Bebés prematuros
La importancia de crear hogar en las UCIs neonatales
El recién nacido prematuro tiene unas alteraciones multi-organicas que pueden afectar entre otros al cerebro, intestinos, pulmones, o corazón
Desde el momento de la fecundación hasta el parto, el embarazo humano dura, aproximadamente, entre 38 y 40 semanas. Si el bebé nace antes de las 37 semanas, se considera un parto prematuro. Dependiendo de la prematuridad y de otras posibles enfermedades que pueden darse en el recién nacido, puede precisar ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN). Allí reciben los cuidados necesarios de un equipo de expertos durante las 24 horas del día. El tiempo que están en la UCIN los bebés prematuros, dependerá del estado de su salud, algunos sólo están unas horas o unos días y otros necesitan permanecer atendidos durante semanas o meses.
El bebé prematuro es más pequeño y con menos peso que el bebé que ha llegado a término del embarazo. Además, su piel es más sensible y delicada, su fuerza está disminuida, se mueve menos y suele tener menos grasa corporal. En la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) se mantendrá la temperatura del recién nacido, reduciendo su gasto energético y tendrá una monitorización hemodinámica y gasométrica adecuada. En algunos recién nacidos se precisa ventilación mecánica invasiva o no invasiva con aporte de oxígeno. En ocasiones también requieren la colocación de vías vasculares centrales y de perfusión de líquidos y de alimentación parenteral. En las Unidad de Cuidados Intensivos modernas se registran todos los parámetros que son recogidos en diferentes monitores hemodinámicos y de asistencia respiratoria.
Como consecuencia de la inmadurez de sus órganos y sentidos, los recién nacidos prematuros no están adaptados al medio exterior todavía y son muy vulnerables a estímulos como la luz o el ruido, además de ser extremadamente sensibles al dolor o a las manipulaciones, que, si todavía estuvieran en el útero materno, estarían protegidos y les llegarían más atenuados. Por esto, el objetivo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales es aumentar la supervivencia de los bebés prematuros, sin secuelas. El doctor Fernando Cabañas, Jefe del Departamento de Pediatría del Hospital Quirónsalud San José y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid explica que “los cuidados que precisa un recién nacido prematuro son muchos y es un equipo multidisciplinar el que tiene que intervenir en sus cuidados”. Lo cual requiere una serie de cuidados que van desde enfermería y médicos especializados como cardiólogos infantiles, neuropediatras, gastroenterólogos infantiles, nefrólogos y endocrinólogos infantiles, radiólogos, ortopedas, oftalmólogos y otorrinolaringólogos, hasta una serie de material y equipo que se necesita para tratar de forma integral y especializada estos pacientes tan sensibles.
En algunas ocasiones, cuando los padres se enfrentan a un recién nacido prematuro, piensan que se trata tan solo, de un bebé más pequeño de lo normal y que debe estar en la incubadora un tiempo para recuperar peso y estar calentito. Sin embargo, el recién nacido prematuro tiene unas alteraciones multi-organicas que pueden afectar entre otros al cerebro, intestinos, pulmones, o corazón. Esto requiere de unas unidades especializadas para el manejo de estos niños, sobre todo los prematuros extremos. El personal médico que atiende a estos niños no solo se encarga de tratar las patologías también busca que el bebé se rodee de un ambiente agradable. “En el momento actual se busca que las unidades de neonatología sean lo más humanizadas posible, para que, tanto la familia como el recién nacido esté en un ambiente adecuado”añade el doctor Cabañas.
El objetivo, por tanto, es que los padres del prematuro estén el mayor tiempo posible con su hijo, posibilitando la estancia 24 horas al día en un entorno íntimo donde puedan estar con sus hijos en habitaciones individuales y en unas condiciones apropiadas, no hostiles y lo más humanizadas posible. Esto es muy importante no solo para la curación de las patologías, también para el desarrollo emocional del niño y, por supuesto, para crear el vínculo con sus padres. Estar 24 horas al día los padres en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, requiere una serie de necesidades en cuidados y en aspectos hoteleros como son dormir, asearse o comer cada día que deben ser los suficientemente cómodos para que los padres consigan estar en la Unidad como en casa. “No solo nos quedamos en que la familia pueda estar y que debemos tener una serie de cuidados que han ayudado a disminuir las secuelas neurológicas en los prematuros, además, hay que dar oportunidad a las familias para que puedan intervenir en el cuidado de los recién nacidos, dependiendo, eso sí, de las posibilidades que quieran asumir y tras un periodo de formación adecuado que evite el riesgo del recién nacido” puntualiza el pediatra.
Es muy normal que los padres se sientan nerviosos o con miedo cuando su bebé está en la UCIN, por eso es primordial conocer al equipo médico y sanitario que cuida de él y familiarizarse con los aparatos e intervenciones que precisa su hijo. A pesar de estar en una incubadora, es muy importante que los padres mantengan el contacto físico con su hijo. No sólo es necesario tocarlo, sino que se debe permanecer piel con piel con el recién nacido el mayor tiempo posible, aunque se trate de recién nacidos conectados e un equipo de ventilación mecánica. Nuestras unidades son un modelo a seguir por otras, tanto a nivel arquitectónico como de implicación de los padres en el cuidado de sus hijos. Es fundamental optar para que las UCIN sean “hogar”, que la familia intervenga en el cuidado del prematuro y se encuentren en un medio lo más cómodo posible para atender a su hijo.
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