ahora que se ha reabierto la causa de las grabaciones de meonas callejeras, me siento facultada para contradecirle. La Justicia se toma muy poco en serio los delitos que cometen los hacedores de páginas porno. ¿Sabían ustedes que, para atraer clientes, suelen poner la leyenda de «si quiere ver a tal famosa desnuda pinche aquí»? Naturalmente, cuando el vicioso incauto pincha no descubre a la famosa en cuestión desnuda, sino que, o bien accede a una página porno o bien primero se encuentra imágenes de la celebridad, por supuesto vestida que, al volver a clicar, conducen a la página porno en cuestión. Si se reclama la estrategia ante la policía, la conclusión es que es imposible penarla porque el servidor corresponde a un nombre falso y está en Tombuctú.

La indefensión en Internet y redes es tanta que no se entiende que, si se identifica a quien utiliza la imagen de otros en páginas porno sin permiso no sea castigado.

Sobre todo, porque ese es el más leve de los delitos que existe en el porno en Internet, al que acceden hasta niños y donde hay desde imágenes robadas hasta trata de hombres y mujeres, entre otras maldades, que parecen invisibles para los legisladores.