Religion

Benedicto XVI manifiesta sentir “vergüenza” por los abusos sexuales en la Iglesia alemana

Ratzinger rebate «contundentemente» el informe alemán que considera que encubrió a cuatro curas abusadores

El cardenal arzobispo de Múnich y expresidente de la Conferencia Episcopal alemana, Reinhard Marx
El cardenal arzobispo de Múnich y expresidente de la Conferencia Episcopal alemana, Reinhard MarxPOOLREUTERS

La gestión de Benedicto XVI en su etapa como arzobispo de Múnich, en entredicho. Así lo deja caer el informe independiente encargado por la Iglesia para rastrear los abusos sexuales en la archidiócesis germana desde que finalizara la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad. En las 1.700 páginas de la investigación realizada por el despacho de abogados Westpfahl Spilker Wastl, se acusa a Joseph Ratzinger de inacción al menos cuatro casos durante su pastoreo de este territorio eclesiástico entre 1977 y 1982 antes desembarcar en Roma.

El estudio, que contabiliza 497 víctimas y 235 agresores, expone que el Papa emérito no tomó medida alguna, al menos, respecto a cuatro sacerdotes abusadores, cuando «muy probablemente» conocía sus actos. En concreto, se cita a un párroco identificado como Peter H., que en 1980 fue trasladado de Essen a Múnich ya con acusaciones de pedofilia a sus espaldas y continuó en su nuevo destino.

Durante la fase de investigación del informe que se presentó ayer se buscó contrastar esta versión con la Ratzinger que la rebatió «contudentemente». Sin embargo, los auditores consideran «poco creíble» su justificación y subrayan en su texto definitivo que no tuvo «ningún interés reconocible» en actuar contra estos clérigos.

Horas después de trascender estas acusaciones, Benedicto XVI expresó su «turbación y vergüenza» por la pederastia eclesial y anunció que «en los próximos días examinará con atención» el contenido del informe. Así lo manifestó su secretario personal, Georg Gänswein, que reiteró el compromiso de Ratzinger contra esta lacra. No en vano, como prefecto para la Doctrina de la Fe fue quien marcó un antes y un después al respecto a partir del caso Maciel durante el pontificado de Juan Pablo II y como Papa estableció las bases de la «tolerancia cero» desarrollada por Francisco.

Por su parte, el Vaticano entonaba ayer su propio ‘mea culpa’ compartiendo su «dolor» y «remordimientos». «La Santa Sede asegura su cercanía a todas las víctimas y confirma el camino recorrido para proteger a los menores», explicaba el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni.

Además de Benedicto XVI, tampoco se escapa del dedo acusador el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich, que fue quien encargó este estudio independiente y ya presentó hace un año su renuncia no aceptada por el Papa el año ante la gravedad de los casos de pederastia en el seno de la Iglesia alemana. «Me siento conmocionado, avergonzado y corresponsable de lo que ha ocurrido» afirmó ayer Marx.